Después de la oscuridad, amanece

4to Capítulo

Narrador Omnisciente

Ha pasado dos semanas, dos semanas de tortura para Bárbara, dos semanas desde que se dio cuenta de sus sentimientos hacia Lisa. Bárbara no ha parado de preguntarse y decirse cosas así:
¿Por qué a mí?
Solo estoy confundida, no me gustan las chicas.
No me gusta Lisa.
Esto está mal.
¡Me buscaré novio!
Solo estoy confundida, ¿o no?
¿Esto es real?
¿Quién me aceptará?

La pobre Bárbara no ha hecho más nada que hacerse daño pensando, en qué pensarán,en qué dirán los demás, si la aceptará su mama y el resto de su familia.

Dos semanas intentando con todo lo que tiene, no sonrojarse, ni sonreír inconscientemente cuando Lisa sonríe o cuando esta última está feliz.

Dos semanas negando sus sentimientos.

Bárbara ha intentado hacer que no le siga gustando Lisa, pero se le hace difícil, si al oler su dulce fragancia, o al ver sus ojos marrones, se queda embobada.

A Bárbara le duele, le duele saber que si no cambia ahora esos sentimientos , será muy tarde cambiar porque estos podrían crecer.

A ella le cuesta mucho aceptarse, y si no se acepta a sí misma, nadie la aceptará como es.

Ella no sabe qué hacer, se siente completamente jodida.

Eran escasas las opciones que le quedaban.

Eran: Aceptarse y luchar contra la gente, contra sus sentimientos, contra sí misma, y buscar la felicidad pura.
O
Seguirse negando, no ser feliz, complacer a los demás, y no a ella misma, quedarse sin luchar.

Ella debe luchar, habrán problemas, habrá una fría oscuridad, pero amanecerá.

Narra Bárbara

Ahí está Lisa, está muy radiante, como siempre, sus ojos chocolates brillan por estar viendo hacia el cielo, donde se encontraba un sol brillante,y yo no logró evitar seguirla recorriéndola con la mirada.

Ella es bellísima.
¿Pero qué estoy pensando? ¡No me debe gustar!

Sus ojos chocolates me ven y sonríe con sus labios carnosos, y camina hacia mi dirección.

Lisa:Hola- Me saludo con un beso en la mejilla al llegar hacia mi.

Bárbara:Ho...Hola ¿co...¿cómo estás?-le dije tartamudeando, al notar que se rió porque habla tartamudeando, sentí como la sangre subía a mis mejillas.

Es increíble el efecto que causa en mí,
Yo nunca me había sonrojado, y si tartamudeo es porque me pongo muy nerviosa.

¡Qué efecto ni que nada! No me gusta
Y no estoy nerviosa, es la vergüenza porque de seguro se dio cuenta que le miraba.
Esperen, ¿por qué la miraba?
No Bárbara, estamos mal, estas jodida.

Me repetía muchas cosas en la cabeza y por eso me distraigo últimamente mucho.

Lisa: Bien... ¿tú estás bien?, te noto perdida últimamente-dijo dando justamente en el clavo.

Riiiiiiiinggggggg(suena la campana)

Salvada por la campana