8: Loba

1.9K 114 1
                                    

Editado.

Jacob.

Mí estúpida pelea con Paul terminó, en cuanto hubo problemas más importantes por los cuales preocuparnos. Amanda, la nueva cría de los Cullen se había puesto muy mal luego de una pelea con Sam.

Pensé que era uno de esos berrinches que le daba a las mujeres luego de pelear con un idiota. Pero no, así Sam se haya pasado, Amanda se veía mal por otra cosa. Algo... antinatural.

—¡Hay algo malo en mí! —Amanda se
veía mal. —No puedo controlarlo, no puedo pensar con claridad...

Nadie entendía nada. Miré a Sam, en busca de una respuesta, pero el ni siquiera se lo creía. No le tenía mucha estima a la nueva semi-vampira. Yo la apreciaba ligeramente, se veía buena persona. Y tenía parte humana, como Nessie, eso era lo importante.

La respiración de Amanda se agitó, intenté acercarme pero el viejo Quil no me lo permitió. Al parecer podía ser algo peligroso.
Amanda quería huir, cerró sus ojos con fuerza y al verla me recordó a mí. Cuando me convertí en lobo por primera vez.

Sentí pena por ella, pero al menos ella no se convertiría en una... ¿Qué mierda?

Todos nos quedamos sorprendidos, cuando ante nuestros ojos... Amanda Hale saltó, con un rugido potente digno de un lincatropo. Y al aterrizar en tierra firme, fueron sus cuatro patas quienes la sujetaron.

—¡¿Una loba?! —reaccionó Leah, al ver la barbaridad que acabó de ocurrir. Me tallé los ojos, incapaz de creerme lo ocurrido. ¿Qué narices había pasado?

—¿Q-qué? —la expresión en el rostro de Mila era gracioso, ella estaba realmente sorprendida. Todos lo estábamos, de hecho. Aún nadie se movía, al parecer... nadie sabía como reaccionar.

Y lo más sorprendente de todo era que Amanda se había convertido en un lobo de gran tamaño, superaba a Seth y a Leah, e incluso a Paul. Creo, que si mis cálculos no fallan, tenía casi el mismo tamaño que Sam y yo. Totalmente sorprendente.

Cómo nadie reaccionaba, Amanda rugió en un alarido asustado. Leah fué la primera en acercarse y aunque al principio la nueva loba se mostró algo reacia, dejó que Leah se acercáse a ella.

—Hey, calma. Shh, tranquila —susurraba la mujer de cabello corto, acercándose sigilosamente. —Ya pasó, ya pasó, estoy aquí.

Leah llegó junto a ella y logró acariciarle sus peludas orejas, lo que calmó a la nueva loba.
Fuera de peligro, la mayoría comenzó a reaccionar. Especialmente yo.
No lo entendía, Amanda era una hibrida. ¿Una semivampira podía convertirse en lobo? ¡Eso era científica y hasta magicamente imposible!

De Amanda sólo salían gruñidos, lo que era de esperarse ya que ahora era un lobo. Sería raro si habláse o algo, creo que mí cerebro no podría soportarlo.

Me acerqué a Nessie, mí bella damisela, para verificar sí estaba bien. Ella me dedicó una sonrisa segura pero se veía preocupada por Amanda.
Sam suspiró, aún sin poder creerselo y se mostró obligado a marcharse. Al rato, apareció convertido en un gigante lobo negro. El y Amanda tenían el mismo color de pelaje, negro como la noche.

Al principio, pensé que Sam atacaría a Amanda. Pero nuestro alfa sólo se aproximó a la loba con cautela y bajó sus patas traseras para verla mejor.

Amanda, era una extraña combinación de humana, loba y vampiro. Porque sí olía a vampiro.

—Leah —El viejo Quil finalmente habló— Llama a los Cullen. A Carlisle, por favor.

Todos lo miramos sorprendidos, pues sí mi padre no era tan amable con los Cullen. El viejo Quil mucho menos.
Pero supongo que ésta era una situación que lo ameritaba.

—Claro, ya mismo —Leah se marchó a un extremo de la playa y supuse que se puso a hablar con el doc por teléfono.

Volví a mirar a Sam y éste asintió frente a la loba, como sí se estuvieran comunicando. Espero que al menos se haya disculpado.
Sam se alejó de Amanda y fué detrás de una palmera, regresó después convertido en humano. Todos lo mirábamos expectantes.

—Es realmente extraño, puede hablar con nosotros mentalmente —comentó, confirmando mis sospechas. —Como sí fuera parte de la manada. Ella es un metamorfo.

Mila chasqueó la lengua y deducí inmediatamente que iba realizar un comentario asquerosamente sarcástico.

—Claro, se convirtió en loba siendo que es mitad humana, mitad vampiro. Pero a tí te parece extraño que pueda hablar por la mente, sí, bastante raro. Probablemente lo más raro, no hay nada más fuera de serie que eso.

Nessie y mí hermana Rachel soltaron un par de risitas, divertidas. Sam rodó los ojos pero solo la ignoró.

Mientras Sam fué a hablar con el viejo Quil sobre la situación, aproveché y me acerqué a la extraña loba negra. Quién estaba acostada sobre la arena, muy tímidamente, como una atracción de circo. Pobre, seguramente estaba tan asustada.

La ví con más claridad, era una loba de pelaje negro como la oscura noche. Sus ojos eran celestes y...

—¿Qué es eso? —inquirí al viejo Quil, que había regresado junto a Amanda para analizarla.

—¿Qué cosa? —preguntó, calmadamente. Amanda nos oía, moviendo sus orejas peludas.

—Ésto —señalé la oreja de Amanda,  donde se veía una notable mecha azul, con la forma de un rayo.

—¿Te has pintado el cabello?  —Quil miró a Amanda y ésta negó con su enorme cabeza lobuna. El viejo Quil frunció el ceño, pensativo.

—Qué raro... —opiné, fascinado.

—Sí y eso es lo más extraño —se burló Mila. La miré mal y ella esbozó una sonrisa inocente.

Sí no fuera la prima de mi novia, probablemente la odiaría. Aunque... tiene un humor parecido al mío.

—He llamado a Carlisle, viene en camino —advirtió Leah, llegando después de trotar. El viejo Quil asintió.

—¿Qué le has dicho, Leah? —quiso saber Sam, curioso.

Leah ni siquiera lo miró, pero de todas formas respondió. Éstos dos...

—Que teníamos un problema en la reserva que requería urgentemente su presencia —puntuó— Quiso saber más pero colgué.

—¡Genial! Ahora Carlisle pensará que alguien se lastimó o murió y se preocupará.

—Nadie murió, Mila —Sam resopló, abrazando a Emily para protegerla del frío de la noche.

—No, solo hiciste enfadar a la hija de mi tía Rose y por tu culpa se convirtió en un chucho. Nada de que preocuparse.

Miré a Sam, con una sonrisita divertida. Por primera vez tenía ganas de ver a la rubia.

—Ella va asesinarte, Sam —reí.

...--...

Príncipe y Princesa Vulturi.Where stories live. Discover now