22. Carreras universitarias, piercings y tatuajes.

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En el capítulo anterior:
{ Ya cuando la distancia estaba siendo cortada por él, mi celular resonó con la canción de "Ositos Cariñositos", provocando que Asher se alejara.

Gracias a Dios.

Me miró raro, se cruzó de brazos y volvió a apoyarse en la mesada. Tomé mi teléfono y atendí.

Comienzo de llamada

—¿Ashley? —preguntó la voz en el otro lado. }

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Capítulo veintidos

Carreras universitarias, piercings y tatuajes.

—Hola Jayden... —saludé mirando a Asher.

Mi mano izquierda se apoyó en la mesada que se encontraba detrás de mí.

—¡Amor! Por Dios, te llamé muchas veces... ¿por qué no me contestaste? —sonó alarmado.

Cerré los ojos con fuerza y suspiré, volviendo a abrirlos.

—Hay mala señal...

—Ajá —sonó fastidiado—, si mal no lo recuerdo le dijiste a Luke lo mismo...

Evité la mirada de Asher mientras me mordía el labio inferior.

Que manía nueva...

Volví a suspirar.

—Es la verdad, Jayden....

Técnicamente, no estoy mintiendo, ni jurando, ni prometiendo nada.

¿Había mala señal? Obviamente que sí.

Bufó:—Está bien, te creo, bebé. ¿Cómo estás?

Miré mi brazo izquierdo y noté que las ronchas estaban desapareciendo, pero mi espalda me picaba horrores.

—Mejor, ¿y ustedes?

—Emm... —lo pensó unos segundos, se escuchó un grito—, ¡basta Tyler! —gritó provocando que alejara el celular de mi oído por semejante grito—, bien, bien... ¿qué hac...?

—¿¡Es Ashley!? —lo interrumpió Tyler.

—¡Atrápenlo! —se escucho el grito de Thomas.

—¡Suéltenme! —gritó Ty.

—¡Cállate, Miller! —le gritó Luke.

—¡No, no me voy a callar! ¡Ashley! —volvió a gritar Tyler.

—Estoy aquí todavía... —hablé.

—¡Tyler Rodolfo Miller, ya basta o te vamos a poner un trapo en la boca! —le gritó Keegan.

Me alarmé, Asher pestañó confundido.

—Nadie va a ponerle nada a ninguno —contesté.

—¡Ashley tenemos que hab...! —decía Ty, hasta que se escuchó un portazo cortando el comentario.

—¿Qué hacías, Ash? —preguntó Jayden.

Mi mirada cambió a una enojada por más que él no me pudiera ver y ya cuando no pude retener el enojo, le grité:

—¡Cuando me digan qué y por qué no me llaman ni contestan mis mensajes hablamos! ¡hasta entonces, Morgan! —iba a cortar la llamada, hasta que se me ocurrió un plan—. ¡Y para tu información estaba con un chico a solas! Ci vediamo! —(Nos vemos) le grité en italiano.

Llamada finalizada

Bufé guardando el celular en mi bolsillo, me crucé de brazos y miré a Asher.

¡Esto es guerra! © #2 [BORRADOR]Where stories live. Discover now