Dios, la tensión en el aire es demasiada.
Abro mis hombros y los tiro suavemente hacia atrás, inspiro por la nariz y suelto por la boca. Me pongo los tapones en los oídos -sí, lo sé, una mala costumbre- y miro a mi entrenador. Este asiente con la cabeza, pero eso ya no significa nada para mi; no había imaginado estar tan nerviosa en este torneo. La última vez que estuve en uno fue hace un mes, y estaba bien, pero pensé que iba a recordar que tenía que relajarme.
Le sonrío, tensa, y desde los altavoces escucho mi nombre resonar por toda la pista.
-Katalina Bemontsky, por favor presentarse- Y oh dios mío, reacciono que me están llamando a mi y entro dando una pequeña vuelta, recibiendo aplausos por parte de todos expectadores. Más que nada lo noto por que las personas mueven sus manos como retrasadas, y supongo que yo también debo moverlas así cuando aplaudo, aunque sinceramente no suelo aplaudir a otras concursantes. Lo sé, me estoy yendo por las ramas, y cuando lo hago es porque estoy nerviosa. Me ubico en mi sitio y obligo a mis piernas a que no tiemblen, y ahí se me viene a la cabeza el por qué estoy tan nerviosa: necesito ganar este torneo para tener al menos una oportunidad para llegar al mundial. Y con suerte de ahí a el Grand Prix, cosa que no creo. Después de todo, tengo 17 años y bastantes más como para poder intentarlo al menos tres veces. ¿No?
Calla tu mente, Kat. Pongo mis manos frente a mi cara y comienzo al mismo tiempo que la música. Me obligo a deslizarme cada vez más rápido, porque noto que mis piernas están realmente entumecidas. Me humedezco los labios y sonrío al jurado mientras me dirigo a una de las esquinas, los nervios me aprietan el estómago. Hago algunos juegos de "piso", una mariposa por aquí, un telefono doble por allá, aún nerviosa, y llega el tiempo de los saltos. Me preparo y realizo un triple flip y logro aterrizar adecuadamente, luego continúo con combinaciones de saltos y mi sonrisa se ensancha. Quizá después de todo esto salga bien.
Continúo patinando, y mi próxima meta es un Axel, con eso concluye mi presentación. Me preparo bien, tomo aire tres veces, luego lo expulso tres veces más y lo hago.
Siento que todo se suspende en el aire por un segundo, que todo es perfecto. Luego estoy un poco mareada, pero aún así caigo perfectamente. Empiezo a reír para no llorar de lo histérica que estoy, y finalizo por fin mi córeo.
Disimuladamente me quito los tapones y ahora sí que escucho a la gente aplaudir, me siento el gato Cheshire de la forma en la que estoy sonriendo. Sinceramente, no puedo creerlo.
Me dirigo hacia los jueces y me freno en frente a ellos, saludándolos con un gesto suave. Me dan las calificaciones que, dios, son casi perfectas. Evito gritar de emoción en el medio de la pista y salgo huyendo sobre mis patines hacia mi entrenador, con lágrimas en los ojos. Juraba que no iba a lograrlo, que aunque me hubiese esforzado muchísimo nada de esto me iba a salir. Lo abracé y me largué a llorar tendido en sus brazos. Creo que mis hormonas no están muy bien.
-A las mundiales, Kat.
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Hola chicas! Este es un capi muuuy corto de introducción a la historia, espero que les guste :D
