Capítulo 49 Enseñándote mi Corazón

6.4K 250 51
                                    

CAPÍTULO 49 ENSEÑÁNDOTE MI CORAZÓN

Cuando desperté sólo podía sentir suavidad a mí alrededor.

Una ligera y agradable brisa se colaba por algún lugar llegando a mis piernas, refrescando mi cuerpo aunque esa sensación no era la que se llevaba el premio; lo mejor era el cuerpo que sentía a mi lado, pegado a mi piel.

Oh, sí... Edward aún estaba a mi lado.

Fue entonces cuando me di cuenta de cómo mi brazo agarraba fuertemente su cintura con posesión, porque mi propio subconsciente no se podía creer la escena que estaba viviendo. Al fin iba a despertar con Edward al lado, con su piel contra la mía. Hoy, lo primero que vería al abrir los ojos sería su cara, su cuerpo y su caliente mirada. Aún sin abrirlos me aferré más fuerte a él cruzando una de mis piernas sobre sus caderas.

-Buenos días, princesa -dijo acariciando mi espalda -. Vamos... abre ya los ojos. Es evidente que estás despierta...-sonreí mientras miraba al fin a Edward. Me apartó el pelo de la cara y me besó en los labios -. Mmmm, ¿sabes que estás preciosa al despertar? -susurró. Me dieron ganas de reír en respuesta a su pregunta; dudaba mucho que con el pelo a lo tigresa pudiera estar preciosa. Aun así sus palabras eran una delicia -. ¿Cómo has dormido?

-Bien... muy bien. Pero lo que más me ha gustado ha sido esto... despertar contigo.

-Llevo un par de horas viéndote dormir -alcé una de las esquinas de mi labio.

-Podrías haberte levantado. Tiene que ser completamente aburrido mirar como duermo -sonrió.

-Para nada. Haces unos pucheros muy tiernos -rodé los ojos -Además, eres jodidamente posesiva durmiendo, ¿lo sabías? -fruncí el ceño -No has dejado de abrazarme ni de buscarme ni un solo momento.

- ¿En serio?

-En serio -repitió -, y me encanta. Tenerte tan cerca es una sensación completamente placentera -me relajé considerablemente mientras sus dedos seguían acariciando mi piel -. No quería despertarte, aunque me temo que el descanso se ha acabado por hoy. Tenemos mucho por hacer y mucho por ver... así que levanta ese culo hermoso de la cama y prepárate para hoy.

Mi culo hermoso y yo nos levantamos de la cama con mucha pereza y muy pocas ganas de separarme de él; se notaba la ausencia del calor del cuerpo de Edward. Lo observé con detenimiento mientras se ponía unos pantalones cortos que dejaban al descubierto sus poderosas y musculosas piernas. Si el resto del viaje iba a ser así, y así lo esperaba, ya me podía dar por muerta por una sobredosis de excitación...

-Sabes que no me importa en absoluto tenerte frente a mí en ropa interior... aunque creo que lo más adecuado para ir a la playa es un bikini y algo de ropa ligera. No me haría gracia que los demás te vieran con esas transparencias negras -dijo señalando mi atuendo. Sí... está bien. Moví la cabeza en un vano intento por despejarme.

-Buen punto -dije sonriendo -. Aunque la culpa de este desequilibrio matutino es tuya por completo.

-Y del vino, recuérdalo -oh, sí... el vino francés...-. Anda, ve a vestirte... hoy quiero hacer muchas cosas...

Su tono de voz y su cara dejaban muchos matices implícitos. Matices con los que apenas tardé medio segundo en empezar a fantasear, por supuesto. Céntrate, Bella... Caminé hasta la maleta en busca de algún traje de baño cuando mis ojos se cruzaron con el móvil de Edward que descansaba sobre una de las mesas bajas que decoraban la habitación. Lo primero que se me vino a la mente fue la llamada que estaba deseando hacer a Matt y que por culpa del cambio horario no había podido hacer, aunque la haría lo antes posible. Lo segundo fue la llamada que recibió Edward anoche. ¿Phill?

Suavemente, me matas (+18) #Wattys2016Where stories live. Discover now