Prólogo

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Prólogo

¿Qué ocurre cuando, de una manera u otra, sientes que no encajas? Que eres diferente al resto; que no sigues sus modelos estándar de "normalidad". Tal vez buscas una manera de esconder esa parte que es anormal, y sin duda, yo lo intenté.

Pero no dio resultado.

Entonces, cuando la carta del disimulo se anulaba, sólo quedaba una simple y única realidad: la soledad.

Sí, la soledad fue mi compañera durante la mayor parte de mi vida. Desde pequeño comprendí que algo no estaba bien conmigo. Veía mejor en la oscuridad, tenía una fuerza y una velocidad mayor al resto; pero lo más importante era que podía sentir.

Sentía tantas emociones en mi pecho, y todas ellas no eran mías. Sentí la tristeza de mi hermana Nua cuando nuestro pájaro Koki se escapó de su jaula. Sentí la alegría de mi compañera en el colegio cuando le celebramos su cumpleaños. Sentía la nostalgia de mi madre al preguntarle sobre Inglaterra; y luego su pánico al hacerlo sobre nuestro padre.

¿Era una maldición? ¿Qué había hecho en mi vida pasada para que ahora sufriera este castigo?

O qué habrían hecho mis padres para que yo fuese así.

Puede que, la culpa de todo esto, en realidad sea de mi padre. Si no, ¿por qué mi madre nunca nos habló de él? Ni siquiera el más mínimo detalle; ni siquiera su nombre.

Aquel día lluvioso de Abril, Nua y yo, después de meditarlo seriamente entre los dos, abordamos a mi madre en el salón mientras leía y nos sentamos a ambos lados. Le dijimos que de verdad queríamos respuestas, que teníamos derecho a saber qué ocurrió realmente.

Ya no éramos niños, podíamos afrontar la verdad.

Sin embargo, nunca me olvidaré del rostro de ella. Nos miró a ambos con sus brillantes gemas azules y sonrió mientras cerraba su libro. De nuevo, sentí su emoción: tristeza.

"Vuestro padre es de Inglaterra, de un pequeño pueblo en medio de sus bosques. Él...", en ese momento, su sonrisa se esfumó, y sus ojos se agrandaron en el recuerdo. Mi madre llevó una mano a su boca y sollozó, mientras varias lágrimas se escurrían por sus mejillas.

Recuerdo cómo empecé a llorar de la misma forma, ya que el sentimiento que ella desbordaba me llenó por completo casi sin poder evitarlo.

Ese día, mi hermana y yo prometimos nunca más hablar sobre nuestro padre. Era un tema tabú.

Cargaría con la incertidumbre y las preguntas sin respuesta sobre mi conciencia. Las ansias de saber la verdad sobre mí mismo y sobre mi familia.

Lo haría. Hasta que no pudiera soportarlo más.

O hasta que ni yo mismo pueda controlarme.

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BUEEEEENO, SÍ SEÑOR: SEGUNDO LIBRO YA.

*Aplausos*

Como veis, el prólogo es solo una pequeña introducción a los pensamientos y la situación de nuestro protagonista, Caleb. Y, a parte, también se ve algún detalle sobre su vida, como que Aria nunca les contó acerca de sus padres.

Dentro de poco empezarán los capítulos ♥

(Esta historia contiene lenguaje obsceno, violencia y contenido sexual.)

(Esta historia es una secuela. Si no has leído Sleeping Jeff, NO SIGAS.)

El despertar de Caleb |PAUSADA|Where stories live. Discover now