Solos [Sterek]

6: La despedida

Derek ya había abatido a varios cazadores cuando escuchó las balas. Recordó lo que había dicho: «Una vez dentro no podré ayudarte», así que siguió golpeando a un cazador y una vez consiguió derrotarle, se dirigió en busca de Gerard, y, de Chris, padre de Allison. No les encontraba, buscó la habitación de Chris y en los baños, todo rápido y acabando con cualquiera que se pusiera por su camino. En su mente pasaban una y otra vez, los rostros de sus cachorros-lobo. Todos muertos ya.

El corazón le dio un vuelco al escuchar las balas de nuevo. Lo olió, lo sintió, algo era diferente a los otros disparos. Algo iba mal. Su mente de Alfa tiró hacia un lado del pasillo, el que daba hacía otra de las habitaciones que no había registrado, su mente humana tiraba escaleras bajo a la zona donde se encontraba Stiles. Las dos entraron en un duelo, estuvo indeciso unos cuantos segundos que parecieron una eternidad, pero al final, por primera vez en mucho tiempo, su parte humana venció.

Bajó a trompicones las escaleras en su forma humana. Buscó en el pasillo y luego olió la sangre tan fuerte que no le quedaba duda de donde se encontraba Stiles. La cocina estaba impregnada de olores distintos, uno venía del cuerpo muerto de un cazador, ese olor era a tabaco, cuero y metal, el otro era familiar, siempre le había reconfortado y le recordaba a su juventud despreocupada cuando su casa aun no había ardido. Ese olor se había mezclado con sangre... la del propietario, Stiles.

Stiles intentaba respirar, al otro lado de la encimera, el ruido de una tos llena de sangre fue lo que hizo a Derek encontrarle. Estaba tirado en el suelo, con una mano en su sudadera roja, que se había teñido con otro rojo, el inconfundible de la sangre humana. Su respiración era entrecortada y tenía la vista perdida hasta que oyó a Derek.

Los dos cruzaron sus miradas. La de Stiles era de vergüenza y por su leve sonrisa, parecía que sentía haber defraudado a Derek. La del Alfa era distinta, rozaba la locura y la incomprensión. Derek sabía que Stiles era el más frágil, pero siempre le veía como un ser grácil y casi inmune a todo. De alguna forma extraña le veía inmortal o simplemente no se imaginaba un mundo sin Stiles ¿Cómo sería? Nadie la haría enfadar ni le soltaría tonterías. No quería ese mundo, aunque nunca lo habría dicho en voz alta.

–Eres estúpido –dijo Derek sin pensar.

Su voz estaba cargada de reproches y odio. Le reprochaba el haber ido ahí cuando le pidió que se fuera a casa, ahora iba a morir como los demás y él estaría solo, le odiaba por eso. Le odiaba también por haberle hecho creer que él nunca se iría como los demás, aunque quizás había sido Derek el que había querido creer eso.

–Eres todo un encanto, Derek –dijo con la voz entrecortada, completa de sarcasmo.

Derek se arrodilló a sus pies y apoyó la mano en la herida de la bala, la mano de Stiles iba disminuyendo por la fuerza y prácticamente salía más sangre de la que intentaba dejar dentro.

–Estúpido, estúpido, estúpido... –murmuraba el Alfa mientras buscaba algo con la mirada que le sirviera para taponar la herida.

Al final Derek se quitó su misma camiseta, queda do su cuerpo solo con la fría chaqueta de cuero, lo puso fuerte sobre la herida. Stiles, soltó un leve gemido de dolor, pero Derek no prestó atención. La camiseta se llenó de sangre mucho más rápido de lo que Derek hubiera imaginado. Aquello no tenía buena pinta y los dos lo sabían.

–Le he matado, has visto –dijo orgulloso intentando señalar el cuerpo del cazador –Scott estaría orgulloso.

Derek le miró enfadado. Todo lo había hecho por Scott ¿Tanto le quería? Incluso sintió una leve punzada de celos, aunque sabía que solo eran amigos. Daba igual que no fuera racional, en aquellos momentos Derek estaba fuera de sí. Quería matar a Stiles con sus propias manos, le odiaba tanto y a la vez le quería tanto que no sabía como podía tener tantos sentimientos enfrentados y de aquella envergadura.