4.Lapis

882 76 8
                                    

No sé a dónde voy. Me limito a volar. A volar, en dirección a ninguna parte. O al menos esa es la dirección que quiero tomar, pero al final siempre acabo en el mismo sitio. En la parte trasera del granero. No puedo. Simplemente no puedo. Soy consciente de que yo también he tenido parte de la culpa. Ha sido cosa de las dos.

Mientras estoy sentada sobre el césped, bajo la sombra del granero, me acuerdo de algo.
Me pongo en pie e intento buscarlo.

— Estaba por aquí...¡Aquí está!

Enterrada en una parte de la tierra, se encuentra una cajita con un lazo azul, ya un tanto desgastada por estar tanto tiempo bajo tierra. La tomo en las manos, y me detengo a mirarla durante varios segundos. Luego la abro. Ahí está. Intacta. Como nueva. La grabadora que me regaló Peridot, en buen estado gracias a la cajita donde venía guardada. La rompí. Con una sola mano la aplasté, tirándola al suelo y despreciándola. Pero aquí está, como nueva gracias a Steven. Aún conservo la cinta de Peridot, que venía en el interior de la grabadora. Escrito con un rotulador rojo se puede leer "Keep Out!". Aún conserva espacio, o eso quiero creer. Peridot me regaló esta grabadora porque, según ella, me ayudaría a familiarizarme con el planeta y podría hablar de problemas y sentirme mejor. No sé qué estoy haciendo, ni por qué. Solo sé que me siento mal.

Introduzco la cinta en la grabadora, y mantengo el botón rojo pulsado. Supongo que es así como funciona.

— Uh...bueno...creo que esto ya está grabando. Pues... No sé qué me ha pasado. No soy tan agresiva...creo. Bueno, no lo sé. Lo único que quiero es que Steven me perdone...y también quiero que nos...ugh, que nos llevemos bien tú y yo. Tal vez no te lo creas pero quiero llevarme bien contigo. Tampoco digo que tengamos que ser amigas, porque no vamos a ser amigas y no quiero que seamos amigas. Quiero dejar de odiarte...

— ¿Uh? Lazuli, tú...¿Es en serio que me odias?

Me doy la vuelta, sobresaltada, y suelto el botón de grabar. Noto cómo el calor me invade la cara de vergüenza.

— No, yo no quería decir eso, solo...

Peridot se muestra indiferente.

— O-oye, escúchame, no quería decir eso...¿Peridot? ¿Estás bien?

— Sí.

Afirma seriamente, pero tras unos segundos sus ojos se humedecen considerablemente, dejando caer las lágrimas através de sus delicadas mejillas. Los pequeños sollozos se van convirtiendo rápidamente en un llanto desesperado, agresivo y, al mismo tiempo, frágil. Ahora me siento peor que antes. No quería que pasara esto. Me gustaría poder decir o hacer algo, pero no sé que debo hacer ahora sin estropearlo aún más.

— Creía que aún me guardabas rencor, que no te gustaba estar cerca mía por las cosas que hice...pero de ahí a que me odies...- habla hipeando y dificultosamente.

Sigo sin tener ni idea de qué hacer en este momento.

— Intenté demostrarte que he cambiado y que ahora soy...soy buena persona. Pero no fui capaz de hacértelo entender. Seguramente fue mi culpa, lo único que hacía era darte regalos que rechazabas.

Intento intervenir para mejorar su ánimo, pero no sé si soy capaz de decir lo correcto.

— Lo siento...yo...de verdad que lo siento. No quería herir tus sentimientos...

— ¿Y qué? Me odias. Si no quieres que esté cerca tuya, te dejaré el granero para ti sola. Me voy a ir, así no tendrás que soportarme.

— ¿Qué? ¡No, no! Espera-

Echó a correr rápidamente sin dejarme acabar la frase.

Bien hecho, Lapis Lazuli.

Más que Colegas de Granero [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora