El Hilo Del Destino

Título Bien Cool

Magullada acarició su mejilla adolorida,esta vez Amethyst se había pasado. Justo pensando en ella,entró por la puerta mientras se amarraba el pelo en una coleta alta y tenía una sonrisa soberbia de oreja a oreja.

-¿Qué onda,Rub?- Se sentó a su lado entonando un tono burlón.

-Vete a la mierda Amy- Se volvió a pasar la mano por el pómulo- Eres una bruta,pareces Jasper -Continuó.

La pelivioleta cambió drásticamente su cara mostrando una de horror. -¡No oses llamarme así!- Se llevó una mano a la parte izquierda de su pecho,fingiendo un dolor en este y provocando una leve risa en Ruby. Aún sin tener mucho en común ambas se habían vuelto de ese tipo de amigas que tienen una confianza que hace daño y son inseparables (Ya sabéis,de esas que no se cortan un pelo en decirte algo malo y tú ahí como:'gracias puta:'v'),gracias al trabajo,o más bien al hobbie que compartían, y la personalidad jovial de la más alta de las dos;inclusive iban a la misma secundaria,pero nunca se habían dirigido la palabra hasta el momento.

-¿Quieres que te lleve a casa?- Amy habló mientras se levantaba y aprovechaba para estirarse- Voy a ver a Peri y me pilla de camino- .
-¡Por mí encantada! Aparte,me lo debes por el golpe- Nada más acabar la otra la remedó y le sacó la lengua.

-Me cambio y vamos,¿vale?- Abrió su taquilla para sacar su bolsa de deportes lila,y Ruby alzó el pulgar buscando su propia mochila para disponerse a cambiarse.

Tenía suerte de que la pareja de su amiga viviera cerca de su casa,aunque odiaba como se sentía su pelo mientras iba en scooter;más de una vez se ahorraba pagar el autobus. Aún sin conocer a Peridot,la pareja de Amy,se la imaginaba como una persona totalmente opuesta a su amiga,cerrada y algo antipática,o al menos así al describía Amy;no sabía mucho de las relaciones de ella,pero solían durar bastante poco,pero extrañamente con ella ya iba a hacer dos meses...o eso calculaba,más o menos.

-¡Lista!- Gritó cerrando su taquilla de un golpe seco - ¿Vamos? - Lo que antes era una coleta lo había convertido en un moño.

-Deja que me...- Ruby murmuró sacando la espuma de su mochila y poniéndose en la mano para después pasarla por los rizos -¡Hecho! - Guardó el bote y se puso su mochila en la espalda.

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La clase había empezado,el sonido de un dulce violín resonó en toda la pequeña sala donde ella y su maestra se encontraban. Al acabar tal réquiem, sin ningún tipo de fallo; lo único que pudo hacer la mayor fue aplaudir.

-Excelente. -Sonrió mostrando sus blancos dientes.

-Muchas gracias,intento hacerlo lo mejor posible, señora Maheswaran.

-No me las des, querida. Es un hecho ver, o más bien oír que el violín es lo tuyo; ya estás más que lista para tu recital del próximo mes.

Sapphire se levantó del pequeño taburete donde se había sentado y empezó a guardar meticulosamente el instrumento.

-Igualmente...me gustaría repasar más, así que el Lunes, Miércoles y Viernes nos reuniremos.

-Sí señora.

Al instante de guardarlo, se llevó la maleta a la espalda.

-Tenga una buena noche.

-Igualmente. -le sonrió.

Y así salió, encontrándose con la mirada de dos pequeños ojoa curiosos.

-¡Adiós Sapphy! - Gritaron al unísono.

-¡Adiós Connie, adiós Steven!

Y al fin salió y caminó a su casa. Era un camino medianamente largo y ya empezaba a anochecer, pero le había cogido gusto al pasar allí su clase y después caminar a su casa. Y el hecho de que casi siempre era acompañada pues ayudaba.
Y caminando al ritmo de la melodía que tenía metida en la cabeza, se dirigió a su hogar

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Amethyst se pasó con el acelerador, más que nunca. Ruby podía jurar como sentía que casi se caía, nunca pudo imaginar que una cosa así corriera tanto.
Frenó la scooter y se quitó el casco que tenía.

-Muy bien, te dejo aquí. -Amy sonrió agarrando el casco bajo el brazo.
Apenas encontrando fuerzas para equilibrarse Ruby se bajó y se llevó una mano a la frente.
-Siento que voy a potar...

-¡Exageraaaaaada! -Se volvió a poner el casco. -¿Te veo mañana en el ring? -La más morena asintió-. ¡Pues hasta mañana~! -Gritó a la par que arrancaba y se iba.

Miró a su alrededor, obvio,era Amy, ella nunca la dejaba en su casa, siempre la dejó en el parque que había un par de calles más arriba, pero claro, algo era algo.
Sacó su móvil y miró la hora, eran las 7 y 30 ya pasadas,¿habría pasado ya?

Levantó su vista al frente del camino a su casa y de lejos pudo ver aquella por la que estaba esperando, a paso lento y con mochila a espalda. Y mientras corría en su dirección para que la esperara gritó.

-¡SAPPHIRE!