"-Jamas pensé enamorarme así de una persona."
Jos Canela es el chico popular que en secreto va a una heladería solo para poder admirar al chico pelirrojo de bellos ojos azules.
Dicen que el amor se puede encontrar en cualquier momento y lugar pero...
El pelinegro tomo el elevador para llegar lo antes posible, llega al último piso y nota que tiene que subir unas cuantas escaleras más, suelta un bufido y las sube llegando a la puerta de la azotea. Tomo aire y abrió con cuidado la puerta, se asoma y ve a Alan en la orilla, ve que a un lado del esta una botella de vodka. Eso era lo que le dio valor para hacer eso.
Jos: Alan...
El moreno voltea a verlo de reojo, sus ojos se ven vacíos y tiene unas ojeras muy marcadas, Jos se acerca pero Alan no se lo impide.
Alan: Largo de aquí.-Dice entre dientes.
Jos: No hagas esto, por favor...
Alan: ¿Por qué no? ¿Acaso ya te importo?-Suelta una risa seca.- ¿Qué más da si muero? Tú de todos modos seguirías con Alonso.
Jos sintió una gran culpabilidad, no sabía que hacer o decir... Era por el que Alan estaba en el edificio. Desde abajo, Freddy intenta convencer a Alan de que no haga nada este solo responde que no es asunto suyo.
Jos: Alan... Hay mejores que yo...
Alan: ¡Pero yo te quiero a ti! ¿¡Sabes todo lo que tuve que hacer para estar contigo!?
El moreno miro al vacío, noto que había una tercera persona mirándolo, entrecerró los ojos para comprobar si no estaba alucinando... Era Alonso. Alan apretó sus puños, se giró hacia Jos dándole la espalda al vacío, levanto su mirada encontrándose con los ojos del pelinegro.
Alan: ¡Encima de todo lo traes!-Grita.
Abajo del edificio, los tres chicos alcanzan a escuchar el grito de Alan, Alonso no lo resiste y entra al edificio corriendo, sin importarle el dolor en su cadera. Toma el elevador, ni siquiera sabe por qué lo hace, quizás porque sentía que por su culpa Alan no es feliz.
Mientras tanto en la azotea, Jos se acerca otro poco, Alan le dice que se valla. Para cuando Jos está cerca Alan tiene los ojos llenos de lágrimas, su rostro está completamente rojo.
Alan: ¿¡Porque lo trajiste!? ¡Lo odio! ¡Por su culpa el amor de mi vida se alejó de mí! Hice mucho por ti José Miguel... ¡Y no lo valoraste!
Alonso llega a la azotea, se encentraba en la puerta, asomo un poco su cara, vio como Alan seguía ahí hablando con Jos.
Alan: ¡Amenace a Alonso! ¡La vez que lo golpearon a Alonso camino a casa fui yo!-Jos se paralizo.- ¡Yo le di la idea a André de golpearlo en la escuela! ¡Yo le robe el celular y te mande ese mensaje...! ¡Fui yo quien desconecto las maquinas del hospital! ¿¡Y todo para que!? ¡Me sigues rechazando!-Grito lleno de ira y se dio media vuelta.
Jos apretó sus puños... A pesar de la confesión de Alan... Quería salvarlo, después de todo es una vida humana. Alonso se acercó con cuidado, también alcanzo a escuchar lo que Alan grito. Jos se acercó y tomo a Alan de la cintura atrayéndolo al suelo de la azotea, el moreno forcejeo mientras lloraba. Alonso se quedó estático viendo la escena y una vez que Alan noto la presencia del rumio forcejeo más.
Jos: ¡Alonso, vete de aquí!
La puerta de la azotea se abrió de golpe, varios uniformados entraron y alejaron a Alan de Jos, quien inmediatamente fue hacia Alonso, el oji-verde lo abrazo con todas sus fuerzas.
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Ha pasado un año desde el incidente de Alan, un año desde que fue encerrado en una institución mental, un año desde que no saben nada de André, un año desde que Alonso y Jos son felices. Ahora viven juntos en apartamento que pagan ambos, Jos se graduó con honores de la preparatoria y a pesar de ello, consiguió un pequeño empleo en una cafetería cantando. Alonso sigue estudiando y trabajando en la heladería de siempre, en donde renunciaría en cuanto acabara la preparatoria.
Alonso se encontraba limpiando las mesas de la heladería, quería acabar temprano, se supone que hoy estaría con su familia y Jos. Sintió una mano en su cintura y una que tapaba sus ojos, sonrió, sabía quién era.
Alonso: Ayuda, me quieren secuestrar.-Dijo con una sonrisa.
Xx: Si así te quedas siempre conmigo...-Hablo con una sonrisa.
Alonso: Jos, tengo que terminar... Déjame libre.
Jos: Pero yo quiero consentir a mi cumpleañero.-Dijo y beso la mejilla de Alonso.
Jos soltó a Alonso y este se giró para encontrarse con un Jos bien arreglado y un ramo de rosas en la mano de este, el rubio se llevó las manos a la boca y abrazo a su novio repartiendo varios besos en su cara. Era el primer cumpleaños que pasaba con él. Limpio la mesa rápidamente y fue a la sala de empleados, no encontraba su ropa así que no le quedo de otra más que quedarse con su uniforme. Jos lo observo, se acercó con una sonrisa y pidió un helado, Alonso rio y dijo que hasta el día siguiente podía atenderlo.
Jos: ¿Sabes lo que más me gusta de que sigas trabajando aquí?-Pregunto con una sonrisa.
Alonso: No, ¿Qué?
Jos: Que puedo seguir reviviendo el día que te conocí, el día que conocí al amor de mi vida... Y que me vuelvo a enamorar de ti.
Alonso le dio un pico y salió de la barra para dirigirse a la salida de la mano con Jos, lo amaba, lo amaba demasiado y no estaba dispuesto a dejarlo. Subieron al auto y fueron a casa, estando ahí, Alonso se cambió rápidamente para ir a la cena con su familia. Jos estaba nervioso, más de lo usual. Como si ocultara algo. Alonso termino de cambiarse y salió, se puso algo muy formal.
Condujeron nuevamente y llegaron a casa de Alonso, bueno, de la familia de Alonso. Estos los recibieron muy bien, pasaron al comedor en donde ya se encontraban Bryan y Freddy. La cena paso tranquila, era lo que Alonso siempre había querido, estar con familia y amigos... Y con alguien a quien amaba. Hubo risas y Jos siempre estuvo sonriéndole a Alonso, no una de esas sonrisas divertidas, sino, una de esas tiernas en donde no hay tiempo de tomar una foto.
Jos se paró de su asiento y pidió la atención de todos los presentes, sus nervios aumentaron aún más y se sonrojo de la vergüenza.
Jos: Hoy estamos celebrando el cumpleaños 18 de Alonso... Una gran persona que todos aquí presentes queremos... Este chico, me ha dado una felicidad increíble, y juro que no puedo vivir sin él.
El pelinegro busco algo en su bolcillo, una cajita, Alonso lo noto pero supuso que era un regalo de cumpleaños, mientras que Bryan miraba de reojo a sus dos amigos con una sonrisa. Jos se hinco a lado de Alonso, este se llevó ambas manos a la boca y dejo a todos los demás sorprendidos.
Jos: Alonso... Siempre fui un chico alegre y a veces me encerraba en mí mismo para no salir herido... No creía en el amor, pensaba que así estaba bien, pero entonces, sucedió. Te encontré y el tiempo muy veloz paso... Cada vez vivíamos más cosas juntos... Entre más reías, más te conocía... Te amo y aquí, delante de tu familia quiero hacerte una pregunta muy importante... Alonso Villalpando Camarena... ¿Te quieres casar conmigo?
Los ojos de Alonso se cristalizaron, todos esperaban su respuesta con ansias.
Jos tomo el anillo y lo coloco en el dedo anular de Alonso. Ambos chicos se levantaron y se abrazaron con mucho cariño, todos los presentes comenzaron a aplaudir, Alonso estaba feliz. Con un anillo su amor así fue sellado, Alonso lo conservaría por siempre... Jos tomo el mentón de Alonso y lo beso tiernamente.
Fin.
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