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Pasamos una tarde genial, comimos hamburguesas, helado, aguda de sabor, para después terminar de ver todas las tiendas, yo estaba agotada y lo único que quería era regresar a casa, asi que practicamente lo obligue a que saliéramos del centro comercial, yendo directo al estacionamiento, al señor Álvaro se le había olvidado pagar el dichoso boleto del estacionamiento que se encontraba a algunos 10 metros de nuestro auto, yo guarde todas la bolsas en la cajuela y cuando cerré había un hombre de algunos 30 años atrás de mí, maldeci por que mi padre no estaba y la verdad es que estaba muy asustada.

Hola preciosa – lo escuche decir mientras se acercaba a mí.

Por qué tan solita? - me acorraló en la cajuela del auto, mientras otro hombre se acercaba, en verdad no había nadie, mire para todos lados y ninguna alma.

Por favor aléjense de mí. – hablé nerviosa y comencé a gritar.

Anda, solo queremos pasarla bien. - río el hombre agarrándome del brazo y jalándome a él.

¡Suéltame! - grite, pero me calle cuando sentí un jalón de cabello por parte del otro hombre qué estaba detrás de mí.
Por favor! Ayuda! - grité de nuevo y el hombre me tapó la boca, asquerosas manos, estos tipos estaban tomados o drogados, el otro hombre me comenzaba a tocar por todas partes y restregaba el bulto de su miembro en mi ropa, yo solo lloraba y golpeaba al hombre para que me soltara, pero no lo lograba.

¡Suéltenla malditos! – escuche el grito de mi padre, venía corriendo y en segundo llegó con nosotros.

¿Quién demonios eres tú? - dijo uno de los hombres, acercándose a él muy molesto, al igual que papá. ¿Nos quieres acompañar? – rio cínicamente-.

¡Que te importa! ¡Si no la sueltan los voy a desbaratar con mis propias manos! - se acercó aún más al hombre.

¿No crees que eres viejo para esta hermosura? Podemos divertirnos los tres. - río para después tocar mi mejilla.

No la toques pendejo!! - lo golpeó en la cara haciéndolo caer, el hombre se levantó rápido y golpeo a papá, lo estampó contra otro auto y lo tiró al suelo, se subió sobre él y lo golpeo, el otro hombre golpeó a papá fuerte y yo solo le suplicaba que lo dejaran, como pude golpe al hombre que estaba encima de papá, este se levantó y me golpeo fuerte haciendo que callera al suelo, me toque la zona del golpe y estaba sangrando.

Al menos eso dio tiempo para que papá se levantara y lo golpeara hasta dejarlo tirado, el otro hombre también golpeaba a papá pero yo busque algo pesado y encontré un pedazo de madera tirado y se lo reventé en la espalda, este cayó al suelo inconsciente.
Papá se levantó y estaba muy golpeado, su rostro estaba hinchado, tenía sangre en la nariz, labio ceja, me acerque a él asustada y llorando, lo abracé y me di cuenta de que su costilla izquierda estaba lástima por el quejido que soltó.

Mira cómo te han dejado amor. - miro mi labio que estaba reventado y mi pómulo hinchado, pero no me importaba, él estaba peor y me preocupaba. La gente alrededor solo nos observaba, pero no hacía nada por ayudar.

Papá. - dije llorando.
Mira como estas. - lo mire entre lágrimas, aún seguía temblando.
Tengo miedo. - lo abrace de nuevo, pero con más cuidado.

Ya no pasa nada cariño - dijo quejándose.
Ven vámonos a casa. - subimos al auto y comenzó a andar, realmente estaba lastimado, sus ojos lo decían todo y sus quejidos, llegamos a casa y bajamos despacio no queríamos que mi nana se enterara así qué abrimos la puerta con mucho cuidado y subimos las escaleras, poco a poco ayudándolo, hasta su habitación, lo ayude a sentarse en el sofá que tenía. Cerré la puerta y busqué una pastilla para el dolor y otra para desinflamar, las tome y se las di junto con un vaso con agua que serví de su jarra, busque las gasas y vendas en mi habitación y lo ayude a ponérsela en el abdomen que cruzaba hasta su espalda. Tome un algodón y gasas con alcohol para curarle las heridas de su rostro, me acerque a él y daba pequeños toquecitos, el solo se quejaba y maldecía bajo, le dolía mucho pero tenía que quitarle toda la suciedad y sangre.

Listo. - dije llorando, mientras que papá quitaba mis lágrimas. Perdóname papá, debí ir contigo . susurre entre puchero.

No llores, no es tu culpa - beso mi mano.
todo estará bien - sonrió y dio un quejido.

No sé qué haría sin ti. – solo seguía llorando.

Ya mi amor, estoy bien, ahora dame un algodón con alcohol. me levanté y le di el algodón, comenzó a curar mis heridas, mientras yo me quejaba un poco por el ardor, ardía horrible.
Listo. - sonrió papá con lágrimas en los ojos.
Malditos, no tenían por qué golpearte. – acarició mi mejilla sana.
Prometo no volver a dejarte sola. – vi salir unas lágrimas rodando por sus mejillas.
Te imaginas si no hubiera llegado? Dios nada mas de pensarlo me hierve la sangre. – bajo su mirada y su voz se escuchaba entrecortada, sabía que quería llorar, pero no me gusta verlo así.

Pero llegaste papá y ahora estás así por ni culpa.. - baje la mirada.

Tenía que salvar a mi princesa. - sonrió y después se quejó por el dolor.
Ven aquí. - me abrazo.
Te amo mucho. - beso mi cabeza.

Yo más papá. - me acomode a él para no lastimarlo.
Estás seguro que no quieres ir al hospital? - Le pregunté alejándome un momento.

No ___, no es para tanto. Estaré bien, solo son los golpes, si tuviese rota una costilla llorara de dolor - sonrió.

Está bien señor Álvaro. - coloqué mi mano como un soldado y después reí.
Te amo papá. - me acerqué a él y le di un beso en la frente.
Estaré en mi cuarto si necesitas algo me gritas o marcas - sonreí para después salir de su habitación.

Amor, Traición, Sexo y Deseo..Where stories live. Discover now