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¡Apúrale niña! -me despedí de mis abuelos de abrazo y beso, el grito de Kati me ponía nerviosa.

Vooooooy! - grite preocupada. maldita sea! - grite una vez más mientras llegaba del otro lado, mis abuelos ya no estaban en lugar.

¿Qué pasa ___? – Pregunto David mientras veía que buscaba algo.

¡He dejado el bolso en el baño! - sentí que mis ojos se aguaron.

¿Y qué es lo que traías ahí? – pregunto Daniel inquieto.

Mi móvil, mi dinero, algo de maquillaje y.- me calle y grite.
Nooo! - me talle la cara.
El boleto! - comencé a llorar.

Tranquila, tranquila. ¿cuánto falta? - hablo David.

15 minutos. - contesto kati.
Iré yo. - comenzó a correr.

¡Espera! - grite, pero kati continúo corriendo.
Solo espero que la encuentre. - susurre y abrace a David.
Pasaron 10 minutos y ni rastro de la morena.

Maldita sea. no se habrá perdido? - hablo Daniel.

No creo hermano - sonrió David nervioso.
Deja de preocuparte ya verás que volverá. – rio, lo miro, Daniel estaba jugando con sus dedos, estaba muy nervioso.

¡Calla! Que no da risa. - contesto Daniel.

Hay viene. - sonreí y mire a kati, en su rostro se veía la desesperación., cuando llego a nosotros se tiró al suelo.

Esta largo el camino. - hablo muy agitada.
Alguien trae agua! - dio un gritillo y David saco su mini botella de agua, nueva.
Gracias. - rio.

¡Ya es hora! - grite y kati me callo.

¡Espera! Que casi muero. - sonrió y se levantó del suelo.
Vámonos. - cada uno tomo su mochila y maletas, entregamos los boletos y salimos a donde están las aves gigantes y subimos a él.
Ni hablar como íbamos acomodados, cada uno con su pareja, o próxima pareja.

¿Bueno y cuanto durara el viaje? - le pregunto kati a Daniel.

Solo 12 horas. – sonrió tranquilo.

¿Que? – renegó kati.
Es broma verdad? - sonrió y Daniel la miro serio.

No es broma. - céreo los ojos

Bueno, entonces tendré que dormir 12 horas – se acomodó en el asiento.

Vaya floja que eres. - le susurro Daniel.

Calla que tu no corriste un maratón de 10 minutos hace un rato. - rio.

Hubieras visto tu cara. - sonrió Daniel.

¡Oh! Que pesado eres eh. - le saco la lengua y el chico la agarro, Kati solo lo miro impresionada.

Vaya que es pequeña. – lo escucho decir mientras la observaba.

Eja mi legua. – lo miro molesta, pero el comenzó a reír.

No. – se acercó a ella.

yaaaa.. - hizo puchero.

Solo porque estas de llorona. - la soltó y ella le dio un golpe. Lo miro molesta y se cruzó de brazos, Daniel beso su mejilla y la morena tenía las mejillas rojas.

Ya no te enojes. - sonrió.
¿Ya me perdonas?

No, o sea agarraste mi lengua con tu mano - lo miro, y ella se volvió, el chico volvió a besar su mejilla y sonrío.

Te has puesto como un tomate. – Kati lo miro, sabía que era verdad.

Nada de eso. – sonrío la morena nerviosa.

Te ves hermosa. - la miro todo rojo.

¿Por qué estas rojo Dan? – pregunto la chica riéndose.

Me pones nervioso. – ambos se sonrieron y llevaron la vista al frente, ya que las azafatas estaban dando las indicaciones. El avión despego y lo único que podíamos hacer en él era platicar, comer o dormir, ¡ha! y besarnos.

David. - hable.

¿Qué pasa? - la miro con ojo medio abierto.

¿Y si nos quieren separar? - puse la cabeza en su hombro.

Nadie, lo hará. - beso mi frente.

¿Me lo prometes? - lo voltee a ver.

Te lo prometo. - sonrío y me beso.

En todas las horas, David y yo dormíamos, comíamos, reíamos, cantábamos. veíamos revistas. Y también hacíamos que todo el avión nos callara de repente.
Daniel y Kati, se veían felices y muy platicadores, me toco verlos dormir, veían lindos la morena estaba recargada en el hombro de Dan y su mano en el pecho, la mano de Daniel estaba rodeando la cintura de Kati llame a David para que los observara también, ambos no miramos y reímos..
Estos dos si van a quedar "pensé".

____.. – escuche su voz y unos pequeños movimientos.
Ya hemos llegado dormilona. - beso mi mejilla.

No. estoy a gusto aqui. - sonreí.

Anda ya vámonos. - rio.
Somos los últimos, todos están abajo.

Levante mi cabeza, y en efecto en el avión no había nadie, tome mi bolso y bajamos los dos, tenía ganas de ver a papá y a mi nana.
La amo tanto, seguramente el señor Álvaro ya nos estaba esperando, le avise cuando el avión estaba despegando, llegamos a la entrada del aeropuerto y el chofer de los chicos ya estaba ahí, no querían irse sin vernos primero a nosotros tomar nuestro carro, pero les convencimos con decirles que papá vendría por nosotras y claro el vendría por nosotras, nos despedimos y ellos se fueron.
Duramos 30 minutos más 1na hora que ya teníamos, claro ya era la 1 de la mañana, estaba molesta y preocupada, tuve que pagar un Uber para que nos llevara a casa, maldita sea, que pena con Kati, este hombre dejo a su hija abandonada y le valió una mierda. Llegamos a casa y mi nana estaba en la sala.

Cariño. - sonrío y nos abrazó.
Qué bueno que llegan. – sonaba más tranquila.
Me tenían muy preocupada. - hizo una mueca.

Pues dile eso a Álvaro nana, que a tu niño se le olvido ir por nosotras - hable molesta.

No ha venido a casa desde ayer hija. - hablo angustiada.

¿Que? – respondí confundida y trague saliva, Kati me miro preocupada.
Que carajos le pasa - renegué.

Desde que te fuiste, solo una vez volvió a casa, las otras no, el día que te fuiste trajo a 2 chicas aqui, cuando yo no estaba. Fui a visitar a mi hermana- la vi tallarse las manos, en su rostro se notaba que estaba preocupadísima.

¿Qué has dicho nana? - un nudo se me formo en mi garganta.
Está siendo un patán. - la abrace y Kati me miro triste.

Ya vera señora Ana que volverá sano y salvo - el tomo de las manos.

Eso espero niña Kati- le sonrío triste.

Obligue a nana a que se fuera a descansar y lleve a kati al cuarto de visitas que estaba casi al fondo.
Le di sabanas limpias y la ayude a acomodar sus cosas, charlamos un poco y la deje dormir, ya eran las 3 de la mañana y vi a papa entrar a la casa ahogado del alcohol, jamás lo había visto así, mis ojos llorosos lo miraban con decepción y el me miro con cara de confusión y rio, algo como: "o mierda me olvide de ti perdóname".
Intento hablar pero lo calle y lo lleve de nuevo a afuera en el jardín.

Que bien te vez papá. – lo mire molesta, sarcástica y triste.
Vaya ejemplo – cruce mis manos mientras sentía mi labio temblar.

¡Cállate niña! tu no entiendes nada. – me grito molesto.

¡Entender que! – le grite.
¿Qué llegas borracho? ¿Qué dejas a tu hija casi 2 horas en un aeropuerto? - sentí el nudo en mi garganta. ¡No tienes vergüenza! - grite y él se acercó a mí.

No entiendes nada. – hablo con los ojos llorosos y entro a la casa, como pudo.

Yo solo lo miraba decepcionada, no sabía qué hacer, tal vez simplemente ignorarlo, se estaba destruyendo solo, donde estaba el Álvaro, trabajador, amable, sonriente, dedicado y fuerte del que un día me enamore. Pero ni siquiera yo me entendía, entre a la casa y subí a mi habitación, estaba llorando un rato, pero creo que gracias a eso pude descansar.

Amor, Traición, Sexo y Deseo..Where stories live. Discover now