Capítulo 3: El Señor Morgan

92 8 0
                                    

Lucila

Cuando salgo de ducharme, observo que los demás ya han desayunado y me esperan listos en el coche. Mientras camino a él, veo en un poste un cartel que dice "prohibida la entrada" y un hombre en la imágen. No le doy mucha importancia, y subo al coche.

Mientras viajamos, como una manzana y tomo una botella de jugo que me ha traído Michael. Todo un detalle de su parte.

Luego de terminar mi desayuno, empezamos a hablar Mara y yo sobre cómo sería su madre, y Michael y Christopher nos escuchan. Ésta conversación no dura mucho, porque en un abrir y cerrar de ojos, me duermo.

Me despierto cuando ya se está metiendo el sol, y veo que ni Michael, ni Christopher, ni Mara se encuentran en el coche. Me levanto y empiezo a llamarlos. Salgo del coche, y veo que una de las ruedas del coche está pinchada.

Entro en el coche y cojo mi celular en busca de señal que no aparece por ningún lado. Me siento, y espero a que los chicos regresen. Mara es la primera en llegar, con una cara de pocos amigos. Salgo afuera y la saludo.

-Hola -digo esperando la respuesta de Mara, la cual no llega nunca.

Se mete en el coche y cierra la puerta tan fuerte, que los pájaron empiezan a chillar.

-Discúlpala -me dice Christopher quien está detrás mío-. No está de buen humor sabiendo que una rueda del coche se pinchó, no traje respuestos y estamos en medio de la nada -se apoya en el coche y sigue hablando- fuimos a caminar para ver si encontrábamos algo, y nada -dijo suspirando-. Michael fue hacia el sentido contrario, y aún no regresa.

-¿Por qué no me despertaron para que acompañe a Michael?

-Eso es lo que iba a hacer, pero él dijo que no te despertara. Que te dejara durmiendo.

Me pareció muy tierno de su parte, pero a la vez, muy estúpido ya que quién sabe que le estaria pasando ahora, además, no soy una princesa a la que tienen que cuidar.

Me siento en el suelo, esperando a Michael, quien llega diez minutos después.

-Lo único que encontré fue una cabaña que parece abandonada. Los vidrios están rotos y la puerta arañada, quizás por los pájaros -dice rápidamente.

-Podríamos volver al motel -digo.

-Podríamos -dice Christopher suspirando- pero desde que te dormiste, hemos avanzado mucho. Lo suficiente diría yo, y, hasta aue volvamos al motel, vamos a tardar una eternidad.

-Tal vez, podríamos hospedarnos en la cabaña que encontré. Digo, podriamos dormir ahí esta noche, y, seguir buscando ayuda al amanecer.

-Buena idea Michael -Dice Christopher- Luci, ¿estás de acuerdo?

Afirmo aceptando la idea de Michael, y le voy a avisar a Mara quien contesta con un "como sea".

Mara sale del coche y nos ayuda empujarlo hasta la cabaña que se encuentra a cuatro kilómetros desde nuestra ubicación.

Para cuando llegamos a la cabaña, ya es de noche. Me fijo en mi celular, y veo que son las 8.15 de la noche.

Estacionamos el coche a un costado, y procedemos a inspeccionar de afuera la casa. Todo está como dijo Michael que se encontraba. Las ventas estan rotas y la puerta rasguñada. La pared está en mal estado y el techo está para caerse, estas dos cosas de madera.

Esta cabaña es ideal para las ratas, arañas y cucarachas, pero no me importa eso. Solo quiero descansar.

Christopher se aproxima a ver si la puerta se puede abrir, y, por más que lo intenta, la puerta no cede.

El Hombre De La Cabaña  [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora