Ana

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Recorre mi cuerpo con sus dedos mientras nos besamos. Empiezo a temblar, los recuerdos me llueven coloco mis manos en su pecho, en señal de rechazo pero esos malos momentos son reemplazados por todo lo que he vivido en estos días con Pablo, las risas, su compañía, sus gestos amables. Todo, ha hecho que deje de recordar todo el infierno que vivi y que me enfoque en sus besos.

Empieza a besarme el cuello y desciende hacia mi clavícula, suspiro.
Acaricia mi cintura y vuelve a mi boca, devorándola dulcemente. Mis manos empiezan a buscar los botones de su camisa. Me siento tan cómoda con él, entre nosotros es algo natural, no tengo miedo. Y eso que que es la primera vez, me deshago de su camisa dejando a la vista un cuerpo bien trabajado, mis hormonas se alborotan

Me recuesta en la cama y yo acaricio cada rincón de su torso, sigue explorando todas las partes de mi. Se detiene y me mira a los ojos

- ¿Estás segura de continuar? Porque creo que ya no podré detenerme — lo miro, es tan tierno. Cuidándome aún mientras hacemos el amor, me siento tan dichosa de tenerlo. Mis manos dejan de jugar con su torso y la subo hacia su mejilla, rozando mis dedos con su barba

- Nunca me había sentido tan segura en toda mi vida — respiro profundamente, estoy completamente segura de lo que diré — te quiero

Me sonríe, como nunca antes lo había visto, sus ojos brillan intensamente

- Yo también te quiero, Annie — y me besa apasionadamente, nos damos cuenta de que la ropa estorba y los deshacemos de ella. Podrá haber pasado todos estos años sufriendo, destruyéndome la vida, pero todo ese dolor se reduce a nada teniéndolo a él. Me siento tan protegida y tan feliz, me sonríe y finalmente, nos volvemos uno

Twitter [Pablo Alborán]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora