El cambio de mi vida. (DIFERENCIA DE EDAD-PROHIBIDO)

Invades mi espacio personal.

Sophia.

¡Al fin es lunes! Estoy un poco nerviosa. Al menos Rene me irá a dejar, espero no quedar como ''empollona'' como dice ella. El uniforme por suerte, no me queda holgado y si recibo un saludo matinal de Rene con un: ''guau, no te reconozco enana'', es porque está perfecto.

Me lleva en auto, el colegio es como un edificio, pero al frente tiene un enorme patio, entramos y gracias a un empleado del lugar, pudimos llegar a la oficina del director. Es un hombre de edad de aspecto duro, pero voz suave, me indica que me corresponde el octavo C y Rene sonríe, ¿es importante eso? Después me desea suerte, me guiña el ojo y se va al trabajo.

Como entré poco después de que empezara el año escolar me presentaron. ¡Que nervios! Me toco sentarme más atrás afortunadamente. Aunque ¡La tipa de al frente me tapa!

Llega el recreo y estoy que me orino, ¡este colegio es inmenso! espero no tener que considerar regar un arbusto escondido. Ok mentira. La verdad estoy en el pasillo con cara de tragedia.

—Te noto perdida. — Me dice una voz divertida. Me giro y veo a la compañera que estaba al lado mío, tiene el pelo castaño largo y los ojos cafés.— Soy Andrea.

—Ah, hola. Si, este lugar es enorme. — Digo confundida. — Yo Sophia.

—¿Y qué buscas?— Me mira con duda.

—El baño. — Hago una mueca de pánico. Se ríe.

—Sígueme.

—¡Gracias! — Digo feliz.

—Te ves algo pequeña. — Me dice mientras caminamos ¡dime algo que no sepa! — ¿Estás adelantada?

—Nop, tengo catorce. Ya creceré. — Digo con esperanzas, sonríe.

—Ahí está.

Entro y el baño es grande, ¡que genial! y este no huele mal como el del orfanato.

Salgo y la misma chica está hablando con la tipa que se sienta al frente, una pelinegra de ojos grises y bastante alta.

—Hey, Sophia. Ella es Carla. — Sonríe — La que te tapaba.

—Hola. — Digo. — ¿Tanto se notó?— Me sonrojo.

—Aaaw. — Dice Andrea, que te dije. Carla sonríe.

— ¿Y si cambiamos de puesto?

—¿No nos retarán?— De un sopetón, se me vino la imagen de la profesora que más odiaba levantando una regla con prepotencia.

—Naaah a nadie le importa.

—Genial. — Sonrío. Me invitaron a sentarme con ellas afuera, la verdad no pensé que sería tan fácil hablar con alguien, me siento muy cómoda. Aun cuando, Andrea me acaricia la cabeza como si fuera de un grado menos. ¡Argh! Me pregunto cómo estará Rene, me esforzaré en encajar aquí para no darle problemas.

[...]

Rene.

Me muerdo la mejilla por dentro, mientras veo por el microscopio, estoy tan acostumbrada a esto que anoto pensando en que quizá ahora, hay un grupo de matones tirando su mochila entre ellos por sobre su cabeza ...

¿He visto mucha televisión?

—¿Estás preocupada?— Me mira jaque de reojo mientras anota.

—No. — Digo en seco.

—No mientas, es raro verte haciéndote mierda la mejilla por dentro. — Se ríe de la mirada que le doy. — Estará bien.

—Es muy pequeña. — Suelto por fin.