With You Daryl Dixon (EDITANDO)

Capítulo 34

Narra Daryl

Mientras Andrea se paseaba por la prisión yo volví a cuidarla, quería que cuando despertara sea la primera persona a quien vea.

— ¿Qué le paso? – pregunto Andrea mirándola

— Pregúntale al gobernador - respondi molesto

— Daryl, por favor.

— Trato de defendernos y ella termino mal.

— Lo siento.

— ¿Lo sientes? ¡Eres estúpida! o ¿¡Qué!?... lo sientes... nadie sabe si va despertar y tú lo sientes.

— Daryl, yo solo trato de....

— Lárgate, déjanos solos.

Ella se fue luego de un rato Rick me aviso que se ella volvería a Woodbury, le dimos un auto y se marchó, ni bien la vi alejarse volví adentro a estar con ella.

— Ya hermanito, déjala nadie sabe cuándo va despertar - dijo Merle

— Deja decir estupideces.

— Es la verdad, será mejor que te prepares para lo peor.

— ¡Basta Merle! ¡Una mierda lo que...!

— Daryl... deja de gritar – dijo ____ interrumpiéndome al principio no sabía que decir hasta que Merle me dio un empujón.

— Al fin despertaste – dije acercándome a ella.

No podía creerlo ella había despertado, al fin podía ver esos hermosos ojos y escuchar su dulce voz, cuando Hershel vino la reviso todos estábamos ahí en la celda esperando que dijera algo.

— No hagas mucho esfuerzo, pero de ahí estas bien - le recomendo Hershel

— Y yo que quería alzar pesas - dijo ella sonriendo

— ¿Estás loca? - pregunte molesto

— Es una broma - respondio ella

— Hay que dejar que descanse - dijo Hershel

Todos salieron menos yo, me senté a un costado de su cama y empecé a acariciarla.

— Me asustaste, pensé que no despertarías - dije viendola fijamente

— Aun me vas aguantar por un tiempo – dijo sonriendo.

— ¿Recuerdas lo que me dijiste?

— Si, lo siento...

—¿Por qué? – pregunte interrumpiéndole.

— Es que... yo... no se... yo... olvídalo – dijo sonrojándose.

Antes de que pudiera decir algo más me acerque a ella, puse mi mano a un costado y con la otra cogí su mentón me acerque lentamente a sus labios, ella me miraba pero no me decía nada ni se alejaba así que tome eso como una invitación para continuar, sus labios estaban resecos pero aun así era como estar en la gloria, nuestros labios encajaban bien, no necesitaba nada mas solo a ella, era una sensación distinta que no quería que acabara nunca, pero Maggie nos interrumpió.

— Lo siento... solo vine a dejarte esto – dijo moviendo la jarra con agua.

— Gracias - dijo ella sonrojada - déjalo ahí.

— Uhmm... tal vez quieran cenar aquí – dijo Maggie de manera traviesa.

— ¡Maggie! - protesto ella

— Solo digo – dijo la nombrada riéndose.

— ¿Quieres cenar aquí? – pregunte ni bien Maggie se fue.

— No... si... no lo sé.

— ¿Qué pasa no puedes formar una oración completa? - pregunte riendome

— No te burles... es tu culpa – dijo esto último casi en un susurro.

Veía como sus labios se movían cada vez que hablaba, que cuando dijo que era mi culpa no aguante y la volví a besar esta vez ella puso su brazo alrededor de mi cuello, intensificando el beso, en serio podría pasar el resto de mi vida solo besándola pero por ahora ella debía comer.

— Sera mejor que vayamos a cenar o sino van a volver a interrumpirnos. – dije alejándome de ella.

— Quiero ir al comedor, ayúdame.

— Ok, ven aquí – dije parándome.

— Despacio... aun me duele la pierna – dije tratándose de parar.

— Quien dijo que caminarías – dije cargándola

— Bájame, puedo caminar.

— Lo sé, solo no quiero que lo hagas, además estoy acostumbrado a cargarte.

— Es tu culpa, es tu porte cada vez que te veo provocas mis desmayos.

— Eso es una muy mala excusa.

— Lo sé – dijo riéndose.

Fuimos al comedor y todos nos miraban pero eso no me importaba, ella estaba conmigo y no nos volveríamos a separar.