5: La herida

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La tarde y gran parte de la noche había pasado sin decirse una palabra entre los dos. Stiles seguía enfadado y el hecho de que Derek no le hubiera pedido ni perdón no ayudaba. Derek simplemente tenía cosas más importantes de las que preocuparse ahora.

La primera palabra entre los dos la dijo Derek.

–Tenemos que ir cogiendo las cosas, vamos a salir ya –le recordó con tono seco y gesto impasible.

Stiles asintió y cogió la pistola con la que había practicado hacía unas horas, era lo único que necesitaba. Estaba deseoso de hacerle probar al abuelo Argent unas cuantas balas.

Cualquiera que conociera bien a Stiles se hubiera preocupado. Por eso Derek lo estaba. Ya no era aquel chico inocente y sarcástico que intentaba alegrar el día a todos, en pocas horas se había vuelto una persona que buscaba venganza a toda costa y tenía muy claro que sin lucha y sangre no se conseguiría.

Derek le miraba y le costaba reconocerle, sobretodo cuando estaba cargando la pistola y marcaba el ceño fruncido en su cara. Intentaba descifrar en que pensaba pero lo tenía muy claro, pensaba en Scott, Erica, Isaac y los demás. Él también pensaría en ellos mientras desgarrara la piel de unos cuantos cazadores esa noche.

No tardaron mucho en dejar la caseta atrás y comenzar su rumbo a la casa Argent. Habían pensado aprovechar el efecto sorpresa y atacar antes de la media noche que era cuando los cazadores salían. Entrarían en la casa de golpe, Derek convertido en su forma más mortífera de Alfa y Stiles con pistola en mano. Era un plan basto y sin mucho transfondo pero a veces lo más básico era lo más eficiente.

Aparcaron el coche unas calles más allá. Derek cuando bajó, terminó por volver a hablar del ''plan'' con Stiles.

–Sabes que cuando esté ahí no podré hablar contigo, pero si me necesitas... –Iba a decir que le llamara, pero Stiles se giró y comenzó andar.

–Lo sé ¿Nos vamos ya o no? –dijo sin mirarle mientras caminaba.

Derek negó con la cabeza lentamente, estaba cansado de esa actitud de Stiles pero sabía por lo que estaba pasando y era solo una barrera que le protegía. Se quitó la camiseta y los pantalones mientras Stiles no le veía y se transformó en el Alfa que era.

Su forma era más grande de lo que quizás había sido Peter. Los cuartos traseros eran fuertes y grandes y le daban una altura vertiginosa. Sus ojos rojos como la sangre lucían en la espesa noche. Cuando menos lo esperaba Stiles se puso a su lado y le penetró con sus ojos rojos que indicaban su figura Alfa.

Stiles saltó y se posicionó en señal de disparo, pero entonces recordó que era Derek, suspiró y pasó la mano por el liso pelo negro cercano a las orejas.

–Eres tan pesado siendo humano como lobo –masculló.

Derek se revolvió y se perdió entre la calle tan rápido que Stiles no vio hacia donde se dirigía, pero sabía hacia dónde iría.

A casa de los Argent.

Bajó su chaqueta, ya seca, llevaba una pistola que apretaba contra su pecho para darle seguridad. Mientras arrastraba sus pies por las calles se preguntaba como había llegado a ese punto, dentro de unos minutos sería, o esperaba ser, un asesino...pero un asesino de asesinos, ¿A caso eso no era bueno, o, justo? Tenía que serlo. De todas formas en este mundo las cosas no eran blancas o negras siempre, todo se movía en una gran gama de grises de diferentes intensidades, aunque la gente se negara en creer en ello.

–Solo espero que lo de esta noche no se acerque mucho al negro –se dijo a si mismo cuando cruzaba la calle contigua a la casa de los Argents.

La casa de los Argents se imponía en la calle, grande y majestuosa. La había visto mil veces, pero nunca le había dado tanto miedo y odio como aquella noche.

–Quizás debería quemarla, con todos dentro, como hicieron con la familia de Derek –susurró Stiles mientras se colaba hacia la parte trasera de la casa.

Escondido en el arbusto, buscó los ojos rojos de Derek y cuando los vio supo que estaban preparados para entrar.

Todo lo demás pasó tan rápido que Stiles no sabía que estaba haciendo, hasta que ya lo había hecho. Derek corrió hacia la puerta trasera y la derrumbó con sus patas. Dentro no tardaron en escucharse los gritos de la familia poniéndose a cubierto. Stiles le siguió y entró hasta el pasillo.

Escucho unos tiros que iban hacia él, pero se escondió cerca de la escalera. Desde los barrotes pudo ver a su atacante, un cazador joven que tenía el rostro tosco y curtido por la batalla. El antiguo Stiles se hubiera muerto de miedo, pero este nuevo Stiles disparó entre los barrotes, pero no le dio.

–Joder –masculló entre dientes.

Corrió hacia la cocina aprovechando la ráfaga de disparos. La cocina era amplia y grande, con una mesa central. Stiles se escondió detrás de la mesa y rezó por que aquel hombre no le siguiera, ya que no había otra salida.

Los gritos de dolor se escuchaban escalera arriba, Derek estaría destripando a esos asesinos, o, eso quería pensar Stiles.

–¿Dónde esta el cachorrito del lobo? –exclamó la voz de una conocida cazadora al entrar a la cocina, con tono de burla.

Stiles sintió que su corazón le iba a mil por hora, aunque la rabia le podía, ¿Cachorro? Le iba a demostrar que hasta los cachorros siguen teniendo dientes.

–No entiendo que le ven, ¿porqué le ayudan –preguntó al aire, ya que aun no veía a Stiles, pero sabía que estaba ahí –Todos han muerto a lo tonto, de la manera más torpe.

Stiles quería arrancarle la cabeza. Aquellos que habían muerto eran sus amigos y él no estaba aun muerto, pero no soportaba eso aunque se había hecho muchas veces la misma pregunta que el cazador, ¿Por qué ayudaba a Derek?

El adolescente iba rodeando la mesa lentamente mientras el hombre le buscaba por la cocina. Stiles podía ser sigiloso cuando quería o al menos cuando lo intentaba. Poco a poco Stiles fue poniéndose detrás de aquel hombre.

Stiles se levantó y le apuntó, el hombre que escuchó ese ultimo movimiento se giró y apuntó al adolescente a la vez. Ahí estaban, los dos apuntándose al pecho y con mirada desafiante.

–No es malo –dijo sin más.

Él cazador puso cara de no entender, pero no soltó la pistola.

–No es el malo, por eso le ayudo –le dijo al ver que no entendía lo que le decía –Derek es soso, algo bruto, aburrido y muy serio.

Stiles tomó aire y apretó la empuñadura.

–Pero no es malo, es leal y fiel a sus amigos –sus ojos relampagueaban de ira –Por eso todos murieron a su lado, por eso si pudieran resucitar volverían hacerlo de nuevo por él.

Tras el discurso el cazador se rió.

–Como quieras, de igual forma van a morir –se mordió el labio –El último que nos cargamos era mucho más fiero que un adolescente con pistola y lo matamos.

El joven soltó una carcajada completa de burla y desprecio.

–¿Por qué debería preocuparme por ti?

Stiles entró en cólera al ver como hablaba de Scott. Era cierto, Scott era el fiero y el fuerte... pero Stiles era el impulsivo.

–Porque no tengo nada que perder –Stiles sonrió y disparo al hombre de una.

Las balas fueron rápidas y golpearon contra el vientre del hombre. Stiles frunció el ceño y vio como la sangre salía y el cuerpo caía. Mientras el cuerpo caía y maldecía a Stiles, la mano del cazador logró disparar por última vez. La bala dio en el pecho de Stiles, demasiado cerca del pulmón. El adolescente tardo unos segundos en darse cuenta a causa de la adrenalina, pero cuando lo vio no pudo evitar caer al suelo.

Puso una mano en la herida e intento mantener la respiración. Aunque era difícil.

Solos [Sterek]Where stories live. Discover now