Brass (Nuevas Especies 9)

Tranquila

¡Corre, no te detengas...! Espera, falsa alarma. Es solo la cena.

Brass abrió los ojos con mucha dificultad, su cerebro trabajaba a velocidades rápidas recuperando lo que había ocurrido y lo que recordó lo dejo helado, una de las camionetas que los seguían había adelantado hasta estar a su lado y golpearlo para caer por un lado de la carretera, además de eso habían abierto fuego contra ellos.

¿Qué demonios? Eso solo pasaba en las jodidas películas, se llevó las manos a la cabeza, un dolor punzante comenzaba a abrirse paso y eso lo hizo recordar otra cosa...

Niños.

Nuria.

Se levantó de golpe, buscándolos con la mirada y se encontró a más de cinco metros del transporte volteado llantas arriba, tenía varios golpes y la mayoría de las ventanas rotas, corrió a este. Sus piernas estaban algo torpes y la vista se le nublo ligeramente, pero aun así siguió avanzando. Se agacho, arrastrándose en cuatro para poder entrar por una de las ventanas rotas y pudo sentir claramente vidrios encajándose en su piel, pero aun así no se detuvo.

Esquivo un asiento, pasando bajo de este y buscando con la mirada a los niños o a Nuria, el corazón le dio un vuelvo al verla a ella sujetándose el brazo.

- Nuria. –se acercó a ella lo más rápido que pudo, ella lo volteo a ver y sonrió, realmente sonrió al verlo.

- Sácame de aquí, rápido. –Le pidió, él obvio que lo iba a hacer. La tomo en brazos, sacándola con mucho cuidado de aquel maldito lugar y al momento en dejarla en el pasto, a varios metros ella se quejó. –Creo que me rompí la muñeca y el tobillo, pero...

- Tranquila, ahorita me das la receta, debo buscar a los niños.

- Eres un idiota. –mascullo.

- Lo sé.

Volvió hacia el camión, esquivando los vidrios lo mejor que pudo y estando adentro se quedó quieto al ver a Attis cargando a los gemelos, estaba herido y era muy obvio, pero los ojos grises no demostraban debilidad...mostraban odio. Odio hacia lo que había ocurrido, era aceptable. Él también lo sentía. Se acercó a él, tomando a Deo y guiándolo a la salida, al estar fuera vio a Nuria sentada soltando un suspiro de alivio.

Attis se dejó caer al suelo de espaldas con Dora todavía en brazos, parecía que el chico jamás la soltaría y eso era bueno, pero ella ya tenía pareja y...

- Brass, necesito que me ayudes a revisarlos. –la petición de Nuria no lo sorprendió, era doctora al fin y al cabo.

- Yo solo tengo una cortada en la pantorrilla, creo que unos diez centímetros de largo, pero no es nada profunda. –Attis acostó a Dora a su lado, se levantó y comenzó a ver a su alrededor. –Buscare madera para hacer leña.

- No lo hagas, es mejor quedarnos y esperar a que lleguen por nosotros. –dijo Nuria mientras revisaba el abdomen de Deo, quien comenzaba a gruñir bajo.

- Eso no pasara. –Brass soltó un suspiro. –Esta área donde se encuentra el aeropuerto no permite alguna señal telefónica ni rastreo, los pilotos conocen muy bien la zona así que no tienen necesidad de GPS. –volteo a ver a Attis, el chico asintió. Era obvio que su padre le hacía dicho más de lo necesario. – Ve por leña. Te alejes tanto.

- No lo haré.

Brass observo al chico quitarse la camisa, la cual ya hacia toda rota y no servía de mucho de todos modos y sin más el chico corrió hacia el bosque, ingresando a un espeso verde. Él por su parte se acercó a Dora, la chica tenía una cortada en la mejilla izquierda y varios cortes en sus piernas, pero lo bueno era que no sangraba. Por otro lado Deo se veía en peores condiciones, su caja torácica apenas y tenía movimiento, parecía que cada respiración le dolía. Nuria tanteaba con presiones suaves la piel del menor, este solo respondía con gruñidos y un ligero movimiento en las manos.