Capitulo 3: "Él Corazón de un verdadero héroe"

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Se encontraban en unas termas, fue la primera vez que genos hablo tan serio.

"Sensei, creo que ya entendí la razón de su gran poder."

Al principio se molestó, lanzándole agua para que no siguiera con el tema de siempre
"¿No eres capaz de entender que solo fue mi duro entrenamiento?"

Genos se acercó mirandolo serio, haciendo que el calvo se sintiera más intimidado que nunca, pero aún así continuó;
"Usted no me esta entendiendo, la razón de su poder esta aquí en su corazón" a la par de sus palabras acercó su metalica mano al frio pecho de su mentor. " porque su razón de ser héroe es pura, usted es una buena persona y puso todo por llegar a lo que es hoy."

El héroe frunció el seño incrédulo. "¿Por qué me estas diciendo todo esto?" El rubio comenzo a encender sus propulsores y a tener más de un cortocircuito de la verguenza, con las llamas hizo hervir más el agua y eso puso un ambiente bastante apasionado.
"Se lo digo porque pienso que yo jamás sere tan fuerte, ya que al convertirme en lo que soy tuve que perder mi corazón..."

Genos bajó la mirada, sintiendose avergonzado por su emotivo discurso, haciendo que sus brazos emitieran un leve brillo que poco a poco aumentaría junto con el calor que emanaba. "En un comienzo, cuando descubrí esto estaba triste, pero luego con el tiempo supe que cada vez que alguien me venciera, Saitama sensei llegaría y lo acabaría sin problemás, entonces me dije a mi mismo; ¿Qué importa si no tengo mi corazón? Si tengo uno mucho mejor a mi lado..."

Sus propulsores aumentaron su potencia al decir aquello, calentando el agua a temperaturas cada vez mas altas.
Miró fijo al calvo esperando que le respondiera de la misma manera, pero este no supo cómo.

En ese entonces no sentía grandes cosas por su acompaňante como para emocionarse por aquel discurso y hoy lamentaba con toda su alma no haber expresado aunque sea un poco más.

Pero ya era tarde para lamentarse, en su momento solo atinó a seguir la conversación. "¿Qué hay de los Kaijin que enfrentamos a diario? Ellos para nada tienen buen corazón y como ves para los demás son bastante poderosos ¿no crees?" El androide sonrió de forma extraňa teniendo en su mente cada acertijo resuelto, dejando al héroe totalmente perdido en la conversacion.
Pensó incluso en salirse ya de las termas, no le afectaba que tomara confianza pero tampoco iba a dejar que todo se saliera de control, aún así, quería saber cual era el punto de su compañero, la charla lo tenia intrigado como para dar un paso atrás o quizás le comenzaba a gustar la actitud del Cyborg, por lo que continuó atento a cada palabra que pudiese salí de sus finos labios.
"Efectivamente son poderosos, tanto como para que más de uno logre derrotarme, porque su corazón se alimenta de odio y maldad." Sus palabras le hicieron recordar la destrucción de su hogar y todo lo que alguna vez fue su vida. Se acercó inconscientemente a su maestro, aferrándose a su brazo ante el horrible recuerdo.
El ambiente que se tornó le hacia ver tan vulnerable, el humo se escapaba de sus brazos y pecho y el vapor del agua ya hirviendo no ayudaba demasiado. "Pero como ve esa forma de obtener poder es limitada, no como usted, yo aseguro que usted sensei es invencible, pero debo advertirle que esto no es el verdadero mensaje que yo quiero darle." El lampiño miró confundido, volteando la cabeza con la boca semi abierta, como si hubiese quedado sin palabras. "A lo quiero llegar sensei, es que la poca gente de buen corazón tiene una debilidad..."

En entonces aquello lo encontró absurdo, ni alienígenas pudieron siquiera hacerle daño, no tenía sentido que tuviera alguna debilidad "Basta de rodeos, ve al grano." exigió acercándose.

Hubo un silencio, a esta altura entre tanta charla y sentimientos ambos se encontraban bastante cerca uno del otro, atentos a cualquier acto del contrario. Solo se escuchaban las respiraciones pesadas por la tensión mezclarse entre si a causa del extraño discurso del cyborg. Tan cerca...

"Su debilidad es..."

Se detuvo al darse cuenta de que ya no quedaba nada de agua debido a la temperatura que este alcanzó al ponerse tan nervioso ante la situación, logró que esta se evaporara por completo.
Genos casi en llamas se levantó, dejando a Saitama enfurecido por la duda, puesto que fueron horas de espera solo para dejarlo con las ganas de saber a que quería llegar su amigo.

Ya al estar lejos pudo tranquilizar sus revoluciones, su mente divagaba entre sus sentimientos, repitiéndose constantemente en su cabeza que lo que mas deseaba era ser él.

Su debilidad.

Ahora todo tenía sentido para el Héroe, esa era su debilidad, perder a un ser querido. Aquella vez su compañero no mencionó nada, quizá pensando que no tenía realmente uno, pero sin duda hoy lo quería como a nadie, y lo peor es que a la única persona a la cual debía proteger...

ya la había perdido.

"La debilidad de Saitama"Where stories live. Discover now