Sin Identidad

Capitulo 1

  Adaline

Cierro mis ojos con fuerza, antes escuchaba los gritos de mi madre después nada. Me levante para ver que estaba pasando, pero simultáneamente se escucharon unos pasos acercándose hacia mi habitación, instintivamente volví a mi cama sin hacer ningún ruido. Estaba muy preocupada por mi hermanito Tyler, el solo tiene cuatro años y no sé si mis padres están bien.

La puerta se abre despacio, como si no quisiera hacer ningún ruido. Por suerte, le estaba dando la espalda aunque sus pasos sonaban aun mas cerca, hasta que freno. Podía sentir su presencia detrás mí. Mis ojos aun se mantenían cerrados, mis uñas apretaron con fuerza la palma de mi mano.

¿Qué espera? ¿Por qué no se va?

—Tú serás mi paga — dice mientras acaricia mi mejilla, pude notar su mirada puesta en mi.

¿Cómo que su paga? Yo soy una persona, no un objeto de intercambio. Quiero gritarle o decirle algo, pero será mejor estar como estoy.

De pronto siento una tela que toca mi rostro y mi cuerpo siendo rodeado por sus brazos, intento quitármelo de encima pero no logro. Poco a poco mis intentos de luchar se desvanecen, sentía sueño. Así que no tuve más opción que dejarme llevar.

Pero que estoy haciendo. Necesito que mi cuerpo se levante, quiero saber si Tyler está bien, si mi familia, está bien y lo más importante ¿Quién es la persona que está haciendo esto? Sin embargo, por alguna razón tengo la sensación de que esto no va a terminar bien.

*

—Tyler, tengo que verlo. —Balbuceo, mi cabeza está dando vuelta. Lentamente comienzo a recordar que paso hace unas horas atrás.

El ruido de la televisión me está molestando, pero no le estoy prestando atención a lo dice, mis muñecas están inmóviles, fijo mi vista hacia ellas. Están atadas ¿Qué demonios está pasando aquí? Mis brazos están atados y mi cuerpo está siendo tapado por la fila sabana, que hace conjunto con el juego de la cama, aunque mis mechones me impiden ver más cosa. Sé que no estoy en mi cuarto, porque conozco el piso y no es el que esto viendo, al lado hay una mesita de luz con la lámpara y una billetera.

—Sí, — oigo una voz varonil, al mismo tiempo como una puerta se cierra —ya termine el trabajo, fue todo un existo. — el televisor suena un poco más fuerte.

Lo que escuche me hizo helar la sangre.

"En esta localidad, se hizo una terrible matanza, hay tres muertos y un desaparecido. Se informa que los denunciante fueron sus vecinos, quienes informan que escucharon gritos y varia cosas romperse, los oficiales al atender este llamo, encontraron la escena. Unos de esos muertos es un niño de cuatro años, Tyler Harris. Hasta ahora no se sabe quien o quienes son los culpables ni tampoco no hay ningún sospechoso...."

—Tal parece que después de esto no va a ver nadie quien siga esto, era una familia chica, así que los policías con algunos ajustes que yo voy a hacer lo van hacer pasar por un caso sin resolver —informa el desconocido —Ah... casi lo olvido, también no te preocupes por la paga, ya la obtuve. — Me hago la dormida, para que no note de mi presencia. —Hey tú, — sigo en la misma posición, ignorando su llamado — ya sé que estas fingiendo, te vi como dormías así que a mí no me engañes, porque eso no te va a convenir y agradece que estoy de buen humor.

De buen humor, acaso para él no fue nada. Bien si quiere hablar, que hablemos. Yo quiero saber ¿por qué paso esto? Y ¿Por qué estoy viva? No obstante, cuando se distraiga me escapare, no quiero vivir con el asesino de mi familia. No quiero tener ninguna relación con él. Lo odio, me gustaría matarlo, ahora en este mismo instante.

—Bien, para empezar me podrías desatar — le digo alterada, quiero matarlo, mis lagrimas salían sin parar. No puedo creer que mi familia este muerta. Pobre Tyler, no vivió la vida que yo quería para él, solo tenía cuatro años, este tipo es un monstruo.

—No me hables de esa forma. —Murmura, bruscamente, toma mi mandíbula y la levanta.

Ahora lo veo perfectamente, su rostro es perfecto, cabello corto por los costados dejando la parte de arriba un gran volumen. Sus ojos marrón claro, me intimidan. Ahí fue que conocí el miedo, en verdad, esa mirada amenazante, no me importaba el dolor que sentía en mis muñecas, no pude disimular el sentimiento que sentía. Tenía tanto pánico. Y él lo notó, ya que una sonrisa de satisfacción se formo en sus labios.

—Bien, — me suelta de mala gana, mi cabeza fue amortiguada por la almohada, ¿Quien se creer? — por ahora no te voy a desatar, además te tengo que aclarar algunas cosas, cariño. —Asiento, por miedo a que me haga algo. Solo por decir "No" — Primero y principal, no te recomiendo escapar. Ya que si lo intentas, no dudare un meter una bala en medio de esas hermosas cejas...

—Bien. — Respondo como puedo, varias lagrimas salen de mis ojos, ahora me toca a mí — también te puedo hacer una pegunta. — Al comienzo duda pero al final termina aceptando — ¿Por qué ?... —siento un nudo en la garganta— ¿Por qué mataste a mi familia? Nosotros no hicimos nada malo...

Entonces él empieza a reírse de una manera exagerada. No dije ningún chiste, solo la verdad que veo. Que mal puede causar un niño de cuatro años, quizás un berrinche o perderse en el parque, solo por curiosidad. Pero además de eso nada. No mata, no roba, y si miente es fácil darse cuenta.

—Cariño, si que estas en las nubes, — me quita las sabanas y comienza a acariciar mis piernas. — Me mandaron, por un ajuste de cuenta. Por lo que tengo entendido, uno de ustedes se metió con la persona equivocada. — ¿Cómo? ¿Ajuste de cuentas? ¿A quién? Se acerco a mi odio y susurro esas palabras, mientras que sus manos comenzaron a subir hasta llegar a mi trasero — Ahora me toca a mi ¿Cómo te llamas?

Comienzo a dudar, si decirle la verdad o no. Muerdo mi labio inferior, es algo que hago cuando estoy indecisa o cuando pienso en la respuesta que no me gusta pero la digo.