Prison (Undertale)

Capitulo 1: ¿Para siempre?

-Siempre estaremos juntos, ¿verdad?- Pregunto tímidamente la chica.

Su compañero, sin utilizar alguna palabra para responderle, se acercó a ella y le planto un beso en los labios. Este era un simple roce de labios, pero viniendo de él, era suficiente para que Frisk sonriera. Ella estaba contenta, porque después de todo... Era una promesa ¿no?

--------------------------------------------------------------------------------------

Era una noche tranquila, normal para la mayoría, menos para Frisk. La joven de 16 años, miraba con horror desde su ventana, las enormes llamas que se propagaban desde lo alto del monte. Al parecer otra batalla comenzaba, seguramente protagonizada por algún "monstruo" contra un grupo de humanos. Todos sabían el porqué de estas, pero en vez de alarmarse o preocuparse por ello, confiaban totalmente en que todo estaría bien.

Por su parte, Frisk era la única persona que tomaba aquello como una llamada de auxilio, el grito desesperado de aquella persona que estaba a punto de ser condenada injustamente en lo alto de aquel monte.

La chica sin aguantar otro segundo más, cerró las cortinas y salió de su cuarto, para bajar las escaleras que la conducirían a la entrada principal. Por más que ella fuera cuidadosa para no ser descubierta, la escalera al estar hecha de madera, delataba fácilmente su presencia a causa del sonido de sus pasos.

-¿Adónde vas?- Pregunto, la madre de ella demandantemente.

No era raro que la chica intentara escapar cuando ocurrían esos episodios. Ella al verse descubierta, aparento que se dirigía a la cocina, cuando apenas hace unas horas había cenado.

-¿Por cuanto tiempo vas a seguir con esa actitud?- Expreso con disgusto, la madre de ella- Puede que la gente haya aceptado ignorar tus actos, pero ya estas saliéndote de control. Tu padre no va a poder seguir cubriendo todo lo que haces, Frisk.

-Nunca le pedí que lo hiciera... - Respondió con un deje de molestia, evitando mirarla directamente- Además...si están encerrando a esas personas solo por sus habilidades, entonces ¿porque papa no se encierra igualmente? ¿O me dirán que la barrera, que encierra a esas personas, se creó de la "nada"?.

Su padre había creado esa barrera, eso ya ella lo sabía, y también sabia los motivos del porque el quería proteger a los humanos de los "monstruos". El solo lo hacía para protegerse a sí mismo y ganarse el respeto de la gente, haciéndoles creer que él también era una de las víctimas, cuando él tampoco era "normal". Y nada de esto era por el bien de nadie, solo era una tonta excusa para llevarse el crédito.

Sin querer esperar la respuesta de su madre, decidió regresar a su habitación. Frisk ya no iba a quedarse con los brazos cruzados y estaba determinada a acabar con toda esa injusticia. No solo porque estaba mal, sino porque también le habían arrebatado a la persona que más le importaba.

Ella fijo su mirada hacia la ventana, pero esta vez solo centrándose en la esquina de esta. Ahí se encontraba un pequeño jarrón, en donde reposaba una flor, que hace meses había perdido todo su color, dejando solo pétalos marchitos y hojas secas. Tal vez ella ya debería haberla cambiado por otra, pero no era la apariencia lo que hacía importante aquella flor, si no los recuerdos que esta llevaba.

Frisk, a causa del golpe de recuerdos, no pudo evitar que la culpa la consumiera y las lágrimas empezaran a brotar. Ya habían pasado meses y él seguía allá. Por su culpa. Si tan solo ella hubiera permanecido a su lado...

-Lo siento...Chara- Susurro para sí misma, como si de alguna forma estas palabras pudieran llegarle a dicha persona. Por un momento, se sintió estúpida, no solo por el simple hecho de hablar sola, sino porque llevaba meses sin tener éxito en encontrar aquel abismo para salvar a Chara. Ese lugar estaba oculto para que nadie callera accidentalmente y solamente era visible para algunas personas. Ya había intentado seguir a su padre, pero este siempre terminaba descubriéndola. Y la otra opción era cometer algún delito "serio" y tal vez la condenarían, sin embargo, como alguna vez le había dicho Chara, ella era muy asustadiza para esas cosas.

Pero ya no iba a temer más.

Frisk saco del cajón, una navaja y la guardo en su mochila. Hace tiempo que Chara se la había dado para defensa personal y por miedo nunca le dio uso. Y ahora, la utilizaría para otras razones.