Adios querido padre

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Año 1858:

Eran las 4:24 de la tarde, el señor Freddy Andersson estaba postrado en su cama a unos cuantos segundos de dar su ultimo respiro.
No había dejado herencia, nunca tuvo tiempo para hacerlo, sus 4 hijos, (1 mujer y 3 hombres) estaban sentados alrededor de su cama para escuchar sus ultimas palabras.
Todos en la casa, en aquella enorme casa estaban reunidos en una misma habitación, nadie en la sala, nadie en el comedor, nadie en los jardines ni en los baños, todos estaban acompañando al señor Andersson.

-padre diganos ¿a quien pasara a ser la casa?, madre ya ha muerto y solo quedamos tus cuatro hijos.

Dijo la hermana menor.

-Padre soy el mas grande de todos ellos, yo podría hacerme cargo de esta casa, me seria de gran utilidad.

-¿Utilidad? Y que planeas hacer tu? Convertir esto en un prostíbulo acaso? No tienes esposa ni hijo, no tienes un empleo, con que vas a mantenerla?. Padre hazme el heredero absoluto, yo sabré hacerme cargo de esta casa, podría convertirla en una empresa de textiles o incluso venderla.!

Replico el segundo hermano.

-yo, yo, esta casa es muy bonita.

-tu callate! ¿que podrías hacer tu aquí?..Acaso jugar todo el día?

- Maldito retarasado mental, producto del demonio.

En ese momento todo quedo en silencio.
Padre había muerto.

-No, papa, habla papa.

-Esta muerto.

-Todo es por culpa de Erick.

- Si es tu culpa.

-No , no, no, yo no, no, no.

Los hermanos siempre buscaban culparlo, a pesar de no haber hecho ni el mas mínimo movimiento.
Para Erick eso era demasiado.

Abrio la puerta de la habitación y salió corriendo. Al bajar las escaleras se tropezó y cayó hasta el ultimo escalón, se fracturo la muñeca izquierda, y golpeo su frente, se corto la ceja y el labio se le reventó, a pesar de los fuertes golpes en otras partes del cuerpo el aun seguía corriendo. Dejaba un rastro de sangre por cada paso que daba.
Intento salir por la entrada principal pero la puerta era demasiada pesada para que el la pueda habrir, caoba tallada, 2.5 metros de altura.

Sus hermanos solo estaban presenciando todo lo que el hacia desde los balcones de las escaleras, los mozos, la cocinera y los sirvientes formaban parte del publico. Una de las sirvientas intento ayudarlo pero antes de que ella pudiese hacer algo, Renata, la hermana menor, la tomo por los cabellos y apesar de que estaba embarazada no le importo hacer fuerza. La sirvienta forcejeaba para soltarse pero en cada intento mechones de sus cabellos se desprendían con partes de piel, sus intentos fueron en vano pues la sirvienta resbalo y se fue rodando las escaleras, el impacto fue fuerte, eran 42 escalones y en el numero 30 su cuerpo se elevó y cayo sobre si mismo, sus piernas tocaron su cabeza y su espalda tomo un ángulo tan agudo que su columna se quebro, brazos y piernas rotos. Ninguno de los hermanos presto atención y creyeron que simplemente eran unas cuantas fracturas, a pesar de que el cuerpo no se movía ellos solo expresaron una mirada de lástima pues solo era una sirvienta inútil.

Siguieron contemplando el acto de Erick que aun intentaba abrir la puerta. Debajo de el había un enorme charco de sangre, dando vueltas sobre si mismo se acordó de la salida en la cocina.

La CasaWhere stories live. Discover now