Capítulo 16

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Adaline

Me encontraba, en un autobús, con Jean. Él quería llevarme a los lugares más turísticos de París, pero me negué sabiendo que son los primeros lugares que me buscaría Damon. Así que, le pedí que me llevara a un lugar seguro, es decir indirectamente me lleve a su casa.

No puedo ir a la policía, ni a mí a la embajada de mi país, ya que entre aquí ilegalmente. Desconozco la manera que uso Damon para que nos deje de entrar, aunque me dio una pista sobre él, que es que conoce a personas muy importantes que manejan este trabajo negro. Oscuro.

Luego de un corto viaje, caminamos a unos departamentos pequeños en una pequeña localidad de París, por unos momentos me hizo recordar a mi casa. Claro que la diferencia es que; primero, mi hogar era una casa y la de él un pequeño departamento. La cual no tenía ascensor, ni cámaras de seguridad o cualquier otro tipo de tecnología que me pueda facilitar mi traslado hacia su departamento.

Miro arriba y reconozco la gran fuerza que tiene que hacer él para subir y bajar estas escaleras. En estos momentos me lamento de no ir las últimas clases de educación física. Fijo mi vista hacia Jean quien me regala una amigable sonrisa, para alentarme a subir esos escalones, y se la devuelvo. Me dije a mi misma que estaría dispuesta a hacer lo que sea para esta lejos de Damon y eso hare.

"Tu puede, Adaline, si puedes." Me digo a mi misma, sé que si puedo y lo hare. Pero una parte de mi se siente mal por usar a Jean, con un objeto así pueda, solo por unas cuantas horas estar lejos de Damon. Y por la otra alegre y libre.

En la ocasión en que nos paramos en la puerta, Jean busca en su mochila las llaves, mientras que yo miro de un lado a otro, por si hay algo fuera de lo usual. No quiero caer en uno de sus juegos.

— ¡Aquí esta! — instintivamente seguí su voz, hacia donde estaba él mostrando las llave, la cual me hizo sonreír. No sé como lo hace, pero cada vez que lo veo me hace sacar una sonrisa. Toma el pomo de la puerta, y pone la llave en la cerradura la cual se abre. — Se que no son uno de esos lugares que estas acostumbra pero este esta lleno de afecto, si te sirve de consuelo. — mi dijo mientras me deja espacio para que yo entre, y eso hago, en cambio él va detrás de mi cerrando la puerta detrás de él. — ¿Queres algo? ¿Agua, quizás? —Me pregunta, sin perder su sonrisa.

—Solo, agua. — le respondo, — ¿Puedo seguir mirando el lugar? — Jean asintió, caminando a donde yo creo que es la cocina.

—Sí, no tengo nada que ocultar, Adaline. —expreso en voz, alta, desde la cocina, se escuchaba el grifo y el vaso chocándose.

Inicio mi recorrido en la entra, muestra una sala de estar, con dos sillones individuales con una cómoda y arriba de ella hay una tele vieja, quizás no tenga muchos canales, en donde nos muestran tres puertas. Esto me hace sentir, lo que Jean me dijo "afecto". Sonrió para mí misma y no había sentido por varios días, esto. Pienso severamente por cual empezar, no pienso ir a donde fue Jean, así que me quedan dos, lo miro de un lado a otro y me decido por al cual tengo la as cerca.

Es el baño, lo primero que pensé cuando lo vi era, "ninguna mujer vive aquí". Por el descuido y el esfuerzo que hacer la persona por la limpieza. Lo sé, por que limpiaba el baño cuando está castigada, había una gran diferencia cuando lo hacía yo y mi mamá. Luego voy a la última puerta que me falta, le doy de nuevo otro vistazo a la sala, veo la mochila de Jean en uno de los sillones.

La ultima puerta, está entre cerrada doy un leve empujón y dejo que se abra, lo que vi me impacto tanto que di unos paso atrás, ni me atreví a entrar a ese cuarto. ¡¿En que lo metí?! ¡Pobre, Jean! No merece lo que estoy haciendo, ni tiene que estar involucrado en esto, ni mucho menos conmigo. No le puedo hacer esto a él, y a su hermano menor.

En uno milisegundos, se me vino la imagen de mi hermano, Tyler, y mía, cuando fuimos de picnic con la familia, o en el momento que leí cuentos ya que mis padres estaban cansados, también otro en el lago para darle de comer a los patos. La última imagen, fue la que más me dolió, por que es la que guarde en mi corazón. Es cuando Tyler nació, entre a la habitación en donde estaba mamá, durmiendo y papá lo tenía cuando me vio, me sonrió. Extendió sus brazos hacia a mí y me lo entrego y yo lo tome, pero tenía miedo a que se caiga así que me senté en una silla. La luz de la venta le daba en la cara. Tenía un ángel entre mis brazos y quería estar con él en las buenas y en las malas, daría todo por él. Lo sabía, todos lo sabían.

Mi labio inferior tembló, me estaba costando respirar, de mis ojos salían lágrimas. Sé lo que es capaz de hacer por un hermano, Jean no me merece esto, yo no puedo aprovecharme de él. No quiero liberarme de Damon, si tengo que hacer esto. Rápidamente pienso en mi familia y como murieron en manos de mis captor.

—Adaline, aquí está el agua. —Me llama por mi nombre de pila, giro mi vista para verlo pero no hay nadie, me desespero, y corro hacia la entra.

— ¡¿Jean?! — grito, tengo el presiento de que algo le va a pasar, estiro mi mano pero eso no detuvo lo que paso después. —Tengo que...

La puerta se rompió, veía en cámara lenta como la cerradura se rompió en pedazos, suelto un grito de susto, mas tarde el de Jean ¿Qué hice? Unos hombres encapuchas, me toman de los antebrazos, cada uno. Veo a Jean sometido de la misma forma que estoy yo, pero con un labio roto. En la entrada.

—¡¡NO!! — grite desesperada, forcejeando con los hombres. — Ustedes me quieren a mí, no le hagan nada a él, yo soy la culpable de todo, yo lo amenace. — No sabía cómo hacer para que lo dejen, así que dije lo primero que se me ocurrió por la cabeza. — ¡Déjenlo ir, y me iré con ustedes por voluntad propia, con Damon!

—A... Ada... line — Sus palabras, fueron débiles, se resistió para protegerme, y yo que fui una maldita egoísta. Yo le hice esto, no soy mejor que Damon, soy alguien peor que él. — ¿Qué... que...

Jean lo siento tanto. Yo no te quería hacer esto. Mi llanto, ni mis suplicas, no nos sirvieron de nada, ya que a la fuerza nos sacaron del lugar. Mi primer pensamiento fue qué pensaría el hermanito de Jean. También lo siento por él.

Sin IdentidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora