Capitulo 2

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Al llegar la hora del receso, un grupo de chicas se acercó conmigo. Aquellas chicas se veían agradables. Y de todo aquel grupo de chicas, se acercó una chica de tez blanca y cabello castaño y me sonrió.

-Hola ¿Eres nueva verdad?-dijo aquella chica mientras me observaba

-Hola, y si soy nueva-le respondí con una sonrisa

-¿Quieres sentarte con nosotros en la cafetería?-me pregunto la castaña

-Seguro-le respondí

Después de lo dicho, la chica me hizo señas para irme con ella y su grupo de amigas, y las seguí hasta llegar a la cafetería.

Después, la castaña, su grupito y yo nos formamos en la fila de comida.

Pero, yo sentía que alguien o alguienes me observaban, lo cual hizo sentirme incómoda.

Mire hacia los lados y observe a unas chicas con el traje de porristas, que se reían.

Desconozco la razón de su inmensa alegría.

Típico de las escuelas, siempre abran las chicas delgadas, con las facciones perfectas, ropa de marca, cuerpo perfecto, a los chicos perfectos...bueno, en resumen, chicas perfectas, rodeadas de perfección.

Por una parte les tengo envidia a ese tipo de personas.

¿Y porque?

Esas chicas, pueden conseguir tantas cosas solamente por tener la cara bonita y el cuerpo bonito.

Y gracias a eso, tienen: A casi todos los chicos rendidos a sus pies, tener muchos amigos y amigas, lucir los vestidos, ser modelos...que las acepte la sociedad.

Yo en cambio, soy una chica con unos cuantos kilos de más.

Pero, aun asi, soy feliz con mi vida y lo que tengo...pero aveces me pregunto ¿Que se sentira ser una de aquellas chicas?

Eso, tal vez nunca lo sabré, o al menos que me convierta en una.

Estaba perdida en mis pensamientos, hasta que escuche como alguien tronaba sus dedos para que reaccionara.

-Oye gorda, no tengo todo tu tiempo-me dijo una de las chicas de la mesa de porristas

-¿Perdón?-le pregunté a la chica, pensando que había escuchado mal lo que me había dicho

-Señorita mentaca, no tengo su tiempo, mueve tu gordo trasero flácido, o quitate de la fila si no vas a comer nada, y deja de ver a mis amigas, se que quisieras tener nuestras vidas, pero tu señorita manteca, no lograras nada-me dijo aquella chica mientras comenzó a reírse

Sus palabras me ofendieron un poco, pero no permitiré que esa tipa me arruine mi primer dia de clases.

-Alison, deja en paz a _____-comento la castaña enojada

-Camille ¿Porque defiendes a esta bola de manteca?-comentó burlandose la chica cuyo cuál nombre al parecer es Alison

-No la llames asi, ella es una persona y merece respeto, y deja de ser tan engreída-comento la castaña cuyo nombre al parecer es Camille

-Hay Camille, algun dia aprenderas-comentó Alison y dio media vuelta y se fue muy meneada a la mesa con las demás porristas

-No le hagas caso, ella es asi, siempre anda insultando a las personas-me comentó Camille mientras nos dirigimos a una mesa de la esquina

-Nunca alguien me a dicho tal cosa-le comente a Camille mientras agachaba mi cabeza

-Hey ¿Vas a permitir que su comentario te haga daño? ¿Le vas a hacer caso?-me comentó Camille mientras levantaba una ceja

Las palabras de Camille son muy ciertas, solamente es un comentario de una chica engreída y presumida, y no permitiré que alguien me unda.

-No, no le voy a hacer caso, ella no es nadie para arruinarme el dia-le dije mientras mantenía la cara en alto

-Esa es la actitud chica, por cierto ¿Cual es tu nombre?-me preguntó Camille

-Mi nombre es _____ y al parecer el tuyo es Camille ¿es correcto?-le comente a la castaña

-Es un gusto ______, y si, es correcto, mi nombre es Camille-me dijo la castaña con una sonrisa

No dijimos otra palabra hasta llegar a la mesa.

Cuando llegamos a la mesa, Camille me presentó a sus amigas, sus amigas eran: Katie, Kelly, Melody y Aby

Katie y Kelly son gemelas, tienen el cabello castaño y ondulado, y ojos verdes, tez blanca y las dos son altas.

Aby, es una chica morena, cabello lacio que le llega a los hombros, estatura baja y ojos cafes.

Y Melody es la única rubia del grupo.

Todas aquellas chicas son amigables y se ven agradables, tal vez con aquellas chicas pueda encontrar una gran amistad.

(...)

Al terminar la hora del receso, las chicas y yo nos retiramos de la cafetería y nos fuimos a nuestros respectivos salones de clase, para mi desgracia, no tenía ninguna clase que coincidiera con alguna de ellas, asi que tenia dos opciones: Hablarle a alguna otra persona o no hablarle a nadie.

Y tal vez opte por la segunda.

Yo caminaba por los pasillos con la mirada abajo, mientras abrazaba mis libros.

Y de repente choque con alguien y mis libros salieron disparados por los lados.

-Maldición-dije en voz baja mientras buscaba mis libros por todos lados

Me faltaba tomar un libro, tomé el libro, pero al mismo tiempo, una mano también lo hizo.

Mire hacia arriba, y me encontré con una gran sorpresa.

Era un chico quien me estaba ayudando a recoger mis libros.

Esto era algo que nunca me llego a pasar alguna vez.

Hasta ahora.

El chico me extendió el libro y me lo entregó.

-Perdoname por haber tumbado tus libros-me dijo el chico cabizbajo

¿Realmente esto es real? ¿Ese chico me dijo eso a mi?

-No te preocupes, fue un accidente, al menos, me ayudaste a juntarlos, gracias-le respondí un poco nerviosa, mientras me alejaba de el

Lo que acaba de pasar hace unos segundos me pareció muy extraño.

Normalmente, todos los chicos guapos como el, son unos egocentricos.

Cualquier otro chico, se hubiera largado y me hubiera dejado sola juntando los libros

Cualquier otro, menos el.

De repente, sentí que alguien me empujo hacia la pared, haciendo que me lastimaron los huesos.

Mire quién había hecho ese acto, y observe que era la porrista de la cafetería.

Alison.

-Mira bola de manteca, mantente alejada de José Miguel, o sufriras las consecuencias-me advirtió Alison

-¿Quien es Jose Miguel y porque quieres que me aleje de él?-le pregunté confundida, ya que no sabia el porque quería que hiciera eso

-¿Porque eres tan ingenua bola grasienta? José Miguel es el chico que te ayudo a recoger tus libros, y tu, te alejaras de él, porque es mi novio, y no quiero que lo dejes grasiento, y si te acercas, te voy a exprimir toda la grasa que tienes en tu maldito cuerpo-dicho esto, me aventó hacia el piso, y con esto caí, y ella se alejó de mí, riendo a carcajadas

Vaya chica, piensa que puede controlarme.

Me levanté del piso, recogí nuevamente mis libros y me levanté y seguí caminando hasta llegar a la aula de clases.



Bullying (Jos Canela)Where stories live. Discover now