#14. Cuando algo no le gusta, no duda en decirlo

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Me di cuenta de que la Weasley es algo difícil de lidiar, pero no tanto. Se que en cuanto algo le afecte, me lo dirá sin temor, porque simplemente así es y no hay nada qué hacerle, ni que quiera hacer al respecto.

.......

Los días pasaban lentamente y Scorpius no había sentido jamás tantas ganas de que las vacaciones terminaran.
La Weasley no parecía tener intenciones de perdonarlo, ni de pedir disculpas. Albus parecía estar hartándose de la situación, y Hugo y James no parecían estar cansado de fulminarlo con la mirada.

Se la pasaba pensando que no podría ser peor, y, con eso, sus ánimos aumentaban, aunque fuera sólo un poco.
Claro que no contaba con que la llegada de Teddy fuera a complicar un tanto más las cosas.

A Teddy lo conocía, no mucho pero podría decirse que eran amigos, en realidad, eran familia; las abuelas de ambos eran hermanas, por lo tanto en las reuniones familiares, se juntaban y convivían.

Los que no sabía era que también era amigo de la Weasley, incluso, podría decirse que se llevaba más con ella que con él.

-¿Cómo está eso de que has deprimido a la pequeña, pequeño Malfoy?

-Yo no he deprimido a nadie -contestó Scorpius.

-Bueno, no lo has hecho (o eso me quiere hacer creer), pero sí la tienes bastante enojada.

-¿Quién es la 'la pequeña'? Que yo sepa, sólo me he peleado con la Weasley, no con Lily.

-Lily no es mi pequeña, Scorpius; de hecho, con ella no me llevo muy bien, creo que por eso me llevo mejor con Rose - murmuró, más para sí mismo, que para Scorpius.

-Bueno sí, nos peleamos, pero no es como si nunca lo hubiéramos hecho antes, la verdad.

-A Rose la debes respetar, Scorpius; es la que más guardias tiene.

-¿Enserio?

-Somos algo -muy- sobre protectores con ella en especial.

-¿Por qué? -Preguntó Scorpius. Teddy se encogió de hombros.

-No lo sé, pero los únicos que no la tratan así (y por ende se siente más a gusto con ellos) son Albus y Fred.

-¿Sólo ellos?

-James, Louis, Hugo y yo... pues casi no dejamos que los chicos se le acerquen... órdenes del tío Ron -sonrió.

-Pues déjame decirte que no están haciendo bien su trabajo -dijo Scorpius. Teddy levantó una de sus cejas - porque los chicos de la escuela, y fuera de ella, la persiguen...

-Pues parece que estas muy al tanto -sonrió Teddy -, ¿no será, pequeño Malfoy, que te gusta?

-¿La Weasley? -Preguntó Scorpius.

Por alguna razón su ritmo cardiaco aumentó, las manos le empezaron a sudar... y no le molestó mucho la pregunta.

...

-Vamos, Scorpius, no puede ser tan malo -animó Teddy.

-Eso lo dices tú, porque parece que no tien-

-¿La quieres? - Preguntó Teddy, Scorpius lo miró bastante confundido - ¿Es tu amiga?

-Pues, no lo sé -dijo Scorpius.

-¿Te gusta que esté triste o algo así? - El rubio negó con la cabeza -. Bueno pues ve y discúlpate, entonces.

-¡Hey, Weasley! - Todas las cabezas voltearon a verlo, menos una.

Con paso sumamente lento, caminó hasta la pelirroja que estaba platicando con Fred. Sólo que a medio camino, alguien más algo que él, se interpuso en su camino.

Miró hacia arriba y se topó con unos grandes ojos azules; tragó saliva fuertemente, le era inevitable sentir algo de miedo.

-Malfoy -saludó el Sr. Weasley.

-Sr. Weasley...

-Quisiera tener unas palabras contigo.

-Sí, claro -. Por el rabillo del ojo vio a la Weasley mirándolos, curiosa y cambiando una mirada confusa con su madre.

...

-¡Listo! Me tiene harta -. Todos los presentes se voltearon a verla confundida -. Hugo, James, por favor, dejen de ver a Malfoy como si tuvieran rayos láser en la mirada. Teddy, deja de pedirle que me pida disculpas; no quiero que lo haga. Papá, enserio... atemorizas al pobre chico. Y, por si no se han dado cuenta, me sé defender sola. Y no he hablado con él sólo porque aún no quiero, no he analizado bien lo que pasó, porque he estado muy preocupada con otras cosas más importantes, que no tienen nada que ver con él, ¿sí?

La casa quedó en silencio por un largo rato, hasta que Albus se encogió de hombros, y siguió cenando. Los demás, conforme los segundos pasaron, siguieron el ejemplo de Albus, y, al cabo de una hora, ya todos estaban esparcidos por la casa.

-Er, Weasley... ¿crees que podamos hablar? - La pelirroja miró al cielo unos segundos, y luego se volteó a Scorpius y asintió -. Lamento lo del otro día.

-Yo también. Digamos que no fue uno de los mejores momentos, pero... bueno, no importa, ¿o sí? Dudo que sigamos como antes, la verdad, pero...

-Ese Mark no me daba buena espina -dijo.

-Mira, Malfoy. Todos estos años, desde que tengo memoria, me han querido de alejar de las personas que según ellos, no me convienen, les caen mal, son malas personas, y demás. Ni una sola vez les he hecho caso, porque jamás juzgo a alguien sin conocerlo. Si al final resulto lastimada, aprenderé que esa persona no vale la pena y eso, pero si no, ellos quedarán mal, aunque jamás les mal agradeceré que hayan querido protegerme y evitar que saliera herida.

>>Estuve a punto de hacer una excepción contigo, sin embargo. Por unos momentos había pensado en hacerle caso a mi padre, dejarme guiar por él, y no hablarte, alejarme de ti lo más posible y Merlín sabe que estuve a punto de hacerlo porque mi padre hablaba del tuyo con un odio... un rencor que me hacía detestarlo también.

>Mi madre jamás me ha querido decir qué fue lo que pasó para que mi padre lo detestara tanto. Siempre que le he preguntado, se queda sumida en sus pensamientos, se toca la cicatriz que tiene en el cuello, los ojos se le llenan de lágrimas, se vuelven vacios, me acaricia el cabello, niega con la cabeza y se va a abrazar a mi papá.

>Él le murmura algo al oído, y le besa la frente y el cabello. Y ambos parecen afectados por el pasado, y sé que no tiene nada que ver el que tu padre se burlara del mío, de mi familia, y que insultara a mi mamá, Malfoy...

>Y, sin embargo no lo hice. No me alejé de ti como mi padre me lo pidió. Pero como no quería defraudarlo no me hice amiga tuya, ni me acerqué a ti mucho. Decidí llamarte por el apellido, decidí sacar mejores calificaciones que las tuyas, superarte en todo con un solo propósito: que mi papá no se defraudara tanto de mí, cuando viera que no pude cumplir la promesa que le hice y que me junté siempre contigo, aunque no como amigos, precisamente.

Scorpius no supo qué decir, más que nada porque la Weasley parecía querer agregarle algo más; al final no lo hizo, le sonrió débilmente y caminó lentamente a la casa.

Cuando Scorpius entró, casi dos minutos después, a la pelirroja la estaban consumiendo unas verdes llamas, dentro de la chimenea ante la atenta mirada de Teddy Lupin.

Weasley, como la palma de mi mano (ATP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora