¡Esto es guerra! © #2 [BORRADOR]

79. Cómo saltar de un auto en movimiento, sin morir en el intento.

En el capítulo anterior:

{—Sin dudas no va a ser la última —susurró en un hilo de voz mínimo.

Nos separamos y su semblante estaba serio, como si expresase odio o rencor. Cuando lo vi, cambió a una sonrisa y se alejó de mí. Decidí ignorar ese hecho y me encaminé hacia el auto donde mi hermano me estaba esperando. Les hizo una seña a Aaron y a Chad quienes respondieron de la misma forma y arrancó el auto.

— ¿Estás lista?

Despegué la vista de la ventana para verlo con seguridad.

—Siempre estuve lista para volverlos a ver.}

---

Capítulo setenta y nueve

Cómo saltar de un auto en movimiento, sin morir en el intento

Mentí.

Obvio que mentí.

No estaba lista.

Ni siquiera había pensado antes de responder.

Y, para mi mala suerte, me di cuenta cuando estuvimos a diez minutos de entrar a Stanford.

¿Qué carajo iba a hacer? ¿cómo mierda iba a salir de esta?

Me había pasado los últimos diez minutos googleando "cómo saltar de un auto con una lechuza sin salir totalmente muerto en el intento", adivinen qué... ¡no encontré nada!

Y cuando me tiré del auto en movimiento con Lechuzín, terminamos matándonos.

Bueno, no. Eso no fue lo que pasó.

Me agarró un ataque de nervios, Lechuzín comenzó a gritar estruendosamente y Jake comenzó a desesperarse, así es cómo terminamos contando ovejas juntos para dejar pasar el tiempo y los nervios.

¿Qué iba a decirle a Ashton cuando lo viese? ¿"Hola, recibí tu carta"? ¿"Hola, me gustas"? ¿"Hola, ¿podemos besarnos apasionadamente?"? ¿"Hola, ¿quieres hacerme muy feliz?"? ¿"Hola, ¿me regalas tu auto así puedo irme más rápido a la mierda?"?

No obtuve respuesta a ninguna de las mil preguntas que resonaban en mi cabeza. Era lamentable que planificase todo e imaginase cómo podían suceder las cosas para estar segura de qué responder en cualquier situación.

Pero sabía que mi mente iba a colapsar en cuanto lo viese, las cosas iban a estar tan raras... No, no tenían por qué ser raras. Ya éramos dos adultos con nuestras propias reglas y responsabilidades.

Había hablado con mis hermanos, ambos concordaron en ayudarme y mantenerme económicamente hasta que pudiese encontrar un empleo fijo. Obvio que planeaba devolverles cada centavo, si ellos pagaban mi educación. Era correcto y un buen trato.

Igual de bueno que el propuesto por Aishling. Enfrentarnos a las posibles futuras bromas de los Sigma nos iba a costar un precio muy alto porque alguien o algo iba a salir herido o roto, pero la venganza era peor. Más si se trataba de los Delta y Alpha juntos contra los de Palo Alto. Ojo por ojo, diente por diente.

Eran tratos crueles (depende de qué lado le mires) pero justos.

Me hacía sentir bien que por fin las cosas estaban por volver a la normalidad, sin nada que imponga que dos personas se amen con libertad. Aishling estaba con Asher, Luke con Josh, Ryan con su novia, creía que Aaron estaba en algo secreto con Madison, Jayden con Megan, Keegan con Emily, Jake con Alison. ¿Y Ashton? ¿y yo?

Bufé tapándome los ojos con las manos.

Estaba considerando tirarme del auto con mi lechuza, por décima quinta vez en la hora.