Capítulo 10

14.3K 1.2K 286
                                    

Liam

Era un típico día en la universidad. Fui a mis clases, presté algo de atención y volví a mi dormitorio para ayudar a James con el último esquema. No pensé que llegaríamos a tener algo en común, eso hasta que descubrí su amor por las bromas. James era extremo cuando se trata del espíritu escolar, y cualquier universidad que nos desafiara merecía ser castigada según él.

Juntos, hemos decorado los campus, irrumpimos en los vestuarios, y robamos las mascotas contrarias de todas formas y tamaños. Tratar de robar un oso pasará a la historia como uno de los momentos más estúpidos de nuestras vidas. La ciudad definitivamente no estaba contenta cuando descubrieron al maldito oso corriendo suelto por la ciudad. ¡Nadie parecía realmente preocupado por que estuviera corriendo tras nosotros! Nos ganamos el aparecer en las noticias por ello. A pesar de que usamos máscaras Stiles me llamó para decirme que tan idiota había sido. Me sentí un poco ofendido de que él asumiera automáticamente que el idiota de la televisión era yo, pero ese no es el punto.

Volviendo a la realidad, me estaba preparando para salir con James, pero él seguía insistiendo en que probara su smoothie. Así que finalmente me tomé esa maldita cosa, así él se callaría finalmente. No era nada especial, así que no lo vi como la gran cosa.

Llegamos a su pequeño auto, en dirección afuera del campus. No estábamos tan lejos cuando comencé a sentir sueño—. ¿Qué demonios me pasa? —me quejé. Y entonces pude ver la expresión culpable de mi compañero de cuarto.

—Perdón, Li. —dijo de inmediato—. Me dijeron que era por tu bien.

—¿Quién? ¿Qué demonios pasa? —exigí. El maldito me drogó. Pero antes de que él pudiera responder, me desmayé.

No sé cuánto tiempo había estado así, pero me desperté en un cuarto oscuro atado a una silla.

—Mierda —susurré. Parecía que una película de terror estaba a punto de comenzar.

—¿Liam? —alguien detrás de mi gruñó.

—¿Scott? —no podía verlo, pero reconocería su voz en cualquier lugar. Era mi dolor en el culo que paso de eso a estar enamorado de mí, pero creo que ninguno de los dos había notado esa última parte—. Que honor encontrarte aquí.

—Estamos aquí atados, y ¿es todo lo que tienes que decir? —me preguntó incrédulo.

—Bueno, no puedo hablarte sobre el clima. No hay ventanas en este agujero de mierda —le contesté. No puedo creer que quiera empezar a discutir en un momento así—. ¿Cómo vamos a salir de aquí?

—Sostente. —gruñó.

Grité cuando el imbécil de repente sacudió su silla. Como estábamos atados espalda con espalda, ambas sillas comenzaron a moverse. Caímos al suelo lo suficientemente fuerte como para que las malditas cosas se rompieran. Incluso creo que mi brazo lo hizo junto con ellas—. Hijo de puta —gemí—.   Deberías haberme advertido antes de hacer una cosa como esa.

—Te dije que te sostuvieras. —se defendió. Una vez que estuvo libre de las cuerdas, me ayudó a levantarme. — ¿Estas bien? —me preguntó, sonando mucho más amable ahora.

—Como nunca —respondí sarcástico—. Debí saber que ese imbécil se volvería finalmente loco. Todo ese espíritu finalmente le zafaron los tornillos.

—¿De qué hablas? —Scott preguntó.

—De James —duh—. El chico que me drogó y me trajo hasta aquí.

Pasó sus dedos suavemente por mi cabello, supongo que, buscando por alguna herida, de lo que si no tengo idea es de cómo termine en su regazo o cuánto tiempo llevaba ahí—. Piers y Chris hicieron lo mismo conmigo. Los bastardos se disculparon diciendo que era por mi propio bien.

Oficial buenoteWhere stories live. Discover now