"La debilidad de Saitama"

Capitulo 4: "Nos volveremos a encontrar"

Su vista estaba ya media borrosa por tanta golpiza, al parecer había estado bastante tiempo entre sus recuerdos, cerro su ojos tranquilo y cuando llego el siguiente puňetazo del calvo rival ya no sufrió ningún daňo, niquiera se movio, ni un solo centimetro.
volvio abrir los ojos de forma bruzca y de un golpe veloz mando a volar al enemigo, sin embargo este en vez de sufrir con el ataque parecia simplemente disfrutarlo.

"Hasta que te dignaste a luchar, yo ya me estaba decepcionando de ti, no sabes lo mucho que espere nuestro encuentro, pero espero que ese golpesito no haya sido todo lo que tienes."

Saitama se enfurecio, apreto tanto los dientes que el crujido se escucho incluso a lo lejos, el antiheroe  no solo había asesinado a sangre fria a su compaňero, si no que era muy posible que solo lo haya hecho para llamar su atención y enfrentarlo.

"No tengo idea de quien eres ni me interesa saber tu razón de querer luchar contra mi, pero de algo si estoy seguro, hoy moriras."

Ambos calvos comenzaron atacarse con todas sus fuerzas, cada vez que sus puňos chocaban se destruia todo a su alrededor, se lanzaban entre los edificios a una velocidad increible, parecían rayos al impactarse entre ambos.

De vez en cuando al de capa se le iban unas lagrimas, era incapaz de sacarse de la mente a Genos y esto permitía que su contrincante sacar ventaja, toda su vida deseó un rival como este, pero ahora solo quería que el jamás hubiera existido y así tener de vuelta a su amigo.

"Dejate llorar de una vez, no puedo creer que llegue esta batalla soňada y tu solo te dediques a ser un cobarde, no comprendo entonces para que me deseaste"

Al oir estar palabras el heroé sintio un escalosfrio enorme.

"De que estas hablando" -su cara se desfiguro, sus ojos estallaron en lagrimas

"¿Acaso no te das cuenta de nuestro parecido? Yo solo existo porque tu así lo quisiste, pediste un ser capaz de hacerte frente, solo podias ser tu mismo y aquí estoy, tampoco me heches la culpa de la muerte de ese pedazo de lata, si alfinal la culpa la tienes tu y solo tú."

Saitama no pudo escucharlo más, se lanzo contra el y de un golpe lo mando al piso, lo golpeo hasta hundirlo en escombros, y ni eso era suficiente, recurrio a patadas, su cabeza no era capaz de entender como era posible que el deseo que pedía cada noche se haya cumplido y solo haya traido tragedia, sentía que en este mundo no existiria nada que lo consolara, termino por hacer polvo a su copia y ni así dejo de atacarlo, pero el villano nunca dejo de sonreir -"No importa si me matas, no curaras esa herida en el corazón, tampoco hay forma de sanar tal dolor, nisiquiera verme muerto te aliviara, puesto que yo disfruto que alfin alguien me pudo vencer..." este discurso del malvado solo logro que Saitama aumentara descontrol, en el planeta comenzaron a sentirse uno que otro temblor por la fuerza y furia que ocupaba, estuvo golpeando así hasta caer rendido entre la pena y el cansancio, ya del Alterno no quedaba más que un rostro destrozado.

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Pasaron horas antes de volver abrir los ojos, pero no parecia el mismo lugar donde cayo rendido, eran nubes por donde mirara, se pregunto así mismo si habría muerto, de todos modos no le preocupaba, vivir con todo lo que paso no valia la pena, comenzo a vagar, era extraňo porque no sintio en ningún momento la necesidad de respirar o alguna otra sensación, cada vez se confirmaba aún más que su vida había concluido, hasta que una sombra interrumpio su paso, un ser completamente humano, jovén y rubio, no estaba totalmente seguro, pero asumió que aquel era su compaňero, fué incapaz de darle la cara por lo que solo miro al piso.

"No me mires, soy una verguenza, de seguro estas decepcionado y lo entiendo, no merezco tu aprecio."

El rubio se acerco con una sonrisa

"Al contrario sensei, hoy no pude ser más feliz, lo unico que lamento es no poder haber sido lo suficientemente fuerte como para vivir a su lado, sin embargo ver su preocupación, apreciar todo lo que sintio hoy al perderme, fué una sensanción imposible de describir, hace mucho no sentia el fuego interior que da el corazón, y eso solo lo pudo lograr usted"

Saitama lo abrazo por primera vez, pero sin duda hubiera querido hacerlo siempre.

"Desde ahora entrenaremos a diario juntos, seremos un equipo inseparable, no volveras a ser destruido, tu y yo..." Genos lo interrumpió con una lagrima, quien parecía mucho más maduro de lo que recordaba. Le tomo el hombro a su amigo

"Lo lamento mucho, no podra ser... ya que usted... usted no ha muerto, se que es duro, yo almenos no dejo de sufrir, pero no puedes morir, muchos abajo dependen de tí, incluso mi meta en la vida queda en usted, solo le pedire que no se rinda, debe superarme y saber que a mi ya me hizo feliz, tarde o temprano nos volveremos a encontrar y cuando pase los dos seremos inseparables..."

La vista del de traje amarillo se nublo y no vio nunca más a su compaňero que llevaria cada segundo de la vida en su pecho, se levanto entre los destrozos y camino esperando el día para cumplir su misión, desde ahí ni una oferta lo hizo sonreir otra vez, pero sabía bien que cuando llegara la hora volvería a ser feliz.