Capítulo siete.

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Habían pasado tres semanas, faltaba tan solo una semana para que partiéramos para Italia, específicamente al Sur, ya que las fotografías se realizarían en la playa, o al menos la mayoría de estas. Me llevaba viendo con Alex desde entonces, la primer semana nos veíamos todos los días luego empezó a tener más trabajo, tenía que pasar más tiempo en él. Varias de las fotos que se necesitaban las sacarían aquí mismo, antes de irnos a Italia. Tampoco pude pasar demasiado tiempo con Sophi por razones ya demasiados obvias, la extrañaba no podía negarlo.

Hoy me juntaría con mi modelo después de 4 días sin verlo, estaba esperándolo en una plaza que él me había dicho, habíamos quedado a las 5pm y ya eran las 5:30pm y el no hacia presencia todavía. Agarre mi celular y le deje un texto.

"Alex, estoy donde habíamos acordado. ¿Dónde estás?"

Volví a guardarlo en mi bolsillo, recibiendo su respuesta a los minutos

"¿Puedes voltear?"

Arrugue mis cejas confundida por su pregunta, pero lo hice. Al voltear pude ver a un Alex extremadamente sexy con un ramo de flores en sus manos. Juro casi desmayarme.

—Lo siento nena, Alice me retraso queriendo probarme sus últimos diseños –dijo acercándose a mí y dejando un largo y dulce beso en mis labios. Luego de tanto nombrarla, me vi en la necesidad de preguntarle a Alex quién demonios era esa Alice, a lo que el luego de burlarse de mis tontos e inevitables celos me dijo que solo era su Estilista.–

—Está bien. Muchas gracias, están muy lindas –le sonreí una vez nos separamos y cogí las flores de sus manos–

—¿Quieres ir por un helado? –pregunto sujetando mi mano con la suya–

—Claro

Nos dirigimos a un carrito donde vendían uno de los más ricos helados que probé en mi vida. Alex tuvo que soltarse de mi mano para poder pedirlos.

—¿De qué lo quieres? –Preguntó volteándose a mí–

—Ilumíname –le sonreí besando su mejilla–

Al final Alex compro de Menta para él y Chocolate para mí. No sé como supo mi amor por este sabor. Estuvimos dando vueltas hasta que nos cansamos y nos sentamos en un banquito de por ahí cerca.

—Solo queda una semana –dije apoyando mi cabeza en su hombro–

—Solo una –asintió –verás lo hermoso que será Italia. Y lo mejor de todo es que estarás conmigo

Me separe de él para poder mirarlo, me encantaba cuando me decía cosas como estas. Esta vez fui yo la que se acerco a sus labios besándolo, el profundizo mas el beso juntando los dos sabores de helado en nuestras bocas.

—Odio el Chocolate –murmuró sobre mis labios–

—¿Qué? –me aleje de el mirándolo sorprendida–

—Que odio el chocolate Lea –repitió sus palabras anteriores–

—Por dios no eres humano –exclamé–

—Odio el Chocolate así como tú odias la Menta –dijo el divertido por la situación–

—¿Cómo es que sabes eso? –Me quede callada ya que el tenia un buen punto–

—Lo note por tu mueca durante el beso –dijo volviendo a besarme–

—No pensé que lo notarias –reí mientras nos levantábamos del banco–

—Pues lo hice, me gusta abrir los ojos y verte al besarme. Te vez hermosa.–me sonroje bajando mi mirada intentando ocultar mi rostro de sus ojos, pero el volvió a levantarlo– Me encanta verte sonrojada y aun mas si la razón soy yo.

Mi Modelo ©Where stories live. Discover now