Sería una lástima que te quedaras calva

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Estaba agobiada. No podía concentrarme, después de lo que me dijo mi padre no paré de dar vueltas a la cabeza. Estaba deseando que acabara la reunión para poder hablar con él.

Fui a la cafetería a por un café, así me distraía un poco. En la cafetería habían dos chicas, ninguna de las dos me cae muy bien, son las típicas pijas que no mueven el culo en todo el día y después le van llorando al jefe de que necesitan cobrar antes por problemas económicos. Después las ves que todo el dinero que le dieron se lo gastaron en zapatitos, bolsitos, camisetitas.. agh, asco de niñatas.

-¡Hey! ¡María! -dijo una voz femenina.

-Eh... ¡Hola Lucy! -dije y le di dos besos.

-Estabas embobada mirando a esas dos, cualquiera diría que estabas pensando un plan de asesinato jajaja -dijo riéndose, pero tenía razón.

-Es que no las soporto, cuando estaba mi padre de jefe se aprovechaban de él a más no poder, hasta que hablé con él y se dio cuenta... -Dije mosqueada.

-Ya sabes como son, los ojitos derechos de papá

-Ya...¿Te invito a un café? hacía mucho que no nos veíamos- Dije mientras sacaba el monedero.

-Vale, muchas gracias- Dijo con una sonrisa.

Fui a sacar café y una de las dos niñatas me miró con mal ojo.

-¿Qué pasa, que no soportas lo bien que me queda este traje? -Le vacilé.

-¿Perdona? jajaja -me contestó.

-Que tonta eres para algunas cosas y que lista para otras...

-Primero de todo, a mi no me faltes el respeto, osea... ¿de qué me vas tu? ¿Te piensas que me das envidia con ese trapo? -Me dijo cogiéndome del traje.

-A mi no me toques con esas manos asquerosas, que puedo coger una infección de piel...

-Ah claro, pues seguro que las tengo más limpias que tu, mira que manicura más bien echa tengo -Se miró las mano y me miró con cara de asco.

-Uy cuidado, ¿sería una lástima que se te rompiera una uña no?-Le vacilé.

-¿Me estas amenazando? ¿A mi? a ver si ubicás que aquí nadie, eh pero nadie, me amenaza y me falta el respeto, y menos tu lata de sardina.

En ese momento, la sangre me hervía, Lucy que me conoce de mucho tiempo sabía que la iba a enganchar en cualquier momento, se acercó a mi y me intentó tranquilizar. En cambio, la otra niñata que iba con ella lo único que hacia era reírse, al parecer le hacía mucha gracia esta situación.

-¿Ayer fuiste a la peluquería no? -Pregunté.

-Sí, no ves el pelo que bien saneado lo tengo...pero bueno... ¿y eso a que viene ahora?

-Sería una lástima que ahora mismo te quedaras calva.

En ese momento la cogí de los pelos y la tiré al suelo. Lucy me empezó a coger de los brazos y me tiraba hacia ella para que la soltara. La amiguita de la niñata, al ver lo sucedido cogió y se fue.
La niñata me metió un cabezazo y me empezó a sangrar la nariz. Yo cogí la otra mano y le empecé a dar guantazos. 

De golpe alguien con más fuerza que yo me cogió en brazos y me separó de ella. Hacía gestos para que me soltara y me dejara. La persona me giró hacia ella y me abrazó.

No hizo falta separarme y mirar quien era, porque con la forma de abrazar, su pelo y su olor, sabía perfectamente que quien me mantenía en brazos era Oscar.


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Y hasta aquí el capítulo de hoy, espero que os guste, os super quiero.

Algo más que mi jefeWhere stories live. Discover now