El diario de una Mila enamorada/deprimida.

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Tengo roto el kora

Vamo' a deprimirno'


Porque se fue.

Nicolás se fue y no pasó absolutamente nada.

No saben cuán triste he estado estos días. 

Bueno, les cuento: El jueves 5 de Mayo ellos tenían un concierto en el auditorio mayor de mi universidad casi en la noche. Se supone que ellos tocarían en el pasaje de siempre en la mañana, y luego nos encontraríamos en la universidad a las cuatro para la prueba de sonido y todas esas cosas. Pero nosotros tuvimos que ir con ellos en la mañana porque nos faltaban algunas (en realidad eran muchas) tomas para el documental, así que nos vimos en la mañana. Normal, todo bien, todo bonito. 

Resulta que (esto es un dato muy importante, ah) mi mejor amiga tiene el teléfono de Nicolás, por obvias razones, y Nicolás tiene el teléfono de mi mejor amiga guardado en sus contactos, porque siempre lo llamamos de ahí. Pero soy yo (o más bien era) la que le hablaba. Es decir, yo tomaba el teléfono de mi amiga y lo llamaba diciéndole que era yo (Camila, obviamentah) y pues normal. Resulta que en ese medio día después de grabar con ellos en la mañana, Nicolás llamó al teléfono de mi mejor amiga, pero ella me dio el teléfono a mí para que yo contestara. Contesté y fue como "¿Hola, Cami?". Yo me quedé callada por un momento y después como que medio reaccioné y seguí hablando con él. Llamaba solo para confirmar lo de la noche. 

Cuando terminamos de hablar le pregunté a mi mejor amiga cómo era que tenía Nico guardado el teléfono de ella, y ella me dijo que con el nombre de ella.  ¿Saben lo que significa eso, marico? Reconoció mi voz. ¿Ok? Hiperventilé como por media hora, ah. La enamorada.

Cuando fueron las cuatro nos encontramos en el auditorio de la universidad. Ellos llegaron y sólo nos dejaron entrar a nosotros bc ajá, íbamos con ellos, jeje. Comenzamos a grabar mientras ellos probaban sonido y todo eso. Ellos estaban fascinados, el auditorio era inmenso, nunca habían tocado en un lugar así. Todo normal, todo bien. Cuando dieron las seis comenzó el concierto y tuvimos que cubrirlo todo, hasta el más mínimo detalle. Y como yo era la directora del documental se imaginarán ustedes cómo estaba: estresada. 

Terminó el concierto y luego teníamos que hacer la entrevista grupal. Pero entonces los de la radio de mi universidad (malditos hijos de su madre) ocuparon a Nico para una entrevista para la radio, así que tuvimos que esperar. 

Otro dato importante: Ese, supuestamente, era el último concierto en Colombia, porque se iban para México este fin de semana y además ese día la banda se cambiaba de nombre. En parte el concierto era: cierre de viaje en Colombia, bautizo de la nueva banda, y aniversario de la banda también, porque hace un año ellos habían comenzado con el viaje y la banda.  Entonces nosotros decidimos comprar una torta en conmemoración a todo eso, además de agradecimiento por ayudarnos con el documental y todo eso. 

Bueno, comenzamos con la entrevista, yo debía hacer las preguntas de nuevo. Cabe aclarar que Nicolás, al que yo siempre llamé Nico, sonreía como un niño chiquito cuando le tocaba responder a él y como yo hacía las preguntas, me miraba a mí. Fueron lso veinte mejores minutos de mi vida, en serio. Cuando acabó la entrevista, les entregamos la torta con una vela de bengala, le cantamos el cumpleaños a Pata Funk y a Famuska (el nombre antigo y el nombre nuevo de la banda) y después vinieron los abrazos y eso. Cuando Nico me abrazó casi me caigo, les juro, yo no quería que me soltara.

La cosa es que tuvimos que salir del auditorio porque ya iban a cerrarlo, pero nos faltaban otras tomas, así que tuvimos que hacerlas afuera. Cuando por fin terminamos todo, nos tomamos fotos y salimos de la universidad. Eran como las nueve de la noche, ya todo estaba oscuro. Ellos cogieron taxi de una y nosotros nos quedamos allí esperando a que vinieran por nosotros, porque teníamos la cámara y todo eso con nosotros. La cosa es que cuando el taxi de ellos comenzó a andar, Tuca asomó por la cabeza por la ventana y comenzó a gritarnos una dirección que nosotros ni puta idea. Pero entonces dijo que iban a celebrar, que iban a hacer fiesta y que fuéramos. 

¿Adivinen qué? No fuimos.

No quiero extenderme demasiado, así que no voy a explicar el por qué. La cosa es que esa noche casi me pongo a llorar. Sabia que era la última vez que los vería, sobre todo a Nico. Me había acostumbrado a pasar casi todos los días con ellos, esuchándolos tocar, haciendo tonterías. Me resigné, no me despedí de cada uno como realmente quería.

Entonces llegó el otro día (viernes) y mi mejor amiga me llamó. Me dijo que Nicolás la había llamado y que necesitaba unos audios y videos que nosotros habíamos grabado del concierto, que si podíamos dárselos. Entonces Nico preguntó que si podíamos encontrarnos en algún lugar y eso. Y MI MEJOR AMIGA CUADRÓ TODO, ANDREA SI VES ESTO TE AMO ¿OK? La cosa es que tuvimos que ir a un restaurante-bar en la noche, porque ellos tocaban allí. Nos quedamos charlando un momento y mientras que los vídeos pasaban a su memoria ellos comenzaron a tocar.

Aquí pueden golpearme.

Estábamos sentadas en una mesa del restaurante, los documentos ya habían pasado, nuestro plan era quedarnos hasta que ellos acabaran de tocar para después hablar y despedirnos como yo quería despedirme. PERO NO, un mesero del restaurante dijo que había gente afuera que necesitaba la mesa, que si nos podíamos retirar un momento. Y como soy bien idiota y estúpida, le dije a mi mejor amiga que nos fuéramos. SÍ, AQUÍ YA ME PUEDEN PEGAR. 

Cuando llegué a mi casa le pedí a mi mejor amiga el teléfono de Nico, para así yo mandarle un mensaje despidiéndome como quería y ella me lo dio. Literalmente le mandé el mensaje y luego tiré mi teléfono al otro lado de mi cuarto para no ver si respondía o no. Después de media hora me respondió. Me dijo que si volvían a Colombia ellos vendrían a mi cuidad segurísimo, y que nos iban a contactar para encontrarnos de nuevo. 

La cosa es que pasó. Ya, eso fue todo. Ellos se van a México mañana (lunes) y no los vuelvo a ver nunca. O uno nunca sabe, esperemos que sí. Seguimos en contacto, porque quedamos en que ellos serían los primeros en ver el documental ya terminado, así que todavía vamos a hablar. Pero no es lo mismo. Ya qué.

Estoy triste, en serio. Nico, sé que nunca vas a leer esto pero la puta madre que me flechaste, quién sabe cómo, pero literal me tenías enganchada. Te amo/odio. 


Y bien, este fue el final del diario de Mila. Por ahora. Podría usar esta historia en una fic, jejé. ahr me tocaría inventar todas las escenas románticas que no pasaron de verdad JAJAJAJA, pero bueh. 

Nos leemos, 


-Camila.

El blog de MilaWhere stories live. Discover now