Capítulo Ocho. Entre Bromitas

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Cuando volví al vagón ya no estaba Lee ni los gemelos. Supuse que se habían ido a cambiar y más tarde bajamos por fin del tren.

En mis cinco años en Hogwarts, este había sido el viaje más raro en tren que había tenido.

Cuando baje ví a un grupo de chicos de Slytherin, entre ellos mi "amigo" de fiestas, Draco. Burlándose de Harry Potter. Harry era un chico muy famoso, demasiado para su corta edad. Muchos lo veíamos como un salvador, pero algunos lo veían como una amenaza.

- deja de molestarlo - le dije a Draco, una vez que Harry había pasado.

- no tengo por qué obedecerte - dijo antes de darse la vuelta y observarme - ¡Oh! Atenea, que... Qué sorpresa - dijo poniéndose más pálido de lo habitual -. No era mi intención, solo es una broma entre compañeros.

No me interesan las excusas de Draco, así que seguí mi camino y lo ignore. Draco era un chico lindo. En las reuniones nuestras familias se frecuentaban y nosotros también. Pero en el colegio nunca hablábamos.

- oye, lo siento. Lee si se pasó un poco - me dijo Fred cuando entrabamos al carruaje

- descuida, no tienes que entenderme, solo quererme - dije y no les dirigí la palabra en todo el viaje.

Transcurrida la ceremonia de asignación de casas, las palabras de Dumbledore acerca de los dementores que estarían en el castillo y de que tendríamos que tener cuidado respecto a Sirius Black. Por fin pudimos ir a descansar. Pero en el pasillo me encontré con el profesor Lupin.

- ¿Tiene tiempo? - me acerque

- desde luego me disponía a ir a descansar...

- será rápido - comenté y el asintió.

Fuimos hacia el salón de defensa contra las artes oscuras donde impartirá clases.

- bueno... ¿Que querías decirme?

- ¿recuerda lo que me dijo sobre que podría pedirle un consejo o algo así? En vacaciones me pasaron cosas, un tanto... "Peculiares". Y ya que usted es un profesor, creo que podría orientarme hacia que estaba pasandome.

- ¿Que tipo de cosas?

- bueno. Desconozco si la magia que estoy haciendo es algo normal y todos los magos la tenemos. Pero mi padre es bastante conservador y no quise hablar de esto con el pero creo... Creo que me estoy convirtiendo en un animal. ¿Seré un animago?

- volverse un animago es difícil, se requiere de mucha práctica. Pero sobre todo se requiere de un esfuerzo del mago. No solo ocurre.

- eso me temía, ¿cree que podría ser una... Una... Una maledictus? - dije susurrando.

El poder serlo me daba demasiado miedo.

Para ponerlos en contexto. Una maledictus era una bruja que se convierte en una bestia, en su infancia y adolescencia es momentáneo, pero en la adultez es definitivo.

- ¿Por qué lo consideras? - dijo con interés.

- porque en vacaciones, un día por accidente me transforme en un fénix. No tengo ni idea de cómo. Solo ocurrió. Días después me volví un caballo y... No sé ni cómo lo hago y menos sé cómo regreso a la normalidad. No he podido averiguar qué estoy haciendo. Me da miedo un día convertirme y no poder regresar a la normalidad. Sé que para transformarte debes ser muy bueno en la magia como la profesora McGonagall que se convierte en gato, pero yo no creo poder hacerlo así.

- puedes mostrarme - dijo interrumpiendome - conviértete en una paloma

Cerré los ojos e intente concentrarme lo más posible. Respiraba pausadamente hasta que sentí mis sentidos agudizarse. Podía escuchar el piqueteo de los cubiertos al ser lavados debajo del gran comedor. Escuchaba las maletas abrirse en los dormitorios, olía las fragancias de los jardines del colegio. Al abrir los ojos podía ver en blanco y negro.

- Atenea, eres una lechuza - dijo - ahora, un fénix

Volví a cerrar mis ojos y antes de abrirlos oí como la puerta del salón se abría y yo cai de pie al piso.

Los gemelos estaban ahí.

- ¡Hola! - dijieron ambos

- ¿Que hacen aquí?

- queríamos disculparnos, por lo de... Por todo - explicó Fred - pero no estabas en la sala, así que te buscamos en el mapa

- y te encontramos - añadió George - y estabas con... Lunático - dijo la última palabra muy aguda, como conteniendo la emoción

- ¿Lunático?

- lunático - confirmo el profesor

- ¿Usted hizo el mapa? - lo mire sorprendida

- eso es parte de mi pasado

- estuvo en hogwarts desde 1971 hasta 1978. Fue la mejor generación en Hogwarts - dijo George exaltado

- osea que estuvo con Sirius Black - dije mirándolo - estuvo en su generación y en su casa...

Las preguntas de los gemelos no cesaban, yo igual quería hacerlas, pero lo noté bastante incómodo.

- chicos ya tienen que irse - dije al notar abrumado al profesor

- pero...

- nada Fred. Vallanse - ordene

No muy conformes salieron

- tienen mucha energía - dijo el profesor

- lo siento... Haciendo cuentas, mis papás también estudiaron con usted. Bueno, ellos salieron cuatro años antes. Mi papá es Hufflepuff y mi madre no la conozco. Por eso pensé que tal vez yo era una Maledictus, ya que no se nada de ella y se supone es hereditario. Cuando mi ceremonia, hace cinco años. El sombrero me dijo que mis padres son de Slytherin, cosa que no incluye a mi padre, pero tal vez sabe si mi madre, Andrew Flawey, salía con alguien de Slytherin. Tal vez sepa quién es mi mamá.

El profesor lo analizo unos segundos.

- conocí a tu padre. Pero jamás le hable y no se nada acerca de el. Más que es director de el profeta. Lo siento Atenea. No soy yo con quién deberías hablar.

- ¿Y entonces con quién? ¿El sombrero?

- lo siento. Pero es noche y nos llamarán la atención por estár tan tarde en una aula.

Cuando llegue a mi sala común me quedé contemplando el fuego de la chimenea, hasta que oí a alguien bajar.

Era Lee.

- no me refería a eso - dijo

Susupire y le hice un espacio en el sillón.

Los Gemelos Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora