Mi nombre es Hailey Evans Collins y tengo una hermana gemela, somos totalmente diferentes, no solo porque no soy la favorita de la casa, si no porque seré la primera en morir, para ser exactos a los 16 años; gracias a que tengo "gemeltitis"- es una...
Me dijo que su mayor miedo era que al decidir separarse de Lauren. Ella decidiera quedarse con nuestra custodia. Le dije que no se preocupara al respecto, que lo importante ahora era su felicidad. Papá me comentó sobre un buen abogado de Nueva York, que nos podía ayudar en caso de que él tuviera que luchar nuestra custodia. También me indicó que ese mismo abogado le podía ayudar a agilizar el proceso de divorcio. Si todo fluía de la manera correcta, estarían divorciados en una semana.
Luego, de nuestra gran platica, me fui a la cama un poco angustiada por el asunto. Delante de papá tenía que fingir que no tenía miedo. No quería que él fuera infeliz. Desde hace unos meses me había dado cuenta de que su felicidad estaba junto a Isabelle y no me interpondría en eso.
*** El gran día de mi cumpleaños había llegado.
Junio 15.
Me levanté con el sonido de mi puerta. Alguien tocaba. Miré el reloj y vi que eran las 7:00 am. Hoy era sábado por lo que no había escuela. Refunfuñe ante el hecho de que me levantaran temprano el día de mi cumpleaños.
No era justo.
Volvieron a tocar.
-Pase–indiqué.
-Esta cerrado–se escuchó la voz de Isabelle.
Suspiré y intenté levantar mi cuerpo lentamente, hasta que logré vencer mi sueño y abrí la puerta.
-¡Cumpleaños Feliz, te deseamos a ti! ¡Cumpleaños! ¡Cumpleaños! ¡Cumpleaños, a ti!–cantaron todos a coro. Frente a mi estaba la figura de Isabelle, también estaba Papá, Taylor, Ryan y Lorraine.
Salté de la emoción. Durante años había esperado este día. No por el hecho de que fuera mi cumpleaños. Sino porque quería morir.
Pero todo, era diferente ahora. Quizás no contaba con demasiadas amistades. Era una persona solitaria y eso se podía notar. Pero, lo importante para mí era que las personas que amaba estaban a mi lado, y eso resultaba bastante importante para mí.
Salí de mis pensamientos y me percaté de que papá sostenía un hermoso bizcocho en sus manos.
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