Tú siempre estuviste para mí (Lauren Jauregui y tú) Terminada.

¨La misma¨

Me giré para ver de dónde provenía aquella voz. Y ahí fue cuando la vi... Aquella mujer de ojos color esmeralda de la cual estuve profundamente enamorada toda mi adolescencia...

-¿Lauren...? -Pregunté impactada.

-La misma - Me miró -¿Me conoces?- Preguntó.

-Cuando era una adolescente moría por ti... - La miré y ella sonrió, deben decírselo muy seguido... Dios... su sonrisa...

-¿Qué haces aquí? Es bastante tarde...- Dije mirando mi teléfono para comprobar la hora, 02:30 AM.

-Salí a dar un paseo, no podía dormirme y bueno, aquí estoy... ¿Y tú? –Volvió a mirarme y sentí que iba a sonrojarme así que dirigí mi mirada hacia otro lugar.

-Bueno yo...- La verdad no sabía si decirle lo que había ocurrido hace un rato atrás, quizás ella ni siquiera quería oírlo...- Sólo no he tenido una buena noche.- Comencé a jugar con mis manos para evitar llorar.

-Oh ya veo...- Se quedó en silencio, pero podía sentir su mirada en mí.

Podría asegurar de que mis nervios se podían sentir por toda la playa, estaba sentada junto a esa mujer que me robó el corazón hace un par de años, de la cual vivía imaginando cómo sería conocerla en persona o tenerla cerca... Y ahora, está justo a mi lado...

Sentí como se giró para sacar su teléfono, miró la hora y habló.

-Oh ya es muy tarde –Dijo levantándose – ¿Vienes?- Me preguntó ofreciéndome su mano para poder pararme.

- Claro – Tomé su mano para levantarme y al hacerlo sentí como nuestros labios se rozaron. Sentí algo recorrer mi cuerpo, pero nos separamos al instante para así dirigirnos hacia la calle.

- Bueno, ha sido un gusto...- Hizo una pausa.- Aún no sé tu nombre - Me miró intrigada.

- Pues, será un misterio. –Dije bromeando.

Ella sonrió y comenzó a reírse junto a mí.

-Entonces, espero volver a verte. –Finalizó besando mi mejilla para luego irse en dirección contraria.

¿De verdad había hablado con Lauren Jauregui?

Comencé a caminar con una estúpida sonrisa en mi rostro, no podía sacar a Lauren de mi cabeza y a lo que recién había ocurrido.

Llegue a mi apartamento y como lo esperé Kendall ya no estaba. Entré a mi habitación y sentí asco, por lo que decidí tomar una maleta, guardar toda mi ropa e irme a hospedar a un hotel. Mañana mismo vendería mi apartamento con todo lo que había en él para evitar cualquier tipo de recuerdo.

Tomé las llaves de mi auto y salí al hotel más cercano para hospedarme. Pedí un cuarto y al fin me dispuse a descansar.