Love Letter ~•[Juno][Seventeen]•~

Casa.

Dino se encontraba jugando basketball con SeokMin mientras Kyla los miraba y llevaba el conteo de cuantos tiros habían ensestado cada uno, el que hiciera menos tiros compraría las bebidas para los tres presentes. Kyla reía con cada broma que Seok hacia.

–¡No es justo LeeSeokMin! –Chan reclamaba– esa anotación no cuenta, el balón ya había salido.

–Claro que cuenta pequeño –Seok guiño un ojo mientras reía– Pregúntale a Kyla, ella vio que el tiro era válido.

Dino miró a su prima con una ceja alzada esperando a que le diera la razón a él y no al mayor, la chica mordió su labio inferior, ella había visto que el tiro era inválido pero no se atrevía a contradecir a Seok. Kyla sonrio tocándose la mejilla con nerviosismo.

–El tiro de Seok oppa es válido, Chan –el menor abrió la boca indignado.

–El tiro de Seok oppa es válido –Dino imitó erróneamente la voz de la joven y la apuntó con su dedo de forma acusatoria– No porqué este estúpido te guste le tienes que dar la razón.

–¡Chan! –grito Kyla con la mejillas ardiendo en color rojo– ¡Eres un idiota!

Kyla se había levantado de golpe ante las descuidadas palabras de su primo, comenzó a correr; sólo quería escapar de aquel vergonzoso momento. SeokMin suspiro lanzandole el balón al menor justo al estómago.

–Eres cruel enano –replico Seok tomando sus cosas– Quiero mi bebida y la de Kyla mañana a primera hora.

LeeChan hiba a protestar pero su mayor ya estaba corriendo tras de su prima. Sin más remedio formó un tierno puchero, no era su intención revelar aquel "secreto" de su prima.

–Pareces un pato –Jun habia estado mirando al menor desde una distancia prudente– Y me dan ganas de besarte.

Chan sonrio con las mejillas sonrosadas y camino hasta su novio quien lo envolvió en un abrazo por la cintura. Jun sonreía ante lo tierno que se veia el menor parado sobre la punta de sus pies con las manos sobre los hombros del mayor para poder impulsarse y alcanzar la mejilla de este y dejar un beso en ella.

–¿Término tu examen? –cuestiono el menor a lo que el castaño asintió– ¿Vamos a casa?

El castaño envolvió sus brazos sobre los del menor, aprisionandolo en un peculiar abrazo -donde Chan tenía inmovilizados los brazos- y comenzó a caminar sin soltar su agarre, Dino reía al sentir que ambos se caerían.

–Hyung, nos vamos a caer –susurro entre risitas, el mayor afirmó el agarre y dio pequeños besos sobre los labios del menor– Te quiero.

Wen sonrio amplio y beso una vez más al menor, esta vez un poco mas profundo: moviendo sus labios en un suave vaivén sin llegar a más, algo cálido y tierno.

–Vamos a casa, bebé

Jun sonrió ante aquel mote; ya no era ningún "vamos a mi casa, hyung" o algún "Vamos a mi casa, bebé", ahora simplemente era casa, la casa de ambos...

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Asdfghjklñ

Quiza mañana público otro capítulo, sólo si hay +5comentarios y +10estrellas..

Bai <3