¡Oh, mi principe! (Osochoro)

Capitulo I: La primera vez

Capitulo I: La primera vez

Tras salir de la ducha, seco su cabello con una de las toallas que tenia cerca, y después se miro al espejo, tocando las notorias bolsas moradas que se formaban bajo sus ojos por la falta de descanzo.

Se coloco los anteojos, aunque su vista había mejorado y no eran necesarios, se sentía más comodo llevandolos puestos cuando estaba en casa. Se vistio con la ropa que su buen amigo de la infancia le había conseguido, unos pantalones de vestir al igual que la camiseta, junto con unas botas cafes, bastante simples. Se abotono la mayor cantidad de botones que pudo, y después salio del baño, donde su madre que le esperaba afuera le observo con una cálida sonrisa en los labios mientras sostenía una corbata verde en sus manos.

-Ahhh, mi hijo, se ve tan guapo, eres todo un hombre carismático, no me sorprendería que volvieran con una preciosa novia después de ir a esa fiesta- dijo, acercandose y poniendole la corbata, ajustandola bien.

-No me gustaría conocer a una de las pretenciosas chicas que van a esas fiestas, todas son mimadas por sus padres, no hacen nada por si mismas....ademas jamas me harian caso, no soy muy bueno con las mujeres- dijo, sonriendo de lado. -No está bien que valla a esa fiesta, las personas de esa categoria y yo...no somos iguales-

-Oh, Choromatsu- tras acomodarle bien la corbata le dio una suave palmada en la mejilla, y con la otra le peino los cabellos hacia atrás. -Es una fiesta de máscaras, nadie sabrá que eres un chico de las residencias menores...nosotros no tenemos la suerte de tratar con personas de tan alto estatus, y no digo que no me guste esta vida que tengo contigo y con tu padre, solo digo que deberías considerarte afortunado y divertirte un poco...ademas, tu amigo Todomatsu se tomo las molestias de conseguirte la entrada, no lo decepciones-

-No es...no es eso, es sólo que...ir a una fiesta así, no se si valla a disfrutarla.... con lo que pasó a los terrenos que teniamos, si veo a ese gordo abusador de poder, juro que voy a golpearlo-

-Si haces eso vas a meternos en problemas a todos...no te preocupes por eso, era el unico modo de pagar las deudas que teníamos, sabes que era necesario- dijo, tras acomodarse su cabello le soltó.

-Eran las tierras del abuelo...-

-Muy bien, jovencito- dijo, apuntándole con el dedo- quiero que dejes de pensar en todas estas cosas y te diviertas en esa fiesta, que tanto te hace falta, es una orden-

Choromatsu rió, y después asintió.

-Si es una orden suya, me es imposible negarme-

Choromatsu había llegado a la entrada principal del Castillo, donde los guardias le permitieron la entrada tras mostrar su invitación. Mientras caminaba y seguia a la gente que se dirigia al salon principal, observaba a sus alrededores. Tantos lujos, tanta belleza en la decoración, en los jardines, en la arquitectura externa e interna.

"Estoy seguro que con uno de esos jarrones podría comprar tres de las casas en la que vivo"

Pensó, un tanto mareado. Todo ese ambiente tan elegante, con gente refinada, llena de ricos con sus costosos vestidos y trajes, joyas excesivamente caras adornando sus cuellos, peinados extravagantes, hombres acompañados de más de una mujer.
Choromatsu no se consideraba alguien pobre, pero tampoco llegaba a una clase media. Tanto dinero desperdiciado en cosas que consideraba innecesarias le daba cierto asco.

Pasó por el arco enorme de flores que rodeaba la puerta, entrando a la tan aclamada fiesta por fin, no sin antes colocarse el antifaz que llevaba consigo para cubrir su identidad. Que nadie supiera que estaría ahí era uno de los motivos por los que accedió a ir.