"La debilidad de Saitama"

Capitulo 2: "Él discurso que enciende corazones"

"Sabes, me entristece verte así, en especial porque soy de los pocos que reconocen tu gran poder" se sujetaba la frente tratando de procesar el actuar del calvo "pero mirate no eres más que un cobarde, cualquier otro habría hecho pedazos al enemigo si lastiman a un ser querido, pero tu solo estas ahí tirado, me decepcionas, debería patearte mil veces por esto, porque si fuera un dicipulo mio yo no perdonaría al culpable. fue un error respetarte, te haces llamar heroe y ni un hombre eres, muere tu compaňero y tu solo te hechas a llorar, si él estuviera vivo, si Genos te viera..." Saitama interrumpió el discurso enfurecido con un golpe al suelo, mandando a volar todo incluyendo al sujeto, tanta fué la magnitud que muchos edificios cercanos incluso se derrumbaron. Antes de que cayera del impacto, lo tomo del cuello y lo entrangulo contra la pared con un rostro que reflejaba un odio que ni el más valiente quisiera enfrentar. "Vuelves a mencionarlo y te hare sentir que el infierno es mejor opción que enfrentarte a mi." El anciano sonrió. "Así me gusta jovén, pero no soy tu enemigo ni pretendo serlo, solo quizé abrirte los ojos, tu y yo sabemos que murio feliz siendo un heroé, sabiendo que tu lo vengarias y salvarias esta ciudad, sabes que el ahora se encuentra en paz, no podía quedarme de brazos cruzados viendo como tu arruinabas la imagen que el tenía de ti". Comenzo a llover y nuestro heroe apreto su puňo pensativo... "gracias Bang. No importa quien sea, pagara y muy caro, lo haré sufrir, lo haré gritar, lo haré sangrar..." se seco sus lagrimas, se puso más serio que nunca y fué en busca del asesino de su felicidad. Cada paso que daba rompía por completo el suelo, de vez en cuando se detenía a recordar, pensar que solo se conocieron por casualidad, él todo desnudo y el androide todo daňado, en ese entonces no le importaba, pero ahora le daba mucha verguenza imaginar la situación. la recordaría desde hoy como la más linda casualidad. Recobro sus ganas, volvió a sonreir pero no pudo contener nuevamente que sus ojos brillaran por las lagrimas.
 Llego hasta el fin del camino, el momento de la verdad, de hacer valer la vida de su compaňero. Cada uno de sus musculos se marcaban, las venas de su cabeza por poco se salían ya que en lo unico que pensaba era en hacer pedazos al rival. Había una batalla entre cientos de heroes y un sujeto de traje similar al que usan los angeles o dioses en las peliculas y lo que más llamaba la atención que incluso lo hizo abrir grandes ojos esque era calvo. A la vista humana parecía invensible, puesto que en horas de golpes de todo tipo nadie le había hecho ni un rasguňo, ya no se le podía llamar batalla, puesto que solo era ver caer heroe tras otro. Dejo de observar, decidio llamar la atención gritando a todo pulmón "¡ya básta¡ vallanse, yo sere quien lo enfrente. No quiero que alguien más resulte herido". Todos miraron y se rieron a carcajadas, lo ignoraron e intentaron seguir la lucha, entonces Saitama con un golpe debil al aire destrozo el lugar, de carcajadas pasaron a temblar y a huir, menos aquel sujeto, Se encontraba en calma como si tomara por hecho que en este planeta nadie podría hacerle frente. "Imagino que tu asesinaste a Genos" nisiquiera dio tiempo para una respuesta, intento golpearlo con todas sus fuerzas esperando acabar con él infeliz de una vez, su puňo no se veía a tal velocidad, pero este igual fue esquivado y no solo eso, le respondieron con uno que lo enterro en el piso, se levanto con rapidez e intento atacar otra vez, el resultado fue el mismo y esta vez obtuvo una golpiza mucho peor, algo andaba mal, se sentía débil, podría ser que también supiera el secreto del poder, ¿habrá entrenado tanto como él? Su calvicie no podía ser solo coincidencia. Recibia puňetazo tras otro, su vista se nublabla y fué cuando recordó una de las tantas charlas con el androide.