Comprometidos Sin Amor (Chandler Riggs) // TERMINADA.

Capítulo 21

Chandler me contó todo lo ocurrido la noche anterior. La pelea con Zack, lo de Connor, todo. Mientras me contaba, algunos pequeños fragmentos iban llegando a mi mente. No podía creer lo ocurrido. Realmente me sentía mal, pero no tenia que dejar que esto lograra hacerme algún daño. Tenia que afrontarlo y dejarlo pasar.
Mientras que Chandler me contaba todo, no despegaba mis ojos de él. Trataba de encontrar en su mirada algún rastro de mentira o burla, pero no hallaba ninguno. Todo lo que me decía era la pura verdad.

Digamos que hacer las compras para la casa, más bien la comida, nunca fue lo mio. Mi mamá siempre me llevaba y me explicaba como debía elegir los productos, donde tenia que ver la fecha de vencimiento y me decís que nunca debía comprar tanta cantidad de un mismo producto. No le prestaba mucha atención porque me aburría. Digamos que, yo siempre era la que empujaba el carrito y se quedaba minutos parada observando como su madre tomaba producto tras producto y observa cual era el mejor. La realidad es que no le encontraba nada de divertido a eso, realmente no entendía como había gente que AMA hacer las compras. Ni hablar de la parte de hacer la fila y pagar. Realmente, no deberíamos de pagar por la comida, porque, seamos realistas, los alimentos para los humanos son vitales. No nos puede faltar eso porque sino moriríamos. Ellos no deberían vender, ni nosotros comprar. Además, yo no veo a los animales pagando por lo que comen. Ya sé, tengo otro punto de vista muy distinto al resto de la gente.

Estaba, junto con Chandler, en el pasillo de los fideos, arroces y ese tipo de cosas. Como siempre, yo, de pie observando como Chandler, tomaba producto tras producto y lo observaba por horas. En serio.

- ¿Es necesario que estés como dos horas mirando un solo producto? - le pregunté.

- Miro la fecha de vencimiento y veo que sea de buena calidad - respondió sin quitar la vista de la caja de arroz que ahora estaba en sus manos.

- Ya lo sé.

- ¿Entonces por qué preguntas?

- Porque te tardas como un año en ver una simple caja de arroz. Además, ¿qué es lo que tanto tienes que ver? Yo tomo alguna y la llevo.

- Claro, y así es como luego hay que tirar la mitad de la mercadería, ¿no? - repuso irónico.

- Fue una sola vez - reproche.

- Tenias que comprar solo leche, pan, cereales y fideos. El pan tenia hongos, la leche estaba agria y los cereales vencidos, lo único que estaba bien eran los fideos. ¿Dónde demonios compraste?

- No sé, creo que era un almacén cerca de la universidad...

- Tú y tus lugares clandestinos - dijo riendo.

- Bueno, mientras tú seleccionas tus productos, yo iré al pasillo de las golosinas - dije y deje el carro junto a Chandler.

- Si me llegan a llamar por los parlantes para que vaya al sector de niños perdidos, te aseguro que no iré a buscarte.

- Ja ja. Que gracioso - dije irónica mientras aplaudía sarcásticamente - Te veo luego, Riggs.

- No te buscare - repitió.

Me aleje de Chandler para dirigirme al pasillo de los dulces. En cuanto llegue y vi todo lo que había, no pude evitar que se hiciera agua en mi boca. Por un momento creí que me iba a chorrear la baba, pero por suerte eso no paso. Mientras recorría el pasillo a lo largo, iba tomando lo que se me antojara. Tome algunos paquetes de oreos y un tarro de crema de maní para acompañar, dulces, gomitas y algunas tabletas de chocolate. Cuando estaba finalizando el pasillo, allí, en una esquina de un estante, estaban los pequeños tarros de nutella. Los vi y parecía que me llamaban. Fui casi corriendo, como si fueran a desaparecer si no me apuraba. Estire mi mano para tomar alguno pero no llegaba. Y digamos que con el resto de cosas que tenía en mis brazos, no se me facilitaba la tarea. Me puse en puntitas de pie, pero aún seguía sin llegar.
No era baja, era de estatura media, bueno, o eso considero yo el metro sesenta y tres. El problema era que el estante era demasiado alto, y no tenia nada como para hacer un poco más de altura, además de que tenia el resto de las cosas en mi otro brazo. Me quede observando los tarritos de nutella, como si por mirarlos fueran a bajar solos o algo así. Resople fastidiada. Me rendí, era imposible. Me di media vuelta y comencé a caminar, en busca de Chandler.