*Niñero* [⭐TsukiYama⭐]

[29]: Te amo

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-Akiteru -llamo Kei a su hermano, de manera repentina, asustando a los tres que dieron un leve brinco.

-T-Tsukki -Tadashi estaba nervioso, no sabia desde cuando el megane estuviese ahí, y si escucho o no su conversación.

-¿M-Mande? -el Tsukishima mayor también estaba nervioso, pues no quería ser el culpable de que se entarara de los sentimientos del pecoso, debía ganar la apuesta de forma justa, o perderla... Pensandolo bien, tal vez si debía intervenir...

-Hazme un favor -el rubio habló con tranquilidad cosa que descoloco a su hermano y a "la madre" de su "hija".

-Eh... Claro, ¿De que se trata? -accedió rápidamente, cuando se recupero un poco.

-Cuida a Kazumi un poco, tengo que hablar de algo con Yamaguchi -

-¿De que? -pregunto fingiendo curiosidad.

El de cabellos rizados le fulmino con la mirada, dandole a entender que no se metiera, extendió su mano, para entregarle una bolsa repleta de comida, que fue recibida de inmediato por su hermano, ¿Como podía replicar si había comida de por medio? Además ya sabia el "algo" que tenia que hablar con Tadashi:- Vamos Yamaguchi -le tomo de la mano y empezó a caminar pero una voz le detuvo.

-'o vo', 'o vo' [N/A: "Yo voy, yo voy"] -dijo la niña, extendiendo su manita para que los responsables de cuidarla la llevarán con ellos, su tío estuvo apunto de ceder, y por el mismo camino iba Kei, pero algo les salvo.

-Kazumi, comamos unos bocadillos mientras vemos los fuegos artificiales, que no creo que tarden mucho -el universitario ni se molesto en bajarla, pues estaba casi seguro de la respuesta que obtendría.

-¡'i, 'i, fu'gos! [N/A: "¡Si, si, fuegos!"]

Con más tranquilidad, el numero 11 siguió caminando, llevando casi a rastras a su pecoso amigo.

[...]

-¿A donde vamos Tsukki? -pregunto Tadashi, siendo completamente consciente de que sus mejillas estaban tornadas de un color rojizo, avergonzado por el pequeño contacto que compartían.

-Uhm... ¿Recuerdas que cuando eramos niños teníamos nuestro "lugar secreto" para ver los fuegos artificiales? -pregunto mirandole de reojo, para poder observar la sorpresa pintandose en la cara de su amigo.

-¿...Tu te... acuerdas? -pregunto abriendo los ojos de par en par.

Soltó una pequeña risa con algo de gracia, arqueo una ceja e interrogó:- ¿Me crees un monstruo sin corazón y memoria?

-¡Para nada Tsukki! -su reacción fue tan rápida, y su respuesta apresurada, que no hicieron más que sacarle una risa un tanto burlona.

-En primer lugar me sorprende que no fuesen ahí desde un principio, pues Akiteru también conoce el sitió, y en segundo lugar... -hizo una pequeña pausa, permitiendole a Yamaguchi incrementar su curiosidad- Haz hecho una cara tan graciosa, que me arrepiento de no haberla fotografiado -ese característico tono burlón se hizo presente, avergonzando de sobremanera al pecoso, que, incoscientemente hizo un pequeño puchero y desvió la mirada.

Ninguno dijo nada, y continuaron caminando hasta llegar al lugar, una pequeña colina sin algún detalle especial, o sobresaliente, solo repleta completamente de verde y abundante cesped, y un árbol bastante grande e imponente, algo simple, y no muy llamativo.