Capitulo 17; Problemas Lejanos

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Aurora entreabrió los ojos despacio ¿Cuándo se había quedado dormida? Levanto un poco la cabeza para mirar alrededor, estaba en el jardin trasero.  Entonces recordó, ella y Mario habian almorzado una pizza y después salieron y se tumbaron juntos en la hamaca de el.  Sonrió y volvió a apoyar la cabeza en el pecho de el, se sentía tan bien estando así

Sintió como el movía la mano que tenia apoyada en la cintura de ella y acariciaba su espalda por debajo de la camiseta

-Un beso por tus pensamientos –Le hablo mientras depositaba un beso en la cabeza de ella

-Necesitaras mucho mas para comprar mis pensamientos –Aurora rió divertida, levanto el rostro para mirarlo

-Eso puede solucionarle –Con una mirada perversa el le dio un beso en los labios

La hamaca se balanceo al tiempo que el se movía para quedar tumbado sobre ella dejándola sin escapatoria

-¡Estate quieto –Aurora reía mientras el le besaba y mordisqueaba la mandíbula -¡Vas a tirarnos

-Entonces salgamos de aquí de una vez –El sonrió y agarro la tela de la hamaca

-¡No! –Y en un instante Mario había girado la tela sobre la que se encontraban haciendo que juntos cayeran al césped.   Aurora aterrizo sobre el -¿Te has vuelto loco?

-Si, desde que te conocí –El la miraba a los ojos mientras le quitaba un mechón de pelo de la cara –Y creo que cada día es peor

Aurora lo miro a los ojos intensamente, ese hombre la hacia sentir de una manera tan especial.  Solo quería estar a su lado, ser feliz, junto a el.  Acerco su rostro y deposito un suave beso en sus labios, cuando se aparto observo como los ojos de el se habian enturbiado de deseo  ¡Y ella tambien le deseaba!

-Ahora soy yo la que quiere tus pensamientos –Le miro sonriente  

-Pienso en quitarte este pantalón que tan bien remarca tu trasero –Al tiempo que hablaba deposito las manos en el trasero de ella y lo delineo –Y todo lo demás para poder hacerte el amor el resto del día

-¿Y en vez de pensar porque no actúas? –le acaricio el pecho que quedaba al descubierto por los botones abiertos de la camisa

-No necesitaras decírmelo de nuevo –y giro tumbándola en el césped y quedando sobre ella.   Volvió a besarla mientras con sus manos acariciaba su cintura subiendo hacia sus pechos

-Ah –Aurora se arqueo hacia el mientras con manos temblorosas abría los botones de su camisa  ¡Como le estorbaba esa prenda!

-Te necesito tanto –Mario bajo la mano hasta el pantalón de ella y abrió el botón, después se ocupo de desabrochar el suyo ¿Cómo podía volverlo tan loco esa mujer?

-¿Ese es el timbre? –Aurora termino de abrir su camisa y tiro de ella para quitársela

Luna de MielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora