1. Sin resolver

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-No tienes que esperar- Le dije a Stiles mientras esté dormitaba.



Había pasado cerca de una semana o tal vez, todo este tiempo lo habíamos pasado en el hospital a causa de mi melliza, Lydia.


-No...no tengo sueño. Te espero- Me respondió el a duras penas.


Negué mientras una sonrisa cruzaba mi rostro.


En todo este tiempo, Stiles jamas me dejo sola.


Melissa paso por allí y solo le sonrió.


Ella sabía que era imposible cambiar de parecer a Stiles.


Deje mi bolso a un lado de él, mientras entraba a la habitación de Lydia.


Ella había despertado y estaba mucho mejor que antes, así que realmente me sentía más aliviada.


Las últimas semanas habían sido un poco más tranquilas; Ya no teníamos Alfas de los cuales preocuparnos... Por lo menos no Alfas asesinos.


Nuestro única preocupación hasta ahora, eran los Argent.


Sabía que Scott se seguía viendo con Allison, a pesar de que su padre ya lo hubiera amenazado más de mil veces... Y con armas.


-¿Qué tal estás?- Pregunte a mi hermana, mientras que ella solo me veía aburrida .


Su cabello estaba completamente hecho un desastre y eso era lo que más odiaba Lydia.


-Ella se dará una ducha.-Dijo papá.


Y si, papá había vuelto solo para ver cómo estaba Lydia.


Así que cuando vio a Stiles junto a mí, de nuevo... podemos decir que no le agradó mucho.


Pero no dijo nada más, porqué mi custodia ahora era también de mamá.


-Y le estoy diciendo a Henry que puedo hacerlo totalmente por mi cuenta- Vociferó Lydia, quitándose las sabanas de encima.


Enseguida fui hasta ella y le ofrecí mi brazo.


Ella lo tomo mientras le daba una venenosa mirada a papá.


-No deberías ser tan dura- Le susurré mientras la dejaba en la puerta del baño.


-Y el no debió de tratar llevarte- Contesto para luego cerrar la puerta en mis narices.


Resople para luego golpear la puerta.


-¡Si necesitas algo solo presiona el botón del control que está allí!- Le grite.


Bueno, oficialmente comenzaba a sonar como mamá cuando éramos pequeñas.


-¡Vete de aquí!- Me dijo de vuelta, pero con solo escucharla supe que estaba riendo.


Solté una risa mientras iba hacia el espejo a tratar de acomodar el cabello.



Lydia y yo éramos casi completamente distintas; Mi cabello era negro, el de ella era de un rubio rojizo. Mis ojos eran azules, los de ella verdes. Y aún así, la forma de nuestros rostros y lo demás, eran iguales.


Aparte de todo, probablamente ella no tenía ni una sola cicatriz... más de la que se había ganado con el Alfa.



Lydia no se había convertido en una mujer lobo, ni había muerto a causa de las garras del Alfa. Aún nos quedaba investigar que era ella.


[2] Waiting For You |Teen Wolf Where stories live. Discover now