[2] Waiting For You |Teen Wolf

9.¡Feliz cumpleaños mellizas!

¡Presiento que este capítulo les gustara! Por favor lean hasta el final, tengo una pregunta que hacerles.

El sol daba directamente a mis ojos, pero aún así no quería despertar.

-Es hora, cariño- escuche decir a mi abuela.

-No. No quiero- conteste mientras escondía mi cara en la almohada.

-Tu hermana te necesita.

-Lyd estará bien- respondí con flojera.

Entonces comencé a sentir pánico. Un horrible, horrible pánico.

Abrí mis ojos de par en par, buscando por todos lados pero solo era la abuela quien me veía con ternura.

-Tienes que ayudar a tu hermana, Amara. Ella caerá a pedazos sino haces algo.

Entonces escuche un grito. Tan aterrador como la primera vez que lo escuche en el hospital.

Esta vez sí abrí mis ojos de par en par, empuje las sabanas que me estorbaban y baje a toda prisa.

-¡Lydia!- grite, mientras la buscaba por toda la casa.

Mi corazón latía a mil. Ese grito no era natural.

Entonces la vi, hecha un ovillo frente a la chimenea, balanceándose mientras las lágrimas caían.

-¿Lyd?,¿qué pasa?- pregunte mientras me dejaba caer a lado de ella.

Mi cuerpo aún dolía, recién me habían dejado salir del hospital bajo estrictos cuidados.

Mama no estaba, aún buscaba como leona al culpable de mi accidente.

Lydia no dijo nada, solo se acurrucó en mi mientras sollozaba sin control.

-Tengo miedo- susurro después de unos minutos.

La abrace con más fuerza,pensando en lo que la abuela había dicho.

Tenía que protegerla.

-Aquí estoy yo. Siempre estaré aquí- dije. Pero me fue inevitable pensar que a lo que ella le temía, no podía solucionarlo yo.

☾ ☾ ☾

-No quiero entrar- susurre a Lydia, mientras está trataba de bajarme del auto.

Ella soltó un resoplido, mientras me veía ya sin paciencia.

-¿Qué demonios pasa contigo?

-No quiero entrar a la casa de Allison, eso es todo.

-¡Amara! Tengo que mostrarle nuestros vestidos. Es nuestro cumpleaños, por favor.

Pase ambas manos sobre mi rostro.
Tal vez su mamá no estaría allí, tal vez no tenía nada de que preocuparme.

Lydia me ayudó a bajar del auto con cuidado.

-¿Me das mi celular? Tengo una llamada que hacer.