Brillitos

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Jace

-¡Papá! ya vamonos ...-el pequeño Jonathan salió corriendo de su habitación. Hoy iríamos a casa de Malec, haríamos una pequeña fiesta para los pequeños.

Magnus insistió en hacer algo especial el "día del niño" yo la verdad no tenía ni idea de qué era todo eso, pero el parecía entusiasmado de hacerlo para todos los pequeños. Por lo poco que entendí es un día en el cual se celebra a los niños, y puedes hacerlo como quieras, llevarlos de paseo, ver sus películas favoritas, prepararles su comida preferida, y hasta hacerles una pequeña fiesta. Nosotros nos encargaríamos de llevar algunos postres, Clary insistió en llevar un pastel de chocolate con cobertura de frambuesa, era lo que le fascinaba a Jonathan. Y yo, bueno yo le ayudaría a cargar el pastel.

-¿Ya llevas sweater?- le encantaba visitar a mi parabatai. Cuando nació Alec estuvo ayudándome un poco, pues quería aprender como cuidar a sus hijos cuando los tuviese, y mi hijo era muy apegado a él. En ocasiones cuando jugábamos el tomaba la estela que le había regalado Alec durante el cumpleaños de Niko, el hijo Sizzy, y el elegía ser Alec.

-Si, mamí lo lleva.

-Todo esta listo-Clary salió con un hermoso vestido color verde, que resaltaba sus ojos. Me acerque hasta donde ella y deposite un suave beso sobre sus labios.

-¿Listas?-coloque mi mano sobre su vientre, dentro de unos tres meses tendríamos una pequeña, y yo seguía igual de emocionado como cuando supe que sería padre de Jonathan, y él también estaba muy emocionado.

-Si cariño-sonrió ampliamente, cuando la pequeña dio una ligera patada- Jonathan, ven...-el pequeño se acerco con cuidado, ella tomo su mano y la coloco sobre su vientre.

-¿Esta feliz?-los ojos de mi pequeño brillaban.

-Claro que si, esta feliz. Y sobre todo de saber que seremos su familia.

Y era verdad, yo estaba muy orgulloso de la familia que tenía. No la cambiaría por nada, daría todo de mi, por verla siempre feliz.

Magnus

Estaba acomodando todo en la casa, hoy vendrían los nephilim para celebrar el día del niño. Sería el primer año que lo haríamos, era algo que quería que mis pequeños experimentaban. Alexander y yo queríamos que ellos fueran los niños más felices del mundo.

-Garbancito ¿Ya están los macarrones? -entre a la cocina, todo estaba hecho un desorden. Llevábamos desde muy temprano arreglando todo, y como era sorpresa para los pequeños, estaban con Maryse en el parque. A ella le encantaba estar con ellos, era una abuelita muy tierna, y además joven. Y Robert, bueno, al menos nos visitaba, supongo que eso ya era un progreso.

-Si, ya esta casi todo...-se giro a verme, y no pude aguantar una carcajada. Tenía toda la cara manchada de harina y un poco de canela-. ¿Qué .... qué tengo?-me miro horrorizado.

-Estas... estas...-me acerque aun riendo, tome un paño y limpie su rostro-. Ya esta.- Miró detrás mio, y abrió de par en par los ojos.

-¡Ya están por llegar! -miró a su alrededor- No acabare a tiempo-reí un poco, él también estaba emocionado por todo esto, trate de explicarle a grandes rasgos, y aunque nunca hubiese tenido un día del niño, tenía muchas ideas.

-Garbancito-lo tomé de las mejillas he hice que me viera a los ojos- tranquilo, tu cocinaste, yo limpiare.-Chasquee mis dedos y todo quedo ordenado, hasta nosotros.

Simón

-¿Empacaste todo?-Izzy llego con los dos pequeños ya cambiados, Niko traía puesto su traje de capitán america, y Sam con un lindo vestido.

Malec Iniciando...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora