Epílogo

9.6K 443 25
                                    

Nerea camino rápidamente al colegio donde su hija cursaba segundo año de básica.

Reviso su celular, 9:35 am iba tarde y no tenía ningún mensaje de Andrew. Presiono llamar y comenzó a correr.

- ¿Aló? – su voz sonó agitada por estar corriendo y la voz calmada de Andrew se hizo escuchar.

-Nerea, ¿donde demonio estas?

-Estoy llegando, guard... ¡Mierda!

Se escuchó un chirrido de autos y el celular de Nerea toco el suelo. Andrew comenzó a llamar el nombre de su esposa y al solo escuchar murmullos y gente insultar se alarmo.
Se alarmo aún más cuando cortaron la llamada, comenzó a sudar y suspira nervioso.

Nerea enojada sacudió su ropa y miro indignada al chofer del auto, que seguía tranquilo en su asiento. Puso amabas manos en su cadera y negó con la cabeza.

-¡Tienes que tener más cuidado, animal!

El desabrocho su cinturón de seguridad y bajo de su auto.

-Tú tienes que ver por donde caminas, niña. – se acercó peligrosamente a mí y yo solo lo quede viendo mal.

-¡Estaba en verde tú tenías que parar, imbécil!

Nerea se dio la vuelta buscando su celular, pero no lo veía. Suspiro enojada, entre tanta gente seguramente lo habían tomado.

Se dio por vencida, miro al dueño del auto que seguía parado ahí, le saco el dedo del medio y salió corriendo de nuevo.

Al estar en la esquina del colegio, comenzó a caminar y vi a Andrew tirando su cabello desesperadamente, trote hasta él y tomo su mano comenzando a correr.

Pero él al verla, le dio la vuelta abrazándola fuerte.

-¿Qué... que sucede? – se escuchaba como él murmuraba cosas que no se podían entender.

-¡No hagas eso de nuevo! – ella lo miro desconcentrada, ¿Hacer qué?

-¿Qué cosa hice? – este la separado mirándole a los ojos.

-¡Soltar el celular! ¡Pensé que te había pasado algo! – ella suspiro tranquila y tome nuevamente su mano y camino directo a la entrada.

-No pasó nada, ahora tenemos un acto que ver. – este sonrió y se acercó a ella besándole.

Ambos caminaron al gimnasio, donde sería el acto donde su hija ya de 4 años bailaría

Corriendo a sus asientos y su pequeña se encontraba arriba del escenario en fila con sus demás compañeras, busco con su mirada hasta parar en nosotros y nos sonrió moviendo la manito.

El acto comenzó y Andrew sigilosamente se acercó al escenario con cámara en mano

-¡Andrew! – grite entre susurros, la cámara distraería a Courtney.

Pero este no me escucho y siguió sacando fotos, gracias a Dios Courtney no se distrajo e incluso le sonrió a la cámara.

Nerea suspiro de alivio y relajada siguió viendo a su criaturita bailar.

Al terminar el acto, bajaron en fila y mi hija corrió a nosotros. Andrew la cargo amorosamente y beso su mejilla repetidas veces, les sonríe y luego la cargue yo.

-¡Bailas mejor que tu padre! – ella me sonrió y Andrew me miro feo, solté una risa.

Baje a mi hija y tome una de sus manos y Andrew la otras, los tres salimos caminando del gimnasio y fuimos a buscar las cosas que ella había dejado en su salita.

Ni la primera, ni la ultima. EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora