Capítulo 40: Un año después.

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ADRIEN

Caminé de un lado a otro recorriendo con velocidad el pequeño parque que me rodeaba, el aroma a césped recién regado permitía que me sintiera un poco relajado, calmaba levemente mis nervios.

Había pasado un año desde aquel incidente y la ciudad aún se encontraba en reconstrucción adecuada, los ciudadanos sentían el luto en el aire y poco a poco el parque se llenaba en multitud alrededor de una escultura cubierta por un enorme trozo de tela plateada. Yo me encontraba en una esquina cuando el evento inicio.

—Es la primera y última vez en mucho tiempo—susurró Plagg en el bolsillo oculto de mi chaqueta, se encontraba extrañamente callado, cosa nada común de él.

—Sí—respondí en voz baja, tocando con cierta tristeza una parte descubierta de la escultura. El parque era aquel cercano a la antigua casa de Marinette y sin embargo llevaba alrededor de cuatro meses sin tener contacto con ella.

Después de que todo el incidente terminase desperté nuevamente en el hospital, junto a mi padre quien hasta la fecha se encontraba en cama sin mostrar avance alguno . Luego de eso, la capital había quedado inútil para toda actividad por lo que todos terminamos cambiando por completo nuestras rutinas, una de ellas fue dejar de ver a Marinette debido al cambio de trabajo de sus padres.

Yo simplemente opte por permanecer lo más cerca posible, para cuidar a mi padre y visitar la "tumba" en honor a mi madre. Mis estudios estaban retrasados y estaba seguro que no pasaría el examen de admisión para cualquier facultad a la que desease ingresar.

Basicamente estaba perdido.

Así que cuando fui llamado para inaugurar la escultura en honor a todas las víctimas simplemente no dude en presentarme, por lo menos me hacía sentir un poco más vivo. Me sentía útil una vez más.

Así que simplemente camine hacia el frente, observando a la multitud hablando cada vez más bajo.

—Sean todos bienvenidos a la inauguración de este monumento en honor a todos nuestros seres queridos que perdieron la vida hace un año atrás — dije con voz neutra, alrededor de trescientas personas aplaudieron con emoción ante la presentación —Aquí permanecerá por siempre y para siempre cada uno de sus nombres, para que las próximas generaciones recuerden esto como un aprendizaje de vida, será una fecha nacional de luto— a mi lado, la nueva alcaldesa esperaba ansiosa mi llamado para tirar del recubrimiento y mostrar de una vez por todas la escultura. Asentí sin muchas ganas y levanté la vista enfocandome en el exterior del parque.

Casas en construcción, terrenos baldíos, espacios hechos de cartón en donde la gente vivía por el momento. Un año y la situación no podía haber avanzado lo suficiente. Tragué saliva al llegar a la parte en donde aún se encontraba la casa de Marinette, el balcón de su habitación aún relucía a la distancia.

Ahogue un sollozo.

—De ahora en adelante, la situación seguirá avanzando, ¡haremos lo imposible por recuperar nuestras vidas, demostraremos que podemos salir adelante! — la nueva alcaldesa era pequeña y regordeta, tanto que tenía que usar un banquillo para alcanzar los micrófonos y debía alejarse un poco para no quedar atorada en algún espacio pequeño. Luego del antiguo incidente el antiguo alcalde había desaparecido de la faz de la tierra.

No hace falta explicar el porqué, resulta muy difícil detallar todo sin comenzar a llorar o lamentar tu miserable vida.

ForeverWhere stories live. Discover now