9: Haru y Yuta

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— Me duele... — me queje.

— No es mi culpa— se defendió Miyuki.

— ¡Tú me golpeaste!

— ¡Tú te comportabas como niño!

— ¿Tienes algún problema con eso? — en unos simples segundos... ya estábamos gritándonos.

— ¿Pueden cerrar la boca por unos minutos? — pidió Haru mientras comía su almuerzo.

— ¡NO! — gritamos al unisono Miyuki y yo.

— Ahh... — simplemente él suspiro.

— ¡¿Cómo pudiste tomar de tu biberón?! ¡Tienes dieciséis años! — grito ya molesta Miyuki.

— ¡No es tu problema! — respondí.

Mientras que ella y yo discutíamos, Yuta nos miraba divertido. Digamos que mis discusiones con Miyuki no son... Normales.

— ¡Cállense los dos! — dijo Haru. Un silencio invadió el espacio, los gritos de Haru nunca son buena señal.

— Ehh... — solté.

— ¿Haru...? — susurro con miedo Miyuki.

Yuta dejo de sonreír. Los tres observábamos a Haru, él mantenía los ojos cerrados con una expresión de decepción y enojo.

Al abrirlos nos miro a los dos; Miyuki y yo, su expresión nos causaba que nos estremezcamos, sus ojos grises hacían la sensación más fuerte e inevitable.

— ¿No pueden callarse? — se escucho más un regaño que una pregunta — Ahora, estamos comiendo en familia y si no se callan lo pagaran. Además ¿Qué tiene de malo que Kei se comporte como un marica?

Golpe bajo Haru, muy bajo. Miyuki río.

— Miyuki, si sigues gritando parecerás la bruja de la historia — ella bufó —, ahora quiero que se callen y cuando acaben vayan a otro lado a discutir.

— Si... — respondimos al unisono.

Pues... ¿Qué les puedo decir? Mis padres son muy malvados, Haru sabe cómo ser el maduro de la casa. Yuta el malvado que aprovecha los momentos y Miyuki... Como dijo Haru; la bruja.

Tenía que ir a la escuela, tome mis cosas y salí. Al llegar todo era tranquilo...

— ¡KEI! — exclamo Katsuru de tras mío.

— ¡Ah! ¡Maldito! — me queje.

— Hay, la nenita se asusto... -— se burlo.

—Que no.

— Mentiraaa.

— Eres insoportable...

— Lo sé, no es nada nuevo.

Caminamos por los pasillos, hablando, este día no me había topado a Ichiro, eso es bueno ¿Verdad?

— ¿Y?

— ¿Y qué? — pregunté.

—¿Cómo van las cosas junto a Ichiro?

— ¿Tú qué crees? Cada día lo odio más.

— Y él cada día te ama más.

— Cállate.

— Oblígame.

Lo fulmine con la mirada, él sonreía, ¿No sabe que es "Callar"?

— Bueno, volvamos al salón antes que el viejo.

¡No seré gay!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora