12.

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-Basta por favor-dije llorando mientras me cubría con mis brazos.

-QUIEN TE HIZO EL CHUPON!?-me grita mientras vuelve a darme un correazo.

Me quede callada, no podía entregar a John, no lo merecía, nadie merecía esto.

-CONTESTA PUTA!-me siguió pegando y luego me agarró del pelo haciéndome parar.

Sollocé más fuerte cuando vi como rasgaba mi ropa dejándome completamente desnuda. Trate de alejarme pero me tenía bien sujeta.

-Hasta que no me digas quién es te quedaras en tu habitación, no podrás ir al instituto, comer, beber y mis amigos van a poder venir cuando se les de la gana a follar a la perra que eres-concluyó mientras seguía pegándome dejándome la piel roja y adolorida.

Asentí mientras sollozaba, me esperaba algo pero que el infierno. Me aventó a la cama y ahí me ordenó quedarme quieta, me comenzó a besar bruscamente. Mis lagrimas llegaban a tocar mis labios haciendo que el pase la lengua alrededor de estos, sus manos iban por todo mi cuerpo raspándolo y azotándolo. Estoy harta, no quiero seguir con esto, no se si podré.

***

2 semanas después

El instituto había llamado varias veces a la casa, yo lo único que había ingerido en todo este tiempo eran 5 panes y 9 vasos de agua. Mi estómago se quejaba al igual que mi garganta, no había salido de mi cuarto y como dijo, sus amigos vinieron más veces que nunca, venían casi todo los días a la hora que ellos querían. Ni siquiera podía usar ropa, en las noches me congelaba y cuando no quería hacer algo me azotaba aún más fuerte que antes. Todo había empeorado, ya no habla ni un granito de esperanza en mi, no sabía si volvería a salir de este cuarto.

Sollozaba en mi cama, eran las 10 de la mañana y ya dos de sus amigos habían venido, había recibido azotes y moría de hambre.

Escuche algo golpear la ventana, me asusté y tome en mis brazos las únicas sabanas que habían en mi cama, siempre me tapaba con estas cada vez que escuchaba un ruido o que tenía frío. La ventana fue golpeada otra y vez y así consecutivamente hasta que se rompió. Tenía miedo, ¿quién se metería por la ventana? Lagrimas de temor brotaban de mis ojos, últimamente siempre lloraba, siempre tenía un porque.

Después veo el cuerpo de un hombre meterse por la ventana para luego darse la vuelta y verme. Me hice una bolita escondiéndome al darme cuenta de quién era. ¿Qué hacía el aquí?

-Dakota...-se acercó a mí y me tense. No quería que me viera así-. Siento lo del otro día, estaba...ebrio-se excusó.

Negué con la cabeza para que entendiera que no importaba.

-Haz faltado como 3 semanas...-suspiro.

-No me deja ir al instituto-murmuré levantando la mirada.

John estaba al frente mío sentado en el colchón con las manos en la rodilla. Tenía una sonrisa egocéntrica en la cara y en su ojo derecho tenía un morado.

-Que te pasó?-pregunté parándome mientras sostenía la sabana para cubrirme.

-Lo mismo te pregunto a ti-dijo viendo mi cuerpo cubierto por las sabanas. Me sonroje salvajemente y baje la mirada a lo que escuche una pequeña risa de su parte.

-Déjame curarte-le pedí mientras iba al baño y sacaba el botiquín ya casi vacío.

-No, Dakota no evadas el tema-dijo mientras caminaba hacia mi.

-Pero te ah de doler.

-Hagamos algo, tú me cuentas que te pasó mientras me curas, vale?-dijo tomándome de la muñeca suavemente guiándome hasta la cama.

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