Capítulo 28: ¡Apágalo!

4.1K 252 103
                                    

El día la pasé en mi habitación deprimida, no bajé para comer con mis padres ni para saludarlos. Mi madre cuando entró a mi habitación, ya sabía que quería estar sola, así que no hizo preguntas.

La mayor parte del tiempo la pasé viendo fotos de Ryan y yo de pequeños, y una que otra lágrima se deslizaba por mi mejilla.

Me vuelo a recostar en mi cama, ya que había ido a hacer mis necesidades y miro el móvil.

Son las 18.30h y aún sigo sin ganas de hacer nada. Hace tiempo que no tenía depresión, como dos años por allí pero ha vuelto, ese maldito sentimiento ha vuelto para estropearme la vida.

El ruido de la puerta dando golpecitos me despierta de mis pensamientos.

-Mamá ya te he dicho que no quiero nada de comer. -Pero mi madre no contesta, sin embargo abre la puerta, aunque no puedo verla ya que estoy girada a la otra parte de la cama.

Me volteo para reprimirle su llegada y me sorprendo al ver quién hay.

-¡Ed! -Salto de la cama para recibirlo con un fuerte abrazo.

No sabía lo mucho que hoy necesitaba a Ed.

-Hola pequeña, ¿Qué te pasa? No has contestado a mis llamadas. -Suena triste.

Deshago el abrazo viendo como su ceño está fruncido y su rostro preocupado.

-Hoy no me encontraba bien. -Le tomo de la mano guiándole a la cama.

-Ya, ya lo veo, aunque no tienes pinta de estar mala sino preocupada. -se para en seco tocando mi mejilla.

¿Porqué me conoces tan bien?

-¿Qué? Nooo que va... solo es que me pelee con mi hermano. -Mentí.

-Qué suerte que tienes de poder tener a un hermano y vivir como hermanos. Ya me gustaría a mi poderme pelear con mi hermano por estupideces. ¿Sabes? Lo echo de menos. -Se sienta en la cama haciendo que de esta chirrié.

-No te creas, casi nunca lo veo. -Camino por la casa pensando en que mañana vendrá Alex.

Por fin, tengo unas ganas que venga y que conozca a mi novio...¡Oh no!

Por favor dios ayúdame a que mi hermano no cometa un delito mañana.

-Oye, hoy no me has dado un besito de buenas tardes. -Pone cara de perrito triste.

Sonrío tímida y voy hacia él. Cuando lo tengo delante lo tumbo con una mano y me pongo encima de él. Me sonrojo por la pose tan comprometedora que estamos, pero me da igual, Ed es mi novio.

Le toco el rostro disfrutando de la suavidad que embriaga. Inspecciono todos sus rasgos faciales sin encontrar ningún defecto. Sus ojos, sus labios, sus pómulos... los tiene perfectos. Y lentamente me acerco sus labios rozándolos, quiero hacerle sufrir.

Cuando él quiere acotar la distancia entre nosotros me aparto y me voy corriendo hacia la salida con sus pisadas y sus risas detrás.

-¡¡Me las pagarás Kate, nunca jamás me vas a dejar así!!! -Sonríe por detrás.

Yo sigo corriendo hasta dar con las escaleras y las bajo lo más rápido posible sin caerme. Gracias a mi rapidez al bajar tengo bastante ventaja y recorro toda la casa pasando por la cocina, que conecta con el comedor. Sigo escuchando la voz de Ed quejándose y riéndose a la vez.

Pero un despiste mio hace que cuando salgo de la cocina me encuentre a Ed en el comedor mirándome con una sonrisa malévola y graciosa a la vez. Y sin dudarlo voy corriendo hasta al final de la cocina encontrándome el comedor y sin Ed, ya que él debe de estar en la cocina. Cuando se asoma por el comedor voy corriendo hacia la cocina, y así todo el rato hasta que Ed consigue agarrarme.

Querido Ryan  {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora