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  ¡Feliz Navidad, mami!



Hubo un cambio muy extremo después de un día de noviembre muy anormal para mí. En cambio, Justin dejó de dirigirme la palabra por completo. Yo dejé de ir cada semana al hospital, lo reduje a solo una vez por mes. <Puedo decirte que sería a mediados o finales de Abril, será cuando nazca éste pequeño nene>, hace unos días fui con Adam y eso fue lo que me dijo.

Los días festivos de Diciembre se acercaban continuamente y era de lo único que hablan en la televisión. Pensé en que tendría que comprar adornos, recetas navideñas, un obsequio para Justin y... el enorme árbol de navidad. Ahora que lo pienso... hay uno en el cuarto de huéspedes.

Mientras colocaba el árbol, yo SOLA, sin ayuda de nadie, dieron tres golpeteos en la puerta. No podía haber sido Justin, éste había salido hace unos momentos y no entraba por la puerta. Volvieron a golpear. Fui hacia la puerta y la abrí. Era Adam.


-Hola, ¿puedo pasar? –Justin no había dicho nada sobre no hablarle a Adam. Así que no me importaba. Adam tenía en el cabello una finita capa de nieve y salía mucho aire caliente de su boca-.


-Adelante Adam –Él sacudió su cabello y entró a la casa-.


-Te lo agradezco, estaba congelándome ahí afuera –Miró fijamente mi imagen hogareña y desaliñada que tenía por las mañanas y como yo no planeaba una visita... esperen...-.


-¿Cómo supiste que yo vivía aquí? –Tomé un mechón que había salido desprevenido del sujetador y lo coloqué detrás de mi oreja. Arqueé una ceja y sonrió-.


-Archivos –Se frotó las manos energéticamente- ¿Cómo has estado?


-Bien –Me dirigí hacia el enorme árbol de navidad, lo empujé una vez más para poder ponerlo en pie y él rápidamente quitó mis manos de él-.


-No debes de estar haciendo esto _______. Haces mucha fuerza y eso le hace demasiado mal a Drew –Asentí agradecida por el dato y sonreí- Esto debe hacerlo Justin, ¿dónde está? –Me encogí de hombros, desconociendo la respuesta a tal pregunta- ¿Debe estar con la mujer de la llamada verdad? –Creo que se había dado cuenta de mi mirada- Es lo que pensé –Dijo mientras lo miraba y puso el árbol en su lugar-.


-¿Qué haces aquí, Adam? –Desvié mi mirada de sus ojos que me examinaban sin parar y me dirigí a la enorme caja café que contenía los adornos para el árbol- ¿Pasa algo?


-No, nada en absoluto. Pero pasaba por aquí y quise hablar unos momentos –Me puse de rodillas e inspeccionaba algunas esferas de colores, entre otros adornos. Él se acercó y se hincó también- Si quieres puedo ayudarte.


Obviamente lo que había pasado antes entre nosotros. Hablo sobre el beso. Había cambiado mi forma de dirigirme a él y hablarle. Me sentía un poco incómoda y cuando nos mirábamos por unos largos segundos, creía que nunca terminarían. Pensaba que volvería a besarme como aquella vez.


-Eres muy amable pero... -Justin. ¡Recuerda a Justin, _______! Si él puede salirse con una mujer, ¿por qué no puedes tener compañía de un hombre amable y dulce como Adam? ¡Claro! No me negaré- De acuerdo, pero ya hiciste todo el trabajo rudo, ¿no crees? –Él me regaló una de esas hermosas sonrisas que tiene y asintió-.


-Eso no amerita que no te ayude a terminar lo que acabo de hacer –Se puso de pie, extendió su mano hacia mí y la tomé. Él tomo la caja llena de adornos para sí yo no tener que agacharme a tomar las cosas- Bien, veamos... colocaremos primero las luces, ¿de acuerdo? –Asentí feliz de saber que en esto no estaba sola-.


Creí que esto sobre la navidad era un tema de pan comido. Que equivocada estaba. Nos pasamos toda la tarde decorando, aparte del árbol de navidad, la casa. Lucecitas por aquí, velas aromáticas por allá, en fin, muchas cosas. Debo decir que esto le dio mucho color a la casa, se veía estupenda.

Embarazada de un Angel |jb| Adaptada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora