Un Mundo de Diferencia

Tormenta Mental

Las ordenes de Ágata eran directas; no prisioneros. 

Mi grupo de cinco Jaspers iría por el flanco izquierdo, las Amatistas por el derecho, los Citrinos solo entrarían de apoyo.

Recuerdo que nombrar ese evento como batalla era totalmente iluso, fue una total masacre. Los seres de aquel lejano planeta que se resistían a la ocupación de nuestra raza peleaban desesperados, pero sin ni ningún conocimiento militar, desorganizadamente fueron muriendo uno a uno. 

Yo capturé a su líder, yo le rompí el cuello. Me condecoraron por ello; felicitaron mi bravura, ,mi entrega, mi instinto de pelea y mi entrega a Homeworld. 

En ese momento creí que era feliz, y hasta hace unas horas era el momento más feliz de mi vida. Ahora me cuestiono ¿que es la felicidad en realidad?

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Jasper estaba sentada a orilla del mar, hacía rato que Greg se había ido a acostar y varias horas después de lo que la gran gema consideraba un  acto de debilidad. Debían ser la una o dos de la mañana.

- ¿que diablos me pasó? - pensaba

- Ese humano debió poner algo en esa comida que esta nublando mis sentidos. Es imposible que yo haya...mostrado debilidad. -

Se agarraba la cabeza y sus dedos se perdían entre la gran maleza que era su cabello, respiró profundo. ¿Que era lo que había sentido? ¿era felicidad como había dicho Greg?. Ella ya creía conocer la felicidad. Al derrotar, al vencer, al ganar, al conquistar planetas y solo recordar la llenaba de orgullo; pero por más que le molestara tenia que admitir que no era igual.

El simple hecho de comer ese extraño bocadillo que el humano le había dado le hizo sentir un calor profundo en el pecho, un gozo inexplicable. 

"¿Cuando has hecho algo por ti? ¿para ti Jasper? sin ordenes superiores ni mandatos impuestos, piensa, ¿que te gusta?" fueron las palabras que le había dicho Greg antes de ir a dormir, después de que ella le pidiera que la dejara sola al descubrirse mostrándose débil con un potencial enemigo.

- Me gusta la comida humana - dijo en voz alta y se sorprendió a si misma diciéndolo. 

Se acostó en la arena - en homeworld, ya no podría hacerlo - por un segundo su mente pasó los paradigmas impuestos en años de formación y cruzó por su mente el conocer un poco más ese pequeño planeta. Y sonrió.

Luego se sentó de golpe.

- ¡¿que diablos estoy pensando?! - dijo descompuesta con los dientes apretados, dejando al descubierto sus colmillos.

- No... seré... una traidora - dijo y sus ojos se agitaban mientras se agarraba la cabeza.

No seré una traidora...una traidora...traidor...

Flash Back

- Un traidor a nuestro gran imperio es el peor destino que puede tener una gema, no somo nada sin nuestros diamantes, nos debemos a ellas, ellas deciden si morimos o vivimos, si vamos a la guerra. ¡Ellas nos dieron vida! -

- ¡Salve diamante! - Gritó una multitud de Jaspers recién creadas, lideradas por otras gemas ya con rango.

Horas mas tarde esas Jaspers habían sido llevadas a un campo de batalla ya por rendirse en un planeta extraño a una especie de prueba. Aquella gema que provocara más muertes sería promovida.

Las nuevas gemas arrasaron, destruían a esos seres que eran alargados y delgados sin que opusieran mucha resistencia. Pedían ayuda, suplicaban piedad, protegían a los suyos. Todos fueron destripados.